Rayo de luna ©

Helios

Me desperté y rápidamente pasaron por mi cabeza las imágenes de la noche anterior. Estaba recostada en el pecho de Cedric, el aún dormía y no quería despertarlo, con cuidado me aparte de su lado y me recosté a su lado mirando como dormía, se miraba tan tranquilo y sexy además,tenia cubierto el cuerpo de la cintura cintura hacia abajo con mi colcha mientras yo me cubría con una de mis sábanas me costó mucho admitir que lo que había pasado no era un sueño, quizá para esta hora nuestros padres que todo lo miraban ya lo sabían, eso me provocó vergüenza pero también una extremada irá por qué no parecía tener privacidad, pero pronto me olvide de eso, lo hecho estaba y yo no me arrepentía de nada ni por un minuto. Cedric no tardó en despertar, me miró sonriente y se me atrajo hacia él para poder besar mi frente.

-¿Sabes cuál es uno de mis sueños?-me preguntó

-Dime

-Despertar así a tu lado todos los días de mi vida

-Suena a gloria

-Es porque sería la gloria-me besó-¿Cómo dormiste?-me preguntó con un tono sarcástico y de doble sentido

-Dormí-dije en una risa

-No te hubiese dejado dormir de no ser que lo necesitabas

-Muy considerado de tu parte gracias

Me di la vuelta para buscar mi celular celular en la mesa de noche quedando de espaldas a él con sus brazos rodeando mi cintura, el reloj de mi celular marcaba las 11:35 de la mañana, tenía una llamada perdida de mi mamá de solo una hora antes lo cual sugería que había pasado la noche en la funeraria, tenia apenas dos horas o menos para prepararme e ir al entierro. Las preocupaciones y problemas volvieron a mí. No tenía ganas de ir a el entierro pero debía hacerlo.

-¿Todo bien, Cielo? - seguramente había notado mi repentino cambio de humor

-Si, debo alistarme para ir a acompañara a mi mamá

-Se que el entierro será solo con los conocidos más cercanos así que ¿Me necesitas ahí? entenderé si no quieres

-No Cedric por favor- me giré parapara verlo a los ojos-No puedo ir sola, no puedo estar ahí y pretender que no sé nada de lo que pasó, te necesito ahí conmigo

-Tranquila Alice ahí estaré contigo

-¿Entonces te parece bien si nos vemos ahí?

-¿No quieres que te lleve?

-No es necesario, además debo hacer algo antes de ir

-Voy a el estudio de ballet-mentí-Necesito recoger un vestuario

Pareció no notar que mentía pero no podía estar segura, a pesar de eso no insistió. Me besó y luego se puso de pie para vestirse, me di la vuelta, no quería mirarlo totalmente desnudo, no tenía idea de que expresión tendría mi rostro, había pasado la noche con él pero eso no ayudaba.

Cuando terminó fue hacia mí y me besó, yo aún estaba recostada en la cama mirando a la ventana se acercó a mi oído y dijo.

-La mejor noche de mi vida hasta ahora-no pude evitar sonrojarme, acarició mi mejilla y luego continuó-Te amo

-No puedo estar más de acuerdo-me levante un poco para besarlo-Te amo

Se fue y me apresuré a darme un baño, me arregle, tenía un aspecto diferente al día anterior, me miraba un poco más animada. No sabía a dónde iría pero necesitaba estar sola, no quise que Cedric lo supiera por eso le mentí, pensé que sería bueno volver a el teatro abandonado al que Cedric me había llevado, quería estar sola y en un lugar que no fuera mi casa. Parecía estar más sucio que la última vez que estuve ahí, fui directo al piano, comencé a desear que Cedric estuviera ahí para que me tocara mi canción, claro que no use mi don, no podía dejar que el viera que le mentí por mas piadosa que fuese la mentira. Estaba sumergida en mis pensamientos cuando un extraño ruido que provenía de la entrada del teatro, me puse a l defensiva por si tenía que atacar. Un hombre de no más de 40 años entró por la puerta, era muy bien parecido, vestía un traje negro con la camisa y la corbata del mismo color, tenía la piel blanca y ligeramente bronceada, su cábelo color café y sus ojos extrañamente familiares de un color azul obscuro. Me parecía haberlo visto antes, pero sin dejarme sacar ninguna conclusión el apuesto caballero me saludo.