Capitulo 12

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  A Jin ZiXuan no le gustaba Jiang YanLi, era demasiado simple y sencilla para su gusto. Lo único que parecía gustarle era cocinar y estar con sus hermanos. No podía encontrar una sola cosa que tuvieran en común. Tampoco es que eso fuera malo, no había una razón por la que tuvieran que ser parecidos, podrían vivir felizmente cada uno por su lado siendo completos desconocidos y saludándose en las reuniones empresariales de sus familias.

O sería así, si su madre y Yu ZiYuan no hubieran decidido su destino cuando aún ni siquiera había nacido. Los libros mentían, los matrimonios arreglados eran un asco, una cadena alrededor de su cuello que le recordaba a cada minuto de su día que jamás sería dueño de su vida.

Y fue a la corta edad de los diez años, que lo entendió y decidió que jamás caería ante los deseos de sus padres. ¿Querían que se casara con la hija mayor de la familia Jiang? Perfecto, haría todo lo posible para que su matrimonio fracasara.

El mayor problema fue que YanLi jamás se opuso, nunca levantó la voz y habló por sí misma. Parecía haber nacido con el deseo de complacer a sus padres y eso le desagradaba. Quería casarse con una chica que luchara por lo que quería, que no se callara y mirara para otro lado.

Se había rendido ante la idea de poder estar con una chica que le gustara, lo había aceptado. Pero que sus compañeros le recordaran siempre la libertad que ellos tenían y que a él siempre le faltaría, lo odiaba.

Fue por eso que no pudo contenerse de responder sus comentarios pasajeros.

—Mi prometida es demasiado simple y sencilla, no destaca en hermosura ni en inteligencia. Jiang YanLi es, en definitiva, una mujer más del montón.

Lo siguiente que supo, fue que un puño estaba siendo estrellado contra su mejilla.

—¡No te atrevas a denigrar de esa forma a mi JieJie! —le gritó Wei WuXian, tardó unos segundos en devolverle el golpe. Siempre se habían llevado mal, el chico parecía haberse nombrado el defensor de su hermana mayor, por lo que siempre le contestaría enojado cuando opinaba mal de ella.

Le diría una y otra vez que no le llegaba ni a los talones a Jiang YanLi y que lamentaba que tuviera que casarse con un idiota engreído como él.

Yo nunca lo pedí, no pedí que al nacer se eligiera mi destino. Nunca pediría casarme con alguien a quien no amo. No querría vivir el mismo destino que mis padres.

Los hermanos Jiang siempre lo juzgaron por ser engreído, ¿pero qué otra cosa tenía además de un dinero que ni siquiera era verdaderamente suyo? Un padre que no podía mantener sus pantalones bien abrochados. La relación incómoda con un medio hermano mayor, quien casualmente cumplía el mismo día que él. Y su madre, una mujer fuerte pero que no parecía darse cuenta que estaba cometiendo los mismos errores que sus padres cometieron con ella, destinando a su hijo a un matrimonio igual de infeliz.

Lo único que podía hacer era vivir sumido en una falsa felicidad, rodeado de ropa cara y de personas que se mantenían a su lado por los privilegios económicos que eso podría traerles.

Fue por ello que no pudo evitar sonreír al enterarse de que su compromiso estaba cancelado. Pudo escuchar los grilletes soltándose y cayéndose al piso.

Había sido liberado de una de las tantas restricciones que tenía. Jamás se sintió tan agradecido de que le dieran un puñetazo.

***

Lan Zhan no podía comprender lo que estaba sucediendo a su alrededor. No podía recordar cómo es que logró mover sus pies hacia el auto de su tío. Desde que vio parado al mayor a unos cuantos metros suyos en la biblioteca, todo era borroso. Había pasado de vivir el mejor momento de su vida a dudar de cómo seguiría viviendo.

JieJie ¿Qué opinarías si a mi me gustara un chico?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora