Narra Takano
Hace aproximadamente seis meses que empecé con el tratamiento para mi infertilidad. No han habido muchos cambios, el doctor dice que pueden tardar en aparecer. Comienzo a desesperarme. ¿Y si no funciona? Y si... ¿Nunca puedo darle un hijo a Usagi? ¿Me va a dejar por alguien que sí pueda darle un hijo? Tengo tanto miedo de que algo así suceda. No quiero que él se aparte de mi lado. Sé que él me ama, y yo lo amo a él. Pero, temo que nuestra relación se termine debido a mi problema. Deseo tanto cargar en mi vientre un bebé que sea de ambos. No sé si podré esperar tanto.
***
-ahhhh... M-más... Más rápido-gemia un excitado Takano mientras cierto peli plata lo embestia con fuerza.
-¿quieres más? Te daré más-murmuró con sensualidad y acercó sus labios al cuello para dejar un camino de besos y mordidas por toda esa preciosa piel que tanto lo enloquecia.
-m-más... No te detengas-suspiraba, dejando salir sus gemidos y gritos a su vez, que enredaba sus piernas en la cintura de su amado para que las estocadas fueran más certeras y profundas.
-te amo, Masamune-susurró Usagi al límite de sus fuerzas y se recargo un poco sobre el cuerpo de su novio, quien aprovechando su cercanía, acarició su cabello y deslizó sus manos hasta su rostro.
-y-yo... También te amo-suspiró, sintiendo que estaba a punto de correrse.
Akihiko continuó con un vaivén desenfrenado. Cada estocada que le daba al mayor lo hacia gritar y gritar de placer, tocaba ese punto donde el azabache enloquecia y lo hacía pedir por más.
-ahhh... Me... Me vengo-anunció el azabache sintiendo un espasmo y apretó un poco los músculos internos, estrujando así el miembro de su pareja, quien soltó un largo suspiro, al cabo de unas cuantas embestidas, Usagi terminó viniendose en el interior de su amado, quien a los pocos minutos también se vino en medio de ambos.
Akihiko salió del interior de su novio y se dejó caer a su lado. Masamune se giró para quedar de espaldas a Usagi y este simplemente lo abrazó por la cintura, dándole ligeros besos en la espalda y cuello.
-Usagi-llamó Takano a su amado, sin mirarlo.
-dime-le susurró al oído con voz dulce.
-¿aún me amas?-preguntó con un poco de temor.
-¿por qué me preguntas eso de repente?-cuestionó extrañado y jaló a su pareja por un brazo para que volteara y los dos pudieran mirarse a los ojos.
-sólo respondeme. ¿Todavía me amas?-volvió a cuestionar, sintiendo sus ojos algo aguados.
-la respuesta es más que obvia. Tú eres el amor de mi vida y la única persona con la que quiero estar-le acarició la mejilla y limpió una lágrima que escurría por esta.
-es que... Tengo miedo.
-¿por qué?-le preguntó dulcemente y se acercó un poco más a él para envolverlo entre sus brazos.
-no quiero que me dejes por no poder darte un hijo.
-ya te dije que, si no podemos tener hijos, al menos nos tendremos el uno al otro; nos haremos compañía mutuamente hasta que sea el último día de nuestras vidas-trató de sonar sereno para que su pareja lograra tranquilizarse, aunque debía admitir que, él también se encontraba un poco intranquilo.
-¿y no has pensado en tener un hijo con alguien más?
-¿qué?-preguntó impactado y se reincorporó de golpe.
-te estoy diciendo que terminemos-respondió serio.
-no lo estás diciendo en serio, ¿verdad?
-estoy hablando muy en serio. Te estoy dejando libre. Aún eres joven, puedes encontrar a alguien con quien formar una familia.
-pero... Tú eres mi familia. ¿Por qué quieres alejarme?-preguntó incrédulo y trató de acercarse a su amado, quien simplemente lo rechazó.
-es lo mejor para ti. Te amo, te amo mucho y por eso quiero que seas feliz, esa felicidad no la vas a tener conmigo. No cuando no puedo darte al hijo que tanto quieres.
-con tu tratamiento seguramente lo vamos a lograr. No te desesperes.
-llevo seis malditos meses con el tratamiento y no han habido cambios. También el doctor me dijo que las posibilidades eran muy bajas. Lo más seguro es que no se logre. Yo no quiero tenerte a mi lado a la fuerza. Seguramente encontrarás a alguien con quien ser feliz. Por favor, ya no me busques-murmuró con pesar y se levantó de la cama para comenzar a ponerse su ropa, le dio una última mirada al hogar que había formado con su exnovio y se fue cerrando la puerta.
-¿por qué?-exclamó Akihiko con los ojos repletos de lágrimas y le dio un golpe con su puño al colchón.
***
Narra Akihiko
-no puedo creer que Masamune se haya marchado. Sé que está desesperado y quiere que tengamos un bebé, yo también ansío mucho que eso pase, pero no hay motivos para acelerar las cosas. No sé si vaya a regresar aquí para llevarse sus cosas. Está casa también es suya, así que, lo mejor será que yo me vaya, de todos modos, ya no somos nada. Lo amo tanto, pero si esa es su decisión, yo no puedo hacer nada.
Saco la maleta que iba a usar antes cuando iba a irme antes, la llené con todas mis cosas, le escribí una nota a Masamune y salí de la casa sin mirar atrás.
Iba tan inmiscuido en mis pensamientos que, no me percate de que un chico venía en dirección contraria a la que yo iba, por lo que, casi choco con él.
-¡cuidado!-exclamó aquel chico y ambos nos detuvimos antes de que algo malo ocurriera. Él joven llevaba unas cuantas cajas en las manos así que, no podía ver por dónde iba.
-lo siento mucho. Iba distraído. ¿Estás bien?-le pregunté al chico y dejé un momento mi maleta en el suelo para poder acercarme a él. Como venía con demasiadas cajas, al momento de que se detuvo, una cayó al suelo y todo su contenido se esparció en el suelo.
-no te preocupes, ¿tú estás bien?-me preguntó con una mirada de preocupación.
-yo estoy bien. Te ayudaré a levantar tus cosas-le respondí con amabilidad y me agache a su lado para que los dos comenzaramos a meter de nuevo sus cosas en la caja-. ¿Eres nuevo en el edificio?-le pregunté mientras seguíamos ordenando sus pertenencias.
-así es. Acabo de mudarme hoy, por eso venía con esa montaña de cajas, vengo a vivir con mi hermano. ¿Tú también vives aquí?-me preguntó, señalando mi maleta.
-bueno. Yo vivía aquí. Voy a mudarme a otro departamento. Por cierto, me llamo Usami Akihiko-le extendí mi mano derecha después de que volvimos a meter todo en la caja.
-es un placer, yo me Takahashi Misaki. Disculpame por lo que acaba de pasar-me corresponde el saludo y estrecha su mano derecha con la mía.
-no te preocupes. Tú no podias ver por dónde ibas y yo estaba distraído, así que, no hay problema. Pero, si quieres puedo ayudarte a llevarlas a tu departamento.
-¿en serio? ¡Muchas gracias!-exclamó con alegría y yo le sonreí.
Dicho esto, ambos tomamos unas cuantas cajas y comenzamos a subir las escaleras, hasta que llegamos al piso indicado y a la puerta correcta.
-listo. Muchas gracias de nuevo, Usami. Eres muy amable-se acercó a mí sutilmente y me dio un beso en la mejilla, me sonroje ante el contacto, pero yo solamente le sonreí.
-no hay ningún problema. Bueno... Yo ya debo irme. Nos vemos después-murmure con un poco de nerviosismo.
-espero poder volver a verte-me respondió con una sonrisa y se la devolví.
-yo digo lo mismo. Adiós-me despedí de él con una mano y tomé de nuevo mi maleta para después salir de ahí casi corriendo. Me despedí del guardia de seguridad y comencé a caminar hasta la parada del metro que, me llevaría a la casa de mi amigo.
Por fin llega el metro y me subo en el para comenzar con mi viaje. Desearía mucho que, Masamune estuviera conmigo, pero él no me quiere más, así que, comenzaré desde cero. Debo olvidar y simplemente tengo que enamorarme de nuevo, aunque eso me costará mucho trabajo, estoy enamorado de Masamune desde que iba a la secundaria, creo que hasta más, desde entonces, mis sentimientos no han cambiado y no creo que sea posible que cambien algún día. Será doloroso, pero tengo que intentarlo.
Llevo mi mano hasta mi bolsillo trasero y me percato de que hay un papel ahí. Lo saco y es un número de teléfono. Es de Misaki, el chico que conocí hace unos momentos.
Si lo intento... ¿Podré lograrlo?
Espero a que el metro se detenga y me bajo en la estación correspondiente. Camino hacia la salida y en esta me topé con mi amigo, me mira con una sonrisa y se acerca para abrazarme. Yo correspondo su abrazo y escondo un poco mi cabeza en su hombro.
-¿Qué ocurre, mi hermano? ¿Por qué te veo tan triste? ¿De nuevo te peleaste con Takano?-me pregunta preocupado.
-él... Terminó conmigo-le respondí casi en un susurro e inevitablemente mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
-¿por qué? ¿Es porque no pueden tener hijos? Pero, si tú me dijiste que estaban con el tratamiento. ¿Lo dejaron? ¿Qué pasó? Cuéntame.
-te contaré. Pero vamos a tu casa-le dije sintiendo que mi pecho dolía demasiado.
-vamos-me dice tranquilamente y ambos subimos a su auto para que él comenzará a conducir hacia su casa-. Duerme un poco, te ves demasiado cansado-me dice mi amigo con preocupación. Yo solamente asiento y poco a poco me dejó llevar por el cansancio.
-vamos, Akihiko. Ya llegamos-mi amigo me mueve ligeramente para hacerme despertar, yo lo miro un poco desconcertado y le tallo los ojos para poder ubicarme.
-llegamos demasiado rápido-opine.
-sí. Casi no había coches. Además, es fin de semana y mi casa no queda tan lejos. Vamos adentro para que te acomodes-me dice con una sonrisa cálida y me ayuda a cargar mi maleta.
-muchas gracias por recibirme en tu casa. Espero no ser una molestia-dije preocupado.
-no eres ninguna molestia, tú sabes que eres un gran amigo para mí y me tendras a tu lado siempre-me abraza cariñosamente por el hombro y ambos entramos a su casa.
-muchas gracias. Te prometo que no me quedaré mucho tiempo. En cuanto encuentre una casa, me iré.
-tranquilo. Puedes quedarte el tiempo que quieras. No voy a correrte ni mucho menos. ¿Quieres tomar algo?-me pregunta con amabilidad mientras yo me siento en el sillón.
-un café, por favor. Tengo un poco de frío-murmuro mientras junto mis dos manos y las restriego entre ellas mismas para calentarlas.
-¿verdad? Debe ser por las lluvias. ¿Será que ya estamos envejeciendo?-dice con burla.
-oye, tranquilo. Yo aún soy joven.
-pero no lo serás eternamente. Debes aprovechar tu juventud.
-lo estoy haciendo, lo estoy haciendo-dije usando el mismo tono y ambos reímos por un buen rato.
Mi amigo fue hasta la cocina y yo me quedé solo en la sala, y «solo» es un decir ya que, mis pensamientos no me abandonaban. No podía dejar de pensar en Masamune y en el gran amor que siento por él. No me creo capaz de olvidarlo a él ni a estos sentimientos.
-ahora sí. Platicamelo todo. ¿Por qué Takano terminó contigo?-me pregunta mi amigo llegando con una bandeja donde había dos tazas de café y un platito con galletas, mis favoritas, galletas de mantequilla.
-tú sí que sabes cuales son mis favoritas-le dije tomando una de las tazas y una pequeña galleta con forma de estrella.
-siempre he sabido que esas son tus preferidas. Pero no me cambies el tema-habló serio y yo solamente trague grueso.
-bueno... Eso pasó hoy. Masamune me dijo que, está desesperado porque no han habido cambios desde que comenzó con el tratamiento. Dice que yo estaría más feliz si estuviera con alguien con quien sí puedo tener hijos.
-pero... Tú lo amas, ¿no?
-claro que lo amo, con todo mi corazón. Pero él dice que no quiere tenerme a su lado a la fuerza y si yo quiero, puedo encontrar a alguien con quien tener hijos.
-¿desde hace cuánto tiempo lleva con el tratamiento?
-creo que seis meses.
-dile que no se desespere. Esos tratamientos suelen durar un largo tiempo, pero al final dan resultados. No te rindas con él. Demuéstrale tu apoyo, que no está solo-me alentó mi amigo con una gran sonrisa.
-pero él dijo que, no lo buscara más. Y si él... ¿No me ama?-cuestioné con temor.
-claro que te ama. Es sólo que, piensa en tu felicidad antes que en la suya. Ya te dije, no lo dejes solo.
-seguiré tus consejos. Muchas gracias por escucharme y por apoyarme-le agradecí.
-para eso estamos los amigos, ¿no?-asentí-. Corre. Termínate esas galletas o sino yo lo haré por ti.
-oh, no lo creo-conteste actuando rápidamente y conseguí comermelas todas antes de que él lo hiciera.
-¿en serio creíste que eran las únicas?-me dice con burla y de la alacena saca una caja más grande.
***
Narra Takano
Hace aproximadamente un mes que terminé con Akihiko. Me duele mucho pensar en eso, me lastima pensar que aún lo amo y no podre tenerlo a mi lado de nuevo. Seguramente él está con alguien más y ahora son felices.
Yo también debería hacerlo, pero no puedo. No puedo olvidarme de estos sentimientos tan fácilmente, de hecho, no creo poder hacerlo nunca.
Aunque, últimamente me he sentido un poco mal. No se si sea por los nervios o porque me siento ansioso. Pero las náuseas por las mañanas, los mareos y el cansancio son casi a diario. Takafumi me ha dicho que, vaya con el doctor para que me revise, pero estoy demasiado ocupado y no he tenido tiempo para ir.
-y... ¿No estarás embarazado?-me pregunta mi amigo.
-no lo creo. Puede ser cualquier cosa, menos eso-le respondí con indiferencia y continúe con lo que estaba haciendo.
-¿quieres apostar?
-¿qué quieres perder?-le seguí la corriente.
-si yo gano. Tú me dejas escoger el nombre de tu bebé.
-y si yo gano. Tú le dices a Zen que estás esperando otro bebé.
-trato hecho-ambos estrechamos nuestras manos y así sellamos nuestra apuesta.
Dicho esto. Mi amigo salió del departamento y caminó hacia la farmacia más cercana. Regresó y me entregó una caja de color rosa.
-toma. Hazlo ahora mismo-me indicó mi amigo y yo solamente obedeci. Estoy 100% de que no estoy embarazado, así que Takafumi tendrá que decirle a Zen que está embarazado de nuevo. Ya quiero ver cómo va a reaccionar.
Caminé hacia el baño y me encerré en este, mi amigo va detrás de mí y se recarga en la puerta.
Saco el dispositivo de la caja y comienzo a leer las instrucciones. Dice que, si es positivo son dos rayitas y si es negativo, marcará una rayita. Sigo todas las instrucciones y finalmente dejo el pequeño aparatito sobre el lavabo. Ahora, sólo queda esperar 5 minutos. ¡Maldición! Son los 5 minutos más largos de mi vida.
Miro mi reloj y ya han pasado los 5 minutos. Me acerco al lavabo y tomo el dispositivo entre mis manos.
Me quedé paralizado al ver el resultado. Salí del baño y vi a mi amigo parado frente a mí.
-¿qué pasó?-me preguntó ansioso.
-positivo-murmure, aún en estado de shock y le mostré el aparato. El lo analizó por un momento y después comenzó a gritar como un desquiciado.
-¡voy a tener un sobrino! ¡Voy a ser tío!-exclamó alzando los brazos y después se acercó a abrazarme.
Esto debe ser un mal sueño. No puedo estar embarazado. El doctor me dijo que, las posibilidades de que quedara embarazado eran demasiado bajas. ¿Acaso mi mente me está jugando una mala broma? ¿En serio voy a tener un bebé? ¿Por fin mi sueño se hará realidad?
-¿Masamune?-escucho que me llama mi amigo.
-¿qué pasa?-le pregunto, saliendo de mis pensamientos.
-¿no estás feliz? Al fin podrás tener un bebé. Un hijo tuyo y de Usagi-me dice con una enorme sonrisa.
-claro que estoy feliz. Es lo que siempre he deseado.
-entonces, ¿que esperas? Ve y díselo a Usagi.
-pero, vive con su amigo, y yo no sé dónde vive su amigo.
-en todo caso, hablale por teléfono y pídele que venga. Sé que estás ansioso por decírselo.
-también estoy nervioso. Hace un mes que terminé con él y no hemos hablado desde entonces. Y si él... ¿Ya está con otro?-cuestione con temor.
-claro que no está con otro. Mira, si estás tan asustado. Yo lo llamaré y le pediré la dirección de su amigo, diciendo que voy a ir a verlo, lo cual es mentira. Porque quien ira serás tú.
-a ver, quiero ver ese estupendo plan tuyo-dije con burla.
-mira, Masamune. No te estés burlando, porque lo hago para ayudarte-me mira serio.
-está bien. No me reiré. Muchas gracias por ayudarme-le agradecí con una sonrisa sincera y él me correspondió.
-muy bien. Lo que haremos será llamar a Usagi, yo le pediré la dirección de su amigo diciendo que yo quiero ir a hablar con él, pero en realidad iras tú, ¿estamos de acuerdo?
-me parece perfecto. Espero que funcione-respondí nervioso.
-tranquilo. Todo saldrá muy bien. Ahora, permiteme llamarle a tu adorado novio-dijo mi amigo y tomó su celular para marcar el número de Akihiko-. ¿Hola? Hola, Akihiko. Hace tanto tiempo que no nos vemos, ¿dónde estás ahora? ¿Qué? ¿Por qué estás hasta allá? A ver, espera. Déjame encontrar algo para apuntar-me hace señas para que le pase una hoja y algo para escribir. Obedezco y enseguida regreso con un cuaderno y una pluma-. Perfecto. Sí, ya la tengo. Entonces, ahí nos vemos. Adiós-se despide y cuelga.
-¿si te la pasó?-le pregunté ansioso.
-no te preocupes. La tengo-me pasó la hoja con la dirección y yo la mire.
-¿sabes dónde es?-me preguntó mi amigo.
-sí. Está algo lejos de aquí, pero sé cómo llegar, tengo que tomar el metro. Pero no te preocupes. No me perderé-bromee.
-bueno. ¿Iras de una vez?
-sí. Tengo que hablar con él lo más pronto posible. Nos vemos al rato. Gracias de nuevo-le agradecí y me acerqué para abrazarlo-. Te salvaste de decirle a Zen que estabas esperando otro bebé-le murmure al oído.
-es verdad. No sé qué me hubiera hecho si le decía algo como eso, ja, ja, ja. Anda, vete ya-me incitó y yo me despedí de él con una sonrisa.
Salí del departamento y me dirigi hacia el metro, baje las escaleras y camine hasta el andén, donde esperaría a que llegara el metro. Espere unos minutos y por fin se detuvo un vagon frente a mí, me fui acercando y entre en este. Las puertas se cerraron tras de mí y yo tomé asiento casi cerca de la puerta. Comencé a pensar en todo lo que le diría a Akihiko, empezaría primero por disculparme, espero que me perdone, yo lo amo demasiado y no podría soportar que él me rechace, después le diré que estoy esperando un bebé, un hijo mío y de él. Espero que la noticia le agrade, claro que le agradará, es algo que ambos deseamos desde hace mucho tiempo y por fin nuestro sueño se hará realidad.
Escuche una voz que decía que estábamos próximos a llegar a la estación donde me bajaría, así que, me levante de mi asiento y me acerque a la puerta, el vagón se detuvo y antes de que más personas entrarán, salí y comencé a subir de nuevo las escaleras hasta que salí.
Me quedé impresionado al percatarme de que estamos cerca de un espeso y largo bosque. ¿Será esta la dirección correcta? Espero no perderme. Emprendí mi camino y comencé a mover mis pies hacia adelante. Camine por alrededor de 20 minutos, hasta que, vi una casa muy bien cuidada y grande frente a mí. Pude darme cuenta de que habían dos personas afuera de la casa, uno era un poco bajo de estatura y el otro era más alto. ¡Es Akihiko! Me emocione tanto al verlo que, quería correr a abrazarlo, besarlo y decirle cuanto lo amo. Pero... ¿Por qué ese chico le dio un beso en la mejilla? ¿Están juntos? No, no, eso no puede ser. Akihiko me ama a mí.
El chico castaño se aleja y Akihiko está por entrar a la casa. Yo rápidamente me acercó y lo llamo por su nombre.
-¡Akihiko!-lo llamó casi gritando para que me escuche.
Él se gira para verme, está sorprendido, puedo verlo en su cara. No se esperaba para nada verme aquí.
-¿M-Masamune?...
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Amor, y un poco de dolor
Romance¿Estarías dispuesto a sufrir uno de los peores dolores de tu vida, con tal de ver a un ser querido ser feliz? ¿Qué pasaría si en lugar de beneficiarlo, lo perjudicas? ¿Cuál crees que sea el dolor más fuerte para una persona? ¿Ver a su ser querido e...