Capitulo 23

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—San Lang, te extraño —murmuró Xie Lian al teléfono, con los ojos vidriosos.

—Yo también te extraño mucho, gege. Prometo que solo estaremos un tiempo más separados.

—Lo sé, pero aun así es todo muy solitario. Me divierto pasando tiempo con WangJi y sus amigos, pero no siento que este sea mi hogar. Extraño las calles de San Francisco, poder salir de compras con Shi QingXuan y estar a tu lado —explicó. Sabía que era cuestión de adaptarse, que Lan WangJi había pasado por lo mismo y había sobrevivido, pero eso no aliviaba el dolor que sentía.

—Prometo que haré todo lo que pueda para que nos podamos volver a ver gege. ¿Por qué no intentas salir un poco más con WangJi? ¿O encontrar un nuevo hobby? Recuerdo que te había llamado la atención el tejido —le recordó, su voz gruesa resonando a través del pequeño parlante. Por la pantalla se lo veía aun en el vestuario de su lugar de rodaje, con un vestuario repleto de cuero.

Xie Lian se sonrojó al pensar cómo se sentiría al rozar su piel con aquellos guantes negro. Su novio era hermoso y las cámaras sabían cómo aprovecharlo.

—Gege, ¿has visto algo que le guste? —bromeó Hua Cheng, sus labios curvados en una sonrisa divertida.

—Solo a mi muy guapo novio quien seguramente debería estar preparándose para el siguiente rodaje y no sentado en el vestuario gastando su tiempo conmigo.

—Te alegrará escuchar, gege, que la razón de nuestro retraso no es culpa mía, sino del equipo de producción. Aunque normalmente aborrezco la inaptitud, creo que deberíamos agradecerles por darnos la oportunidad de hablar un rato más.

Xie Lian contuvo un bufido ante el tono creído de su pareja. Sin quererlo, su sonrisa empezó a apagarse. Antes, habría podido ir y acompañar en su tiempo libre a San Lang en sus sesiones. Ahora, debía contentarse con una simple video llamada.

—Gege, por favor, no llores. Recuerda que en poco tiempo podremos volver a vernos.

Xie Lian se mordió el labio, sin poder contener las pequeñas lagrimas que comenzaron a resbalar por su mejilla.

Al otro lado de la pantalla podía ver que su novio intentaba ocultar lo que estaba sintiendo.

—San Lang, de enserio quiero volver a verte. No se cuanto pueda aguantar sin poder hacerlo.

—Gege, no digas eso. Eres fuerte, siempre los has sido. El dolor que sientes ahora es momentáneo, pronto nos volveremos a reencontrar. Piensa en lo que te gustaría hacer cuando vaya, estoy seguro de que debe haber muchas cosas que me quieras mostrar —inquirió, intentando llevar la conversación a un lado más positivo —. ¿Qué te parecería tener una cita?

—San Lang, no podemos tener una cita, estamos separados por un océano entero —le recordó, frustrado.

—No podemos salir juntos, pero si hacer una video llamada y comer algo. Arreglamos un día y ambos decoramos nuestro comedor de forma romántica. Estoy seguro que puedo hacer que un restaurant te envié la cena.

Xie Lian lo pensó por un momento, haciendo pequeños espirales sobre la almohada que estaba abrazando. Nunca habían hecho algo así. Jamás reemplazaría el poder estar juntos y tomarse de las manos por arriba de la mesa, pero frente a esas circunstancias, no parecía una mala idea.

—Si tú pagas mi comida, yo pagaré la tuya —afirmó.

—Soy perfectamente capaz de pagar la de ambos.

—Lo sé, San Lang. Pero yo también tengo derecho a mimar a mi novio de vez en cuando, ¿no crees?

Hua Cheng suspiró.

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⏰ Última actualización: Feb 03, 2022 ⏰

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