¿Una boda?

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Me encontraba en el parque Galaxy, de nuevo con el arco en mano y lista para atacar. Cedric se puso frente a mí y lo mate. Desperté sobresaltada y llena de sudor en mi cama, estaba todo obscuro y en silencio hasta que.

-¿Un mal sueño?

-¿Que se supone que haces aquí?

-Art...Alice supe que ya te enteraste de lo de Thomas y

-No me importa Thomas ahora

-Quería contarte más acerca de él, para que entendieras un poco que-se quedó callada, entre la oscuridad la mire alzar las manos y con un elegante movimiento las dejo caer y al mismo tiempo las luces se encendieron. Me pregunté si podía yo hacer eso,  quizá lo intentaría después. Se sentó en el borde de la cama y yo me incorpore para poder quedar frente a ella.

-Thomas es mi esposo, gobernábamos juntos la Luna hasta que me enteré de que él estaba conspirando contra mí y ayudando a Helios para apoderarse de ella. Eso es lo que helios me dijo, en un inicio Thomas lo negó, pero después frente al cosmos asumió su responsabilidad y fue exiliado- Me miro como intentando leer mi mente, o quizá lo hacía- Cuando tu naciste mi primera opción fue enviarte con él pero supe que se había unido a la CIU y no considere prudente hacerlo. El cosmos no estaba de acuerdo con que la hija de Thomas no estuviera cerca de él y por eso lo obligó a salir de la CIU y acercarse a tu familia adoptiva

-Lo conozco desde que puedo recordar, el tenía una esposa

-Una humana que conoció y tuvo un hijo, ambos asesinados por unos mestizos inconformes

-Después de eso Tom pareció perdido en sí mismo

-Estaba sufriendo por su hijo muerto, y por tenerte tan cerca y no poderte tener como su hija

-Ustedes aún son esposos ¿Aun lo amas?

-¿Cómo podría amarlo después de lo que me hizo?

-No lo sé... ¿Aun lo amas?

Me miró con una sonrisa, se puso de pie y se alejó un poco de la cama.

-Deberías hablar con él, eso le daría mucho gusto, él siempre ha querido estar cerca de ti pero el Cosmos no quería ponerte en peligro

-¿Qué sabes de la madre de Cedric?

Su rostro pálido pareció transparente cuando le hice esa pregunta.

-Ella desapareció-respondió tajante

-Es decir que aún vive

-Alice debo irme

-¡No!-me miró confundida-Una cosa más, mis sueños, seguro sabes de ellos-su cara de confusión continua- Esos donde mato a Cedric yo...

-¿Quieres saber si eso va a pasar?, No sé si exactamente del modo en que lo ves, ¿Puedes evitarlo?, No no puedes

-Si el muere yo muero-dije más para mí misma que para ella. Volvió a acercarse a mí y se sentó a mi lado en la cama. Me sentía incómoda ahí a su lado. Me miro con sus ojos del mismo color que los míos y me tocó las mejillas con sus delgadas y delicadas manos, parecidas a las mías también.

-¿De verdad lo amas como para morir por él?

-Moriría por él las veces que fueran necesarias

-Y sé que él por ti-deslizo su manos por mi cabello y luego se levantó de la cama-Se cuidadosa Alice, quizá vuelva a verte antes del gran día, debo agregar que estoy muy orgullosa de tu avance sé que todo saldrá bien

Con el mismo movimiento de manos con el que había encendido las luces ahora las apago y se fue sin decir más. Cuando desperté por la mañana parecía como si toda la noche hubiera sido un sueño, uno que recordaba perfectamente. Ahora que no tenía que ir a la escuela me sentía con más libertad de quedarme la mañana entera recostada en mi cama pero eso me fue imposible. Gina toco a mi puerta desde muy temprano esa mañana.

Rayo de luna ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora