Acampada

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Durante las últimas veinticuatro horas he estado navegando por la red y seleccionando las últimas fotos en las que le han etiquetado. También hay algunas fotos más antiguas de chicas en bikini jugando al minigolf en su casa. Y fotos de él bajando de un helicóptero con una chica que pilota y no lleva nada excepto unos pantalones cortísimos.

—Me molesta muchísimo ver estas fotos, porque él no les pide a muchas de esas chicas que se le acercan que lo hagan —le digo a Jin.

—Tío, a Kim le encanta vivir rodeado de tías. Debe de ser por toda la atención que le faltó de niño.

—Más bien es un hombre sano y las mujeres simplemente se le tiran encima. He visto los vídeos de YouTube dedicados a él de mujeres desnudándose o lavando coches, ofreciéndose a lavarle el suyo. De hecho, mira esto...

Vemos un vídeo de una mujer sin sujetador mojándose la camiseta y sonriendo.

—Kim, te lavaré los coches todos los días, y también el tubo de escape.

Nos echamos a reír.

—Parece que tiene una enorme colección de coches. Hay una foto, ¿ves? Hay como treinta coches aquí. Algunos muy raros. Tiene un montón de juguetes. ¿Acaso eso no dice nada?

—¿Qué? —pregunta Jin.

—¿Cuándo lo tienes todo y nada es suficiente?

—¿Cómo íbamos a saberlo? Apenas nos llega para pagar el alquiler este mes.

—Venga, tómatelo en serio. Cuando nada es suficiente, quiere decir que, en algún nivel recóndito de su psique, siente que le falta algo en la vida. Lo he visto trabajar, Jin; es como si... estuviera obsesionado con ello. Como si lo ayudara a bloquear algo más.

—¿Qué?

—Da igual.

Se ríe.

—Qué profundo eres, HoSeok. Un filósofo. Envíale la factura y ahórrale un terapeuta.

Continúo con los enlaces y acabo viendo un vídeo suyo junto a su padre grabado cuando este negó el último deseo de su madre de darle a Kim un asiento en la junta de la empresa de su padre.

—Lo único bueno que tiene es su nombre —dice el padre a un periodista que le preguntó por qué no habían permitido a TaeHyung entrar en el negocio familiar.

Él no se inmuta. Sonríe con ironía, en silencio, se mantiene a raya. Este vídeo solo hizo que todos aplaudieran a TaeHyung más que a su padre. Aun así, ¿le dañó mentalmente de alguna manera?

—Qué gilipollas —dice Jin a última hora de la tarde cuando vuelvo a ver el vídeo, esta vez observando solo la expresión de Kim, que no revela nada, como si esperase el golpe y estuviera preparado para ello—. No me extraña que Kim sea un capullo si lo criaron así.

—No es un capullo.

—¿Perdona?

—No es un capullo —contesto de forma despreocupada.

—¡¿Alguien está susceptible?!

—No estoy susceptible. Solo constato un hecho.

—Vale. No te gusta lo que tenemos en la nevera cuando te tocaba a ti comprar esta semana; estás obsesionado con ese ordenador; tienes ojeras; llevas una D de desenmascaramiento en la frente y una X en el culo que le grita a Kim que te folle por ahí. Estás colado por él, ¿no?

—No.

—Genial entonces, porque has deseado esto toda la vida. Mira todas esas fotos de mujeres encima de él. Joder, pero si casi le ponen las tetas en la cara. ¿Ese es el chico que te gusta?

Sinfulness (V-Hope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora