Adrien
*momentos antes*
-¡Debo volver! ¡Debo volver por ella! ¡Va a matarse si la enfrenta ella sola!-Grité mientras golpeaba el vidrio del vagón.
-¡Adrien, basta! No vas a conseguir hacer nada de esa manera. Tenemos que pensar claramente-Me dijo mi padre mientras me separaba de la ventana. Yo gruñí y me senté en el primer asiento vacío que me encontré.
Mis amigos, mis padres, los padres de Marinette y yo estábamos en una esquina del vagón de tren tratando de alejarnos de los invitados para que no escucharan toda la conversación. Yo estaba enfurecido. Sentía como si Marinette me hubiera traicionado, aunque sabía que no era así, y me aterraba la idea de que algo malo pudiera pasarle.
-Estamos a menos de cinco minutos de hacer una parada en la siguiente estación. En ese instante vamos a bajar e iremos a ayudarla, ¿de acuerdo?-Dijo Alya tratando de tranquilizarme. Asentí lentamente.
Finalmente, en cuanto el tren se estacionó en la siguiente parada, mis padres, los padres de Marinette, mis amigos y yo nos bajamos a toda velocidad. Estábamos alrededor de unas dos horas caminando de París. Nunca íbamos a llegar a tiempo.
-¡Adrien!-Me llamó mi padre. Me extendió su Miraculous y me hizo cerrar los dedos en torno a él-Transfórmate. Irás más rápido y será menos peligroso para ti.
-¿Y ustedes?-Pregunté.
-¡Por aquí!-Gritó Alya. Ambos la miramos, y la encontramos subiendo a un autobús vacío. Tras agacharse debajo del tablero, consiguió hacer que prendiera.
-Parece que iremos detrás de ti-Me dijo mi padre. Yo me transformé y sin decir una palabra más abandoné la estación.
Corrí a toda la velocidad que me fue posible después de que abandoné el tren. Esperaba llegar a tiempo para ayudar a Marinette. Sentía que mi corazón iba a detenerse en cualquier momento. Cuando llegué, hubo un resplandor demasiado fuerte, tan fuerte que tuve que cerrar los ojos. Cuando los volví a abrir, todo lo que había sido destruido por los akumas estaba construido de nuevo. La gente comenzaba a destransformarse una a una, y todo el mundo miraba a su alrededor confundidos. Pero no había rastro de Marinette o Nathalie.
"Por favor, Marinette, espero que no hayas hecho nada estúpido" recé mientras me lanzaba a correr hacia la torre, pero dentro de mí sabía que ella no estaba bien, que algo muy malo le había sucedido.
Subí a la torre, y encontré a Nathalie y Marinette, las dos tendidas en el suelo. Nathalie usaba el atuendo de siempre, aunque se veía demasiado pálida. Marinette estaba usando una especie de mezcla de todos nuestros disfraces juntos. Con sumo cuidado y sintiendo más miedo del que jamás he sentido, tomé sus pulsos. No sentí nada, en ninguna de las dos.
-¿Marinette?-La llamé con pánico mientras la tomaba en brazos y tiraba suavemente de ella para colocarla en mi regazo. Lo más cercano a una respuesta que obtuve fue que su traje desapareció. Una vez más, Marinette estaba delante de mi usando su vestido de novia, luciendo tan hermosa y perfecta como antes, pero seguía sin responder o abrir los ojos.
-¡Marinette! ¡No!-Gritó de pronto Tikki apareciendo a mi lado.
-No está respondiendo, ¿por qué no está respondiendo?-Le pregunté comenzado a apanicarme.
-Usó dos Miraculous rotos al mismo tiempo, y de una manera muy grande. Adrien, creo que se ha ido-Dijo Tikki llorando.
-¿Dos...?
Entonces me fijé en los aretes de Marinette. Uno de ellos estaba quebrado. Sentí que mi corazón se detenía en ese instante. Lo mismo le había pasado a mi madre y todos sabíamos cómo había terminado todo.
-Ay no...Marinette...-Murmuré yo mientras la abrazaba con fuerza.
De pronto pude ver el autobús estacionarse a unos metros de la torre. Distinguí sus siluetas bajando del vehículo y corriendo hacia dónde estábamos nosotros, tomando el ascensor para llegar hasta nosotros. Cuando las puertas se abrieron, sólo escuché gritos ahogados y exclamaciones de terror.
-¡Marinette!-Exclamó Chloe.
-¡Nathalie!-Exclamaron mis padres.
-¡Mi bebé! ¡No!-Exclamó Tom ahogando un grito.
Fijé mi atención en Marinette, tratando de hacerla despertar de nuevo, pero era imposible. Todo era en vano.
-Adrien...-Comenzó mi padre acercándose.
-¡No la toquen! ¡Yo sé que está bien! Tiene que estar bien, tiene que...sólo...sólo...¡despierta, maldita sea!-Grité.c Yo ya sabía lo que había sucedido, pero no podía creerlo. No podía perder al amor de mi vida. Esta no podía ser nuestra última aventura.
-No me has abandonado, Marinette. No aún. Estoy seguro de que sigues ahí, y que puedes volver. Por favor, mi lady, no quiero ni puedo vivir sin ti. Somos un equipo, ¿recuerdas? Siempre lo hemos sido-Susurré mientras la abrazaba no más fuerte. No obtuve respuesta.
-No, no, ¡no! ¡No puedo perderte así! ¡No!-Exclamé furioso mientras la abrazaba más fuerte. Y finalmente comencé a llorar.
Tikki, Duusu, Pollen, Trix, Nooroo y Plagg salieron de los amuletos y examinaron la escena. Tikki corrió a la mano de Marinette y la abrazó mientras lloraba.
-¡No otra vez! Perdí a Ladybug otra vez-Exclamó ella mientras lloraba. Plagg le puso una mano en el hombro y ella lo abrazó.
Traté de despertarla una y otra vez, pero todo fue en vano. Marinette no me respondió.
Normal
Adrien era incapaz de aceptar la realidad que todo mundo sabía: Marinette se había ido.
Gabriel Agreste miraba la escena que tan familiar le parecía. Se sentía más culpable que nadie. Todo este asunto había sido su culpa, y ahora tenía que ver a su único hijo sufrir el mismo dolor que él había sufrido tantos años antes. Su falta de racionalidad y desesperación habían eventualmente llevado a la muerte de una chica inocente que había puesto todo en juego para poder reparar los errores que él mismo había cometido. Emilie tomó su mano en silencio y apoyó su rostro en su pecho para consolarlo.
-¿Marinette? ¿Recuerdas cuando me besaste la primera vez? Fue en el día de los héroes, en el día de campo en el parque. ¿O el día en que Chameleon apareció, cuando estábamos en la escuela? Ese día, cuando me iba a sentar junto a ti, te veías tan hermosa...no entiendo como fui tan estúpido como para no haberte invitado a salir antes. Y cuando te invité a salir por primera vez, la manera en que sonreíste...Marinette, siempre te he amado a ti, sólo a ti. Desde el inicio, desde la primera batalla, he estado enamorado de ti. No puedes dejarme, mi lady, te necesito. Por favor, despierta...-Suplicó el muchacho mientras abrazaba el cuerpo de su esposa.
Y de pronto, Adrien sintió un apretón de manos.
-Eso fue adorable-Dijo de pronto Marinette mientras abría los ojos lentamente.
-¡Marinette!-Exclamó Adrien mientras la abrazaba mucho más fuerte, escondiendo la cara en su cabello. Todo el mundo suspiró con alivio.
-¿Qué sucedió?-Preguntó Marinette mirando la ciudad. Suspiró aliviada cuando se dio cuenta de que todo había vuelto a la normalidad.
-Nos salvaste a todos-Respondió Nino arrodillándose junto a ellos dos.
Marionette se quitó todos los Miraculous y se los entregó uno a uno a sus amigos. Los kwamis abrazaron a sus respectivos dueños, y después, todos abrazaron a Marinette.
-Bueno, supongo que podemos reunir a los invitados de nuevo. Nuestra boda no ha terminado ¿o sí?-Preguntó Marinette. Todos asintieron y se abrazaron una vez más.
Finalmente todo estaba en orden. Finalmente habría paz.
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Miraculous Ladybug: Una última aventura
FanfictionSiete años después de haber recibido su Miraculous, Ladybug y Chat Noir aún desconocen la identidad secreta del otro. Al mismo tiempo y con tres años de relación, Marinette y Adrien tratan de entender por qué el otro sigue desapareciendo constanteme...