En peligro

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-Hola Alice-me saludo Leo la mañana siguiente en la escuela- Te mande mensajes y no me respondiste

-Lo siento eh estado un poco ocupada ¿Pasa algo?

-No nada estaba preocupado por ti, ayer no te vi

-No salgo mucho del salón

Estábamos en el estacionamiento cuando vi llegar a Cedric, me sonrió desde la ventana del auto y yo no pude evitar hacer lo mismo. Leo seguía hablando pero yo no podía dejar de ver en dirección a Cedric, se bajo de su auto, vestía una camisa negra y unos levis con zapatos de vestir y su chaqueta de cuero negro. Rápidamente se acercó a mí y pude ver a Leo molestarse.

-¿No fuiste torturada ayer por Mercedes o sí?

-Un poco pero sobreviví

-Recuérdame no volver a dejarte tan tarde en casa, Cielo

Dijo esto último y pude notar que casi lo dijo para Leo en lugar que para mí, ambos estaban mirándose fijamente a los ojos, Leo era solo un poco más bajo que Cedric pero ambos tenían cuerpos perfectos y eran realmente guapos.

-Supongo que ya conoces a Cedric, ¿Leo?

-Claro ya tuve el gusto- dijo en un tono casi sarcástico- ¿Ustedes salen?

-¿Salir?- dijo Cedric rápidamente

-Cine, fiestas, antros ya sabes diversión

-Oh Leonard, ¿Por qué salir si la diversión está dentro, en una habitación?

- Cedric no empieces-replique

-Bien, Leonard tranquilo, no "salimos" nuestros estatus son de soltería. Pero no por mucho-me miró y me sonrió, no pude evitar sonreírle como tonta, se alejó y entro a la escuela, pude ver que se iba con unos amigos. Leo me miró casi con enojo, se fue sin decirme nada. Me molestaba su actitud hacia Cedric, el no tenia por que actuar de esa manera. Me apresuré para alcanzarlo antes de que entrara a su salón.

-Leo, ¿Qué pasa contigo?

-El no es buen Alice y tú no quieres entenderlo no puedo soportar que andes por ahí con el

-Deberás hacerlo porque no pienso alejarme de el

-Estas mal Alice, solo espero que no te arrepientas

Se fue sin dejarme decir nada más, me dolía que no me entendiera, estaba mal con él y con mi Nana por defender a Cedric, solo esperaba que las palabras de Leo no se hicieran verdad y no tuviese que arrepentirme. Por la tarde fui a comprar unas cosas para mi clase de ballet, necesitaba unas zapatillas nuevas. No había un aparcamiento cerca así que tuve que dejar el auto algunas calles atrás y caminar hasta la tienda. No tarde mucho en estarse camino de regreso a mi auto, comencé a sentirme extraña, sentí que alguien me seguía pero no me volteé a revisar. De pronto sentí como alguien me tomaba del brazo, y me cubría la boca con un trapo, puse resistencia e incluso intente usar uno de mis dones pero me fue imposible, me estaba debilitando y pronto caí desmayada.

Desperté en un cuarto obscuro, estaba acostada en una cama no muy cómoda que parecía hecha de piedra. No parecía tener ventanas por qué no entraba luz natural, la única iluminación que había era proporcionada por una pequeña lámpara que estaba en una cómoda alado de la cama. Después de un rato alguien entró, me sobresalte pero trate de guardar la calma. Parecía ser un hombre pero llevaba una máscara color negro y no podía reconocerlo.

- ¿Alice cierto?

- Dígame usted, soy ¿Alice?

- En realidad no, tu nombre es Artemis

Rayo de luna ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora