Capítulo XL. ¿Más problemas? ¿en serio?

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CAPITULO XL. ¿MAS PROBLEMAS? ¿EN SERIO?

CINCO AÑOS DESPUES...

LA VIDA DE NUESTROS QUERIDOS PROTAGONISTAS HA SIDO TRANQUILA Y LLENA DE PAZ DURANTE CASI LOS ULTIMOS DIEZ AÑOS. SUS HIJAS HAN CRECIDO CON NORMALIDAD, SON SANAS Y FELICES, Y ESO ES LO UNICO QUE REALMENTE IMPORTA. ME GUSTARIA DECIR QUE LAS COSAS SEGUIRAN ASI DURANTE MUCHOS AÑOS MAS, PERO SABEMOS QUE NO SERA ASI, ¿VERDAD?

***

—HOLA, MI AMOR—SALUDO UN MUY ANIMADO TAKAFUMI AL VER A SU ESPOSO ACERCANDOSE A ÉL DE UNA MANERA REALMENTE MUY APRESURADA.

—TAKAFUMI, TENEMOS QUE HABLAR—RESPONDIO EL CASTAÑO CON UNA VOZ SERIA. EL MENCIONADO SE PREOCUPO MUCHO.

—¿PASO ALGO MALO? —PREGUNTO MUY, MUY PREOCUPADO. SU ESPOSO NO LLEVABA BUENA CARA.

—YO... YA NO TE AMO—RESPONDIO AVERGONZADO. TAKAFUMI SE QUEDO ESTATICO AL ESCUCHAR AL CASTAÑO HABLAR DE ESA MANERA. NO, ESO TENIA QUE SER UNA MUY MALA BROMA. ZEN NO PODIA ESTAR HABLANDO EN SERIO. ELLOS SE AMABAN Y ERAN FELICES. ¿POR QUÉ DEMONIOS AHORA ZEN LE DECIA QUE YA NO LO AMABA?

—¿Q-QUÉ? —PREGUNTO DOLIDO. ¿QUÉ ESTABA PASANDO AHÍ?

—LO SIENTO. YO... ESTOY ENAMORADO DE ALGUIEN MAS—RESPONDIO CON LA MIRADA BAJA. SE SENTIA TERRIBLE AL HACER SUFRIR ASI AL PELI AZUL.

—¿DESDE CUÁNDO PASO ESTO? —PREGUNTO EL PELI AZUL.

—DESDE HACE CASI UN MES. LO SIENTO. QUERIA DECIRTELO, PERO NO SABIA CÓMO HACERLO. NO QUERIA LASTIMARTE.

—¿CÓMO SE LLAMA?

—SE LLAMA TAKUMI. LO SIENTO, PERO QUIERO QUE NOS DIVORCIEMOS—TAKAFUMI ESTABA HECHO UN MAR DE LAGRIMAS Y NO LE ERA POSIBLE REGULAR SU RESPIRACION.

—E-ESTÁ BIEN. ENTIENDO QUE YA NO ERAS FELIZ CONMIGO. TE DARE EL DIVORCIO Y ESPERO QUE PUEDAS SER FELIZ, Y HAGAS AL CHICO FELIZ. LO QUE MENOS DESEARIA SERIA QUE TÚ SEAS INFELIZ POR MI CULPA. EN SERIO TE DESEO QUE SEAS MUY FELIZ—DIJO TODAS ESAS PALABRAS CON UN NUDO EN LA GARGANTA. Y COMO NO, SI LE ESTÁS ENTREGANDO AL HOMBRE QUE AMAS A OTRA PERSONA.

—GRACIAS POR ENTENDER. ESPERO, DE TODO CORAZON QUE TÚ TAMBIEN PUEDAS ENCONTRAR A OTRA PERSONA CON LA QUE PUEDAS SER FELIZ—EXPRESO EL CASTAÑO.

—TAL VEZ. POR CIERTO, ¿SEGUIRAS VIENDO A TUS HIJAS?

—CLARO QUE SÍ. ELLAS SON Y SIEMPRE SERAN MIS HIJAS. SI ME ES POSIBLE, VENDRE A VERLAS TODOS LOS DIAS. BUENO, SUBIRE POR MIS COSAS Y DESPUES ME IRE—DICHO ESTO, EL CASTAÑO SUBIO LAS ESCALERAS Y FUE HASTA LA HABITACION DE AMBOS. TARDO POCO TIEMPO, HASTA QUE BAJO NUEVAMENTE CON UNA MALETA EN LA MANO.

—NOS VEMOS, CUIDATE MUCHO—SE ACERCO POR ULTIMA VEZ AL MENOR Y LE DIO UN BESO EN LA MEJILLA, DESPUES SIMPLEMENTE SALIO DE LA CASA.

—¡TAKAFUMI! ¡TAKAFUMI!...

ESCUCHO QUE LO LLAMABAN POR SU NOMBRE EN VARIAS OCASIONES. ¿QUÉ PODIA SER AQUEL SONIDO? AL PARECER ALGUIEN LO ESTABA LLAMANDO, PERO ¿QUIÉN?

DE PRONTO, SUS OJOS SE ABRIERON Y PUDO VER AL HOMBRE QUE ESTABA PARADO JUSTO FRENTE A ÉL. ¿ACASO ERA UN SUEÑO?

LO MIRO MEJOR, ERA UN CHICO CASTAÑO, LO MIRABA CON SERIEDAD. CIERTAMENTE, DESDE HACE VARIOS MESES, ZEN HABIA ESTADO COMPORTANDOSE DE MANERA EXTRAÑA CON ÉL. YA NO PASABAN TIEMPO JUNTOS, NI HABLABAN. TODO EL TIEMPO SE LA PASABA DISTRAIDO O EN SU CELULAR. TAKAFUMI SOSPECHABA DE UNA UNICA POSIBILIDAD, PERO ERA ALGO QUE NO QUERIA CREER.

—¿QUÉ PASA? ¿PARA QUÉ ME DESPERTASTE? —PREGUNTO ALGO SOMNOLIENTO.

—SOLAMENTE QUERIA AVISARTE QUE YA ME VOY A TRABAJAR—RESPONDIO, SIN DEJAR SU TONO SECO.

—ESTÁ BIEN, VETE CON CUIDADO—RESPONDIO SIN MOSTRAR DEMASIADO INTERES Y VOLVIO A ARROPARSE CON LAS COBIJAS.

—¿QUÉ PASA? ¿TE SIENTES MAL? —PREGUNTO EL CASTAÑO MOSTRANDO GRAN PREOCUPACION.

—¿POR QUÉ LA PREGUNTA?

—NO LO SE. TE VES ALGO ENFERMO. ¿ESTÁS BIEN?

—¿EN SERIO TE IMPORTA? —. ESTOY BIEN. ULTIMAMENTE ME HE SENTIDO MAS CANSADO DE LO HABITUAL, PERO NADA MAS—RESPONDIO CON LA MIRADA DESVIADA.

—¿ESTÁS SEGURO? —EL MENOR ASINTIO.

—YA DEBERIAS IRTE. SE TE HARA TARDE—RESPONDIO CON LA VOZ ALGO QUEBRADA.

—MI TRABAJO PUEDE ESPERAR. MEJOR PLATICAME ALGO INTERESANTE QUE HAYA PASADO EN ESTOS DIAS—DIJO ALGO ANIMADO Y SE SENTO EN LA CAMA.

—PUES... NO EN REALIDAD. BUENO, AYER NERIN ME CONTO QUE SU MAESTRA LE PUSO UN DIEZ EN SU TRABAJO SOBRE LA RECOLECCION DE PLANTAS MEDICINALES.

—¿EN SERIO? MI NIÑA ES MUY INTELIGENTE—EXPRESO EL CASTAÑO.

—¿Y TÚ TIENES ALGO QUE PLATICARME?

—PUES, HACE POCO LLEGO A LA EMPRESA UN NUEVO EMPLEADO. SE LLAMA TAKUMI...

ES ESE MOMENTO, TAKAFUMI DEJO DE ESCUCHAR LO QUE SU ESPOSO LE DECIA. SOLO SE CONCENTRO EN EL NOMBRE ANTES MENCIONADO. CUANDO POR FIN PUDO RECUPERAR LA COMPOSTURA, MIRO AL HOMBRE.

—¿EN SERIO? ¿HACE CUÁNTO LLEGO A LA EMPRESA? —PREGUNTO ASUSTADO Y NERVIOSO.

—HACE CASI UN MES. DEBO DECIRTE QUE ES ALGO CERCANO A MÍ. SOMOS AMIGOS—EN ESE MOMENTO, TAKAFUMI SINTIO QUE SE LE HABIA OLVIDADO EL CÓMO RESPIRAR. SINTIO UN GRAN DOLOR EN SU CORAZON Y SUS OJOS SE AGUADARON UN POCO. NO HABIA DUDA, KIRISHIMA ZEN ESTABA TENIENDO UNA AVENTURA. LE ESTABA SIENDO INFIEL.

—YA ME TENGO QUE IR. SE ME ESTÁ HACIENDO TARDE. NOS VEMOS DESPUES— SE DESPIDIO RAPIDAMENTE EL CASTAÑO Y SALIO DE LA HABITACION HECHO UN RAYO. TAKAFUMO SE QUEDO EN LA HABITACION, SIN SABER QUÉ HACER O QUÉ PENSAR. SUS SOSPECHAS ERAN CIERTAS.

—¿SERA QUE ZEN SE CANSO DE MÍ? 

***

TRANSCURRIO TODA LA MAÑANA Y EN NINGUN MOMENTO RECIBIO UNA LLAMADA O MENSAJE DEL CASTAÑO. AHORA TODO QUEDABA CLARO. ZEN YA NO LO AMABA, Y ESTABA SEGURO DE QUE VENDRIA EN CUALQUIER MOMENTO CON SU ABOGADO PARA PEDIRLE EL DIVORCIO.

—NO, NO PUEDO PERMITIR QUE ALGO ASI SUCEDA. ZEN ES MI ESPOSO. ¿CÓMO VOY A DEJAR QUE ALGUIEN MAS SE QUEDE CON ÉL? NO LO VOY A PERMITIR—HABLO CON DETERMINACION Y TOMO SU CELULAR PARA LLAMAR AL CASTAÑO. ESTUVO VARIOS MINUTOS CON EL APARATO PEGADO A LA OREJA, PERO EL MAYOR JAMAS RESPONDIO.

—NI MODO. TENDRE QUE HACERLO...

Amor, y un poco de dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora