El colegio privado de Yunmeng era exageradamente grande, tenía unos tres pisos y las aulas estaban tan separadas una de la otra que no había posibilidad de escuchar los gritos del curso vecino. Eso sí, todos los días pasaría algún niño por las aulas pidiendo hojas, lápices o gomas; Wei Yig solíaser ese niño.
No porque a la familia Jiang le faltase dinero, todo lo contario, sino que el pobre—desesperado por salir del aula en cuanto tocara el timbre— se olvidaba de guardar sus pertenecias y bueno, luego del receso mágicamente le desaparecían sus útiles.
Y como odiaba tener que pedirles cosas al Tío Jiang, simplemente iba con lo que tenía hasta que Jiang Cheng le terminara por dar alguna lapicera suya a regañadientes, justificando que luego su madre le echaría la culpa por no supervisar que copiara en clase.
Fueron un par de minutos lo que tardó en llegar a su aula, al entrar se disculpó con la maestra que lo reto por llegar tarde y se colocó en su asiento—justo en la última fila.
Al parecer llego en el momento justo, recién uno de sus compañeros estaba por relatar su cuento.
Lo escuchó con atención, algo que resultaba llamativo teniendo en cuenta su persona, tan raro era que podía observar el rostro estupefacto de la señorita YangYang al ver que no se durmió en cuanto se sentó.
Le sonrió de forma poco disimulada, enviándole el claro mensaje de que si se lo quisiera, él si podría ser un alumno aplicado. O como mínimo uno que no se duerme en la clase.
No vaya a ser que luego le anden exigiendo de más.
Su compañero término de leer, no fue nada que no se haya escuchado antes, lo típico: una princesa encerrada en un alto castillo con un dragón custodiándola; su final aún más predecible, el valiente caballero mata al dragón y salva heroicamente a la chica.
Perdió la cuenta de todas las veces que su JieJie le leyó algo así.
Eso sí, cualquier cosa que su JieJie le contara sería interesante. Hasta los libros científicos serían de su agrado si eran contados por ella.
La siguiente en leer fue una niña, su cuento no fu muy diferente al anterior, solo le agrego una boda y el típico beso meloso después de que los novios respondieran que sí.
Wei Ying no podía entender que le veían de lindo las chicas en compartir saliva con otra persona. Además que pasaría si esa persona tenía olor feo por haber comido antes ajo...
¡Sería asqueroso!
De solo imaginarlo su cara se trasformó en una de asco. La señorita YangYang enarcó una ceja al ver como el niño más revoltoso de la clase actuaba de tal forma al escuchar la palabra beso. Negó con la cabeza, y pensar que algunos niños de su clase ya le declaran amor eterno a las niñas.
Los cuentos pasaron y todos seguían la misma línea: princesa es secuestrada por un malhechor, un hermoso príncipe de cabello rubio y ojos azul cielo se entera de lo que sucedió, por lo que se embarca en una difícil aventura y salva a la doncella.
Y el típico: "Vieron felices para siempre"
La faceta del pelinegro como un niño aplicado duro tanto como lo que aguanta Jiang Cheng sin malhumorarse o gritarle. Lo que no es mucho en realidad, pero es un buen progreso. Ruega para que la maestra no le pida mantenerse atento toda la clase.
¡Eso sería un acto cruel e inhumano!
No podía entender como su hermano podía ser tan responsable, si el apenas y si pudo hacer la tarea a tiempo una vez.
El tiempo pasó tan rápido—algo poco recurrente—, que todos sus compañeros ya habían terminado de leer, al estar en el banco del fondo su turno era el último. Se paró de su asiento y recogió la hoja en donde se encontraba la mejor obra maestra de toda su vida. Carraspeó para agregarla dramatismo al ambiente y comenzó a leer.
ESTÁS LEYENDO
JieJie ¿Qué opinarías si a mi me gustara un chico?
FanfictionLas lágrimas no paraban de caer por si solas. Una, dos, tres. Eran tantas que sus pequeños ojos se encontraban nublosos y no podía ver bien. ¿Por qué los niños eran así? ¿Estaba mal ser curioso? ¿Qué había de malo en tener una imaginación diferente...