Problemas

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-Y ¿Por qué el libro no habla sobre el hijo del Sol?

-De él no se sabe mucho para ser exactos nada, solo el día que nació, es muy probable que por obvias razone el mismo Sol no quiera que se sepa nada se su hijo

-¿Y entonces él vive en el sol? - sonaba extremadamente patético que eso fuera posible para un ser humano, comenzaba a creer que mis clases de física y teoría de la historia universal estaban equivocadas

-No lo sé Alice, mi conocimiento es muy limitado, se todo sobre ti, fui elegida después de morir para este trabajo

En el libro explicaba que algunas de las personas que Vivian en la tierra al morir continuaban su vida en la Luna o en el Sol, las demás iban a otro lugar en el espacio.

Todo comenzaba a tomar sentido y forma, ahora que sabía sobre todo lo que podía hacer debía ser más cuidadosa. No sería problema porque claro no tenía amigos y no debía preocuparme guardarles el secreto. Pero pensé en Cedric, seguía intrigándome que era lo que pasaba con él y debía averiguarlo sola porque mi Nana no podía enterarse de nada.

La segunda semana de clases comenzó peor que la primera, la diferencia era que ahora podía tomar mis clases sin los estúpidos pensamientos de los demás revoloteando en mi cabeza. Probé suerte intentando ver los pensamientos de Grace, y resulto cuando me vio llegar lo primero que pensó fue; Ahí está la estúpida de Alice con sus libros, Va a pagar por quitarme la atención de Cedric". No temía por lo que podría hacerme, yo ahora podía atacarla de una manera peor. Después de un rato Cedric llegó, intente probar con él pero me fue imposible captar algo, era extraño el hecho de no poder saber porque mis dones no funcionaban con él. Me saludo y besó mi mejilla, ese dolor extraño de nuevo recorrió mi cuerpo.

-¿Que tal tu fin de semana? -me preguntó

-Algo loco y cansado, nada nuevo y ¿El tuyo?

-Pues fui con mi papá a un pequeño lugar fuera de aquí, y te compre algo

Me puse nerviosa y no sabía porque, comenzó a buscar en su mochila y de su muñeca se cayó una pulsera que llevaba amarrada, era de cuero negro y se ajustaba con unos hilos.

-Dios siempre es lo mismo con esa estúpida pulsera

-Déjame ayudarte -la levante pero algo callo de ella, era una especie de medallón color rojo naranjado en forma de sol, me asuste un poco al verlo porque se parecía un poco a mi dije en forma de luna -Am ¿Esto donde va?-dije sosteniendo el medallón

-Oh dámelo -dijo alarmado -Va adentro de esta estúpida pulsera -Coloco el medallón en un pequeño espacio dentro de la pulsera donde encajaba a la perfección, le ayude a amarrarla de nuevo de modo que el medallón quedo entre su muñeca y la pulsera -Gracias

-Linda pulsera ¿Donde la conseguiste?

-No lo sé, la tengo desde siempre creo pero eso no importa, deja busco tu regalo

Continuo revolviendo sus cosas hasta que saco una pequeña caja blanca en forma de un baúl no podía imaginar que era lo que podría contener.

-Ten, el día que entre a tu recamara pude notar que en verdad te gusta el ballet, y mire esto y no dude en comprarlo para ti

-Pues gracias, no debiste molestarte

-No fue molestia, ande ábrelo

Le hice caso, me sorprendí, era una alhajero con música y una bailarina que daba vueltas, pero eso no fue lo que me sorprendió, la canción que tocaba era "Rayo de luna", era hermoso y perfecto. Todos en el salón se quedaron en silencio al oír la música así que cerré la caja para que todos volvieran en sí y funciono.

Rayo de luna ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora