La tensión en el ambiente hubiera podido cortarse con un cuchillo, y el silencio que le siguió al balbuceo de Sakura se les antojó una eternidad a las tres personas presentes en esa escena. Era un silencio demasiado pesado e incómodo. Finalmente, Enishi dio un paso rápido hacia Kenshin, con los puños crispados y el rostro lleno de ira.
- ¡Suelta a mi nee-chan!- su alarido de rabia resonó en los alrededores y más allá- ¡Ya se me acabó la paciencia con esta situación! ¡Te mataré aquí y ahora!
Kenshin tomó algo de distancia de la joven que lo había hecho arriesgarse a ir a ese lugar y se dispuso a encarar a su lunático enemigo; sin embargo, Sakura lo agarró de la muñeca y aplicó fuerza, haciéndole retroceder hacia un claro del jardín.
- ¡Kenshin, vete!- le rogó con unos ojos suplicantes que calaron hondo en el alma del pelirrojo- ¡Yo estaré bien, vete!
- Pero...- quiso objetar el joven de ojos violetas, sabiendo que Enishi no lo dejaría escapar tan fácilmente; además, una parte de él se rebelaba ante la idea de abandonarla en esa situación, de no tener la posibilidad de verla otra vez en Kami sabrá cuánto tiempo.
- ¡Por favor!- volvió a suplicar, él supo que no podría negarse- ¡Si en verdad me amas, no pelees contra mi hermano!
Kenshin nunca hubiese hecho nada que pudiera herir de cualquier forma a Sakura, y ella contaba con eso. Él era consciente de que tenía razón; si rehuía de la pelea, ninguno de los dos hombres que amaba saldría herido. Era la mejor solución. Además, no podría negarle nada a esos emotivos ojos que se habían adueñado de su corazón. Asintió confiadamente y le regaló una pequeña sonrisa, echando luego a correr y perdiéndose en la tupida vegetación del bosque contiguo al jardín que ocultaba aquella aislada y solitaria propiedad, una pequeña finca de unas pocas hectáreas de extensión.
- ¡Espera, maldito cobarde!- aulló furioso Enishi, tomando impulso para lanzarse en veloz carrera en su persecución; pero su hermana se abalanzó sobre él, derribándolo al suelo y aturdiéndolo momentáneamente, solo por un segundo, tiempo suficiente para que Kenshin escapara.
Enishi se libró de ella de un movimiento brusco, tirándola al suelo de un empujón, y se reincorporó rápidamente, con la furia aumentándole a cada segundo que pasaba. Agarró sin la más mínima delicadeza a su hermana por el brazo, obligándola a ponerse de pie para luego prácticamente arrastrarla al interior de la casa. Sakura forcejeó con él, logrando al fin zafarse de su agarre cuando ya estaban en la sala de estar. Ahora ella también estaba enojada.
- ¡Déjame!
- ¿¡Qué significa todo lo que pasó allá afuera!?- exigió saber el joven de cabello blanco.
- Solo evité un inútil derramamiento de sangre- bufó Sakura más enojada que nunca.
- ¿¡Inútil!? ¡Ese demonio asesino te estaba besando! ¿¡O será que... acaso ...te gustaba!? ¿¡Te gustaba, Sakura!? ¿¡Cuál es tu relación con ese tipo!? ¡¡¡Respóndeme!!!
- ¡¡Yo lo amo!! ¿¡Es eso lo que querías oír!? ¡Amo a Kenshin! ¡Y no permitiré que le hagas daño!
Enishi se quedó como de piedra; gotas de sudor frío comenzaron a perlar su frente y sus ojos se desorbitaron. Aún con todas las pruebas que tenía acerca de los sentimientos de su gemela por el ex hitokiri, obstinadamente se empeñaba en negárselo a sí mismo. Pero la mirada firme y sincera de Sakura que acompañaba a su confirmación ya no dejaba lugar a dudas. La rabia de Enishi era un volcán en plena erupción. Apretó los dientes con tal fuerza, que mordió la comisura de su labio inferior haciéndolo sangrar.
- ¿¡Amas al asesino de nuestra nee-san!?- le increpó.
- Él no la mató- dijo Sakura con más calma- Tomoe-nee-san decidió sacrificarse por él. No dejaré que desperdicies su sacrificio...
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Antes del amanecer...el aroma de los cerezos [Rurouni Kenshin Fanfic]
FanfictionObsesionado y consumido por su sed de venganza, Enishi Yukishiro ha regresado a Tokyo para poner en marcha su plan contra ese hombre al que odia tanto; sin embargo, hay alguien que tratará de detener esa locura: su hermana gemela. Sakura Yukishiro...