Rayo de luna ©

Epílogo

Habían pasado meses desde que había visto la luz del sol. No podía hacerlo sin que me recordará a Cedric en todo los sentidos. Thomas me había pedido en varias ocasiones que saliera con él, pero al igual que las veces en las que se había ofrecido para hablar con Emma sobre todo me negué. Sentía que yo debía ser quien se lo dijera pero ¿Por dónde iniciar?. Hola soy la princesa de la Luna, los mestizos querían matarme y apoderarse de la Luna por eso te secuestraron, mataron a Mercedes a Grace y a...Cedric. Todo estaba mal para mi en ese momento. Varias veces habían venido los mestizos a verme, pero le pedí a Thomas que les dijera que no me sentía bien. No era una mentira, me sentía fatal, sin ganas, sin vida, sin Cedric.

Me estaba dando un baño cuando escuché la puerta de mi cuarto abrirse, me apresuré a vestirme. Con un poco de miedo sali para encontrarme con Leo de pie cerca de la venta.

-¿Que haces aquí?

Se giró y sonriente me entregó una caja de regalo junto con un pequeño cupcake con una velita.

-Ya tienes dieciocho años mi querida amiga

-No estoy para celebraciones

-Claro-dijo con desánimo-Alice ya han pasado muchos meses y...

-No empieces

Leo era la única persona que me había visitado y había dejado entrar. Emma no lo había hecho nunca pero si hablaba por teléfono con Thomaa para saber como estaba.

-Abre tu regaló ¿Si?

-¿Que es?

-Pensé mucho si debía dártelo o no, pero supongo que quien se lo llevó quería que tu tuvieras esto

-¿De que hablas?

-Abrelo y lo sabrás

Asi lo hice, con cuidado lo abrí, del interior saque una chamarra de cuero negro que de inmediato reconocí, habia sido de Cedric, la había tenido puesta el dia de su muerte.

Ese día, Thomas me llevó hasta la parte de afuera de la cabaña mientras Theo y Leo se hacían cargo. Pero a los pocos minutos ambos salieron sin nada mas que esa chaqueta alegando que el cuerpo de Cedric habia desaparecido. Todos pensamos que habia sido obra de Helios. Theo arreglo todo para que a Andrew se le dieran las cenizas de algo mas. Me había parecido la peor de las ideas pero admiti que era la única forma de que no sospechara.

-Gracias-acerque la chamarra a mi nariz-Aun huele a él

Algunas lágrimas calleron de mi rostro.

-Me alegra que te gustara, debo irme, pasare al cementerio a dejarle flores a Grace

-Leo...¿Puedo preguntar algo?

-Claro

-Ese día, del eclipse, tu le dijiste a Grace que la amabas

-Si eso hice

-¿Eso fue verdad?

El soltó una risa y luego se acercó a mi lentamente.

-Lo fue, llegue a amarla si, pero jamás de la forma que ella hubiera querido

Se retiró de mi y caminó hacia la puerta.

-Hay algo que jamas vas a poder entender, y es que yo jamás voy a amar a una persona como te amo a ti Alice Feliz cumpleaños, cuídate

Se fue cerrando la puerta de golpe.