Caminos cruzados (Draco Malfoy x tú x Harry Potter) [Pausada]

Al descubierto

Capítulo 27

Narra ________

El inicio del año nos sorprendió con una noticia abrumadora: 10 reclusos de alta seguridad habían escapado de Azkaban. Lo peor de todo era que se le veía como sospechoso a Sirius, debido a que él había logrado escapar hace un par de años de Azkaban y a que era primo directo de Bellatrix, una de los fugitivos.

Neville puso muy mala cara al leer la noticia, y Seamus se disculpó con Harry, le aseguró que él y su familia le creen sobre el regreso del señor tenebroso. Ahora todos estábamos más unidos que nunca, y por supuesto, las clases del Ejército de Dumbledore tenían que continuar.

Estábamos practicando nuestros patronus, la mayoría ya podía hacer uno corpóreo y eso levantaba mucho nuestros ánimos. De un segundo a otro, una de las paredes comenzó a retumbar, todos paramos en seco y nos dirigimos hacía ella.

Ante mis ojos todo pasó en cámara lenta, los vidrios de aquella pared estallaron y al cabo de un rato, un bombarda máxima hizo explotar la pared. Y ahí estaba Dolores, con su cara insoportable y su mirada altanera, tratando de lucir superior. Por su lado derecho entró a escena Draco, jalando de la capa a Cho para ponerla en evidencia. Pude escuchar la respiración agitada de Harry y al mismo tiempo ver la expresión de Draco al verme entre la pequeña multitud que formábamos.

— Atrápenlos — Ordenó Dolores.

...

Harry nos contó que Dumbledore se había hecho responsable de nuestros actos, se había atribuido la creación del Ejército de Dumbledore aprovechándose del nombre, también que lo hubieran llevado a juicio en Azkaban de no ser porque escapó.

Finalmente Dolores se había hecho del cargo de Directora de Hogwarts y por supuesto, recibimos un castigo que ella consideraba adecuado, lastimándonos física y mentalmente, así como lo había hecho con Harry al inicio del ciclo escolar.

Mientras caminaba por un pasillo, alguien me jaló del brazo a un salón desocupado.

— ¿Estás loca? ¿El Ejército de Dumbledore? —

— ¿Intentas regañarme, Draco? — Respondí haciendo que me soltara el brazo de un tirón, pero volvió a tomarme, esta vez de la muñeca.

— Esto no es nada a comparación de lo que podría pasarte si continúas jugando a hacerte la valiente — Dijo refiriéndose a las marcas del torso de mi mano.

— ¿Crees que esto es un juego para mi? ¡Tú mejor que nadie sabe mi opinión respecto al señor tenebroso y sus ideales de la sangre pura! — Respondí furiosa.

— ¡Eso no tiene nada que ver! ¡Solo trato de protegerte!

Nos quedamos en silencio un par de segundos.

— Olvídalo, haz lo que quieras. No se para que lo intento — Dijo Draco sin mirarme directamente y enseguida se fue.

...

Todos nos sentíamos fatal, especialmente Harry, que no dejaba de culparse por lo que había sucedido.

— Hiciste lo que pudiste, nadie le puede ganar a esa bruja — Dijo Ron.

— Harry, si de alguien es la culpa, es nuestra — Pronunció Hermione.

Y aunque los tres respaldábamos a Harry, él simplemente no cedía e intentó detenernos diciendo que sería mejor si el seguía sólo. Subestimaba nuestra amistad e ideales demasiado.

— Encontráremos una manera, Harry, te lo prometo — Le dije mirándolo fijamente a los ojos.

— Psst.

Escuchamos.

— Psst.

Era Hagrid, escondido entre las paredes tratando de llamar nuestra atención.

Nos llevó a un lugar un poco escondido del bosque prohibido, lamentándose de que ahora sin Dumbledore iba a ser despedido en cualquier momento y eso no podía pasar sin antes hacer algo. Dejar a su hermano a cargo de alguien.

Su hermano era un gigante y su nombre era Grawp, sus movimientos eran torpes y bruscos. Después de mirarnos se acercó rápidamente, nos asustamos e instintivamente retrocedimos algunos pasos hasta que él ya no pudo avanzar más debido a una soga que llevaba amarrada por la cintura hasta el tronco de un árbol, pero eso no le impidió agacharse y sorpresivamente levantar a Hermione con una de sus manos como si de una muñeca se tratase. Hagrid regañaba a Grawp para que la soltase, Ron estaba horrorizado e intentó pegarle con un gran palo que encontró por ahí en el piso pero todo resultaba inútil.

— ¡Grawp, baja-me ahora! — Le regañó muy fuerte Hermione — Hazlo.

Él entendió perfectamente y la bajó, después de eso se puso a buscar entre sus cosas y sacó un manubrio de bicicleta con timbre, se lo dió a Hermione... por alguna extraña razón.

Hagrid explicó que el conseguía su comida solo, pero que le haría falta compañía cuando él no estuviese ya que era el único familiar que tenía. Me causó algo de lástima hasta cierto punto y Harry solo asintió a la petición de Hagrid.

...

Eran momentos difíciles tanto para los profesores como para los alumnos.