Extra 1

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Advertencia: Como wattpad no tiene los tags de ao3, aclaro que Yanli y Wen Qing no tendrán un relaciona romántica. Lo digo para que no se decepcionen si las shippeaban y no se cumplía.

***

Yanli no puede recordar que día exacto era, cuando se dio cuenta que la sociedad siempre intentaría hacer su vida más difícil.

Tal vez fue a los diez años, cuando el maestro decidió elegir como mejor estudiante al chico popular del curso, que solo se dedicaba a burlarse y aprovecharse de los demás. Mientras que a ella—que tenía el mejor promedio del salón—, no se le entregó un solo reconocimiento.

O a los trece, cuando su madre le dijo que debía agarrar las toallitas de manera cautelosa, sin que ningún chico lo notara. En ese momento no dijo nada, pero se preguntó por qué debía ocultarlo, si según la mayor era un simple proceso natural.

Si tuviese que elegir un solo momento seria a los catorce años, cuando de camino a su hogar luego del colegio, tuvo que pasar por una obra.

Y como resultado recibió un chiflido.

Puede recordar que se estaba acomodando levemente el pantalón del colegio—siempre los hacían demasiado grandes y se le solían caer un poco— pero de un momento a otro escuchó un silbido. Desconcertada había dirigido su mirada hacia la vereda de enfrente, donde un grupo de obreros se encontraba haciéndole señas obscenas.

La fuerza con la que había estado apretando las tiras de su mochila se hizo mayor y sus pasos más apresurados. Sin embargo antes de que lograra llegar a la esquina alguien le grito: —Si fueras tu nena, te daría toda la noche.

En ese momento, solo deseó poder llegar a su hogar lo más pronto posible y resguardarse entre las cuatro paredes de su habitación.

Recuerda haber corrido las siguientes cinco cuadras para llegar a su casa. Estaba tan nerviosa que sus manos temblaban y se equivocó tres veces de llave—maldijo que la puerta tuviese tantas cerraduras.

Al entrar, todo se encontraba en silencio, solo podía escuchar el tic tac del reloj que decoraba la pared del comedor y el bombear de su corazón. Por primera vez se sintió aliviada de que sus padres no llegaran de trabajar hasta la noche y de que sus hermanos terminaran más tarde el colegio.

Todos se preocuparían por ver la así de nerviosa y a pesar de que sabía que lo harían con buena intención, no estaba preparada para un interrogatorio. No en ese momento por lo menos.

Además, no quería causar molestias.

Subió las escaleras hasta llegar a su cuarto, colgó su mochila y se sentó en la cama. Aun podía sentir la rapidez de sus latidos, por lo que dirigió su vista hacia la ventana, en un intento de tranquilizarse. Pero contrario a sus expectativas, su mente comenzó a repetir todo lo que había hecho durante el día:

Desayunó un café con leche y tostadas, llevo a sus hermanos al colegio y luego se fue al suyo, intentó entender el nuevo tema de las clases de matemáticas—intentó, porque no le salió—, almorzó un sándwich de jamón y queso, volvió a clases y después...

Se dirigió a su casa. Siempre tomaba el camino más corto—ese en el que solo debe hacer siete cuadras—, no había razón para tomar el más largo que rodeaba un total de casi veinte. Además podía comprar alguna gaseosa en un almacén que se encontraba de paso.

Tal vez debería empezar a tomar el camino largo...

Recuerda haber visto a lo lejos que se estaba llevando a cabo una nueva obra, apostó a que sería un nuevo edificio, de esos que tienen más de diez pisos.

JieJie ¿Qué opinarías si a mi me gustara un chico?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora