Marinette
Cuando llegué a casa las luces seguían encendidas a pesar de que era muy tarde. Comencé a temblar en cuanto aterricé en el techo de la casa de al lado, pero me dije a mí misma que tenía que ser fuerte y valiente. No iba a echarme para atrás.
La ventana estaba abierta de par en par y los muebles estaban movidos como para dejarme entrar con mayor facilidad. Tomé eso como una señal de que las cosas podían salir bien.
Mis padres me esperaban sentados en la mesa de la cocina sosteniendo tazas de café y con los ojos llorosos. Yo me destransformé antes de acercarme a ellos.
-Te hicimos un sándwich. No sabíamos si ibas a regresar con hambre-Dijo mi mamá sin verme y empujando un plato hacia mí.
-Yo...gracias-Dije, sin saber exactamente qué decir.
-Movimos los muebles para que no tuvieras problema en aterrizar-Dijo mi papá también sin mirarme, con la mirada perdida en su taza de café.
-Gracias-Repetí con el mismo tono.
-Entiendes que esto es algo muy, muy difícil de digerir, ¿o no, Marinette?-Preguntó mi madre finalmente mirándome. Asentí en silencio.
-Y al mismo tiempo nosotros entendemos que tienes un..."trabajo" que hacer en París y el resto del mundo. Creo que podemos balancear esas cosas de alguna manera-Dijo mi papá, aunque él aún no me miraba.
-¿De verdad no puedes dejar de ser Ladybug? ¿No puedes darle el Miraculous a alguien más? Puedes dárselo a Chloe, o quizá a Alya...
-No puedo dejar de ser Ladybug. No puedo. Es parte de mí, es lo que estoy destinada a ser. Los amo, pero no puedo permitir que me quiten esto. Espero que acepten esta parte de mí, porque no pienso ni quiero ni puedo dejarla ir-Dije yo apretando los puños, temerosa de su respuesta.
Mi madre miró a mi padre a los ojos y bajó la mirada con tristeza.
-Marinette, por casi seis años tu padre y yo rezamos por poder tener un hijo, y entonces llegaste tú. Iluminaste nuestra vida desde el primer momento en que supimos de ti, y te amamos más que a nada. Perderte en una de esas peleas sería lo más doloroso para mí y para tu padre-Dijo mi madre tomando mi mano.
-Lo sé mamá, pero es un riesgo que tengo que tomar. Se trata de mi seguridad o de la de todo el mundo-Dije yo.
-Tú eres todo nuestro mundo, Marinette. Es difícil vivir sabiendo que nuestra única hija está peleando allá afuera, saber que en cualquier momento algo puede ir mal y perderte para siempre. ¿Sabes cuánta gente hay ahí afuera que quiere lastimarte, Marie? Entiendo que casi todo París te agradece y está en deuda contigo, pero, ¿qué hay de los criminales de oficio que has apresado? Ladrones, terroristas, Hawk Moth...
-Mamá, puedo manejarlo. Nadie sabe de mi identidad salvo ustedes y alguien que ya no vive. Todo estará bien, todo está bajo control. Sólo quiero -Dije mientras les tomaba las manos de vuelta.
-Tendremos que pensarlo mucho, hija. No es nada fácil, ¿sabes? Saber que un día simplemente puedes no volver...-Dijo mi papá.
-Va a tomar tiempo, Marinette. Va a tomar mucho tiempo, pero queremos que sepas que te amamos más que nada, y que si esto es lo que quieres hacer, entonces no vamos a detenerte, sin importar las consecuencias-Me dijo mi madre
Ambos se pusieron de pie y se fueron a su habitación. Yo hice lo mismo. Tikki salió de mi bolso y se posó junto a mí en mi cama.
-Es no acabó tan mal como creí que lo haría-Dijo ella.
-Jamás hubiera querido que ellos supieran. Lo lamento mucho, Tikki-Dije mientras le extendía la mano. Ella tomó mi dedo y apoyó su mejilla contra él.
-Está bien. Tranquila. Pudo haber ido mucho peor-Dijo ella. Bueno, en eso tenía razón.
Ahora sólo esperaba que el padre de Chat Noir fuera tan comprensivo como mis padres.
Adrien
Volví a entrar a mi casa mediante la puerta principal como para hacerle ver a mi padre que había escapado sin problemas (y que lo haría de nuevo en caso de ser necesario). Nathalie me esperaba en la puerta y tras decirme lo preocupados que todos estaban, me dijo que mi padre me estaba esperando en mi oficina.
Una vez más estaba parado enfrente del retrato de mi madre, la diferencia es que esta vez sí me volteó a ver en cuanto entré. Me indicó que me sentara en uno de los sillones.
-Escucha, creo que quizá me apresuré demasiado al llamar al director de la escuela. Creo que tienes razón. Estoy siendo demasiado controlador con respecto a lo que sucede en tu vida-Dijo mi padre.
Bueno, ya era hora.
-¿Entonces no vas a enviarme todavía?
-No. Estaba algo molesto y nervioso por lo que había visto en la televisión, así que actúe por impulso. Adrien, lo último que quiero es perderte como ya perdí a tu madre, y quizá lo he estado haciendo metódicamente todos estos años. No voy a enviarte a Estados Unidos aún, sino hasta cuando acordamos inicialmente. Y te ofrezco una disculpa por lo que dije de Marinette. Yo tenía alrededor de tu edad cuando conocí a tu madre y debería saber mejor que nadie que cosas buenas pueden salir de esas relaciones-Me dijo mi padre. Siendo honesto sus repentinos cambios de humor eran reconfortantes, aunque la idea de que iba a cambiar de nuevo en un par de días era algo decepcionante.
-De acuerdo. Está bien. Gracias. Me iré a dormir ahora-Dije mientras salía de la oficina.
-¿Eso es todo?-Preguntó mi papá casi confundido.
-¿Qué más quieres que diga?-Pregunté. Mi papá parecía no tener idea de qué decir-No voy a felicitarte y decirte que eres el mejor papá del mundo por no ser cruel. Además da lo mismo. Tal vez te hayas dado cuenta de tu error esta vez, ¿pero cuanto tiempo más falta para que vuelvas a encerrarme o querer mandarme lejos? ¿Un día? ¿Una hora? Ya veremos. Me iré a dormir. Buenas noches.
Una vez en mi habitación cerré la puerta y pegué un brinco de gusto. ¡Hacía tanto tiempo que quería decirle algo así! Probablemente iba a desheredarme, pero daba igual. Tenía que decirlo tarde o temprano.
-¿Vas a decirle de esto a Marinette? Debe estar preocupada por ti-Dijo Plagg mientras salía de mi bolsillo.
-No, no. No quiero tocar más el tema, ni siquiera con ella. ¿Cuál es el punto? Voy a quedarme de todos modos-Dije mientras me acostaba en mi cama. Con suerte la calma se mantendría por otro rato.

ESTÁS LEYENDO
Miraculous Ladybug: Una última aventura
FanficSiete años después de haber recibido su Miraculous, Ladybug y Chat Noir aún desconocen la identidad secreta del otro. Al mismo tiempo y con tres años de relación, Marinette y Adrien tratan de entender por qué el otro sigue desapareciendo constanteme...