Capítulo 37: Para matar al héroe

50 1 0
                                    

El pueblo Izale cambió tanto que pensé que había convocado el portal al lugar equivocado. El pueblo estaba en ruinas. Era como si un fuerte desastre natural hubiera arrasado este lugar.

[¡Que pasó aquí...!]

Mash estaba completamente sorprendido y Elle se quedó sin palabras cuando se llevó las manos a la boca.

...¿¡No me digas que esto fue obra del Ejército del Rey Demonio!? ¿Pero por qué atacarían un pueblo pequeño?

Seiya apuntó su dedo hacia el horizonte. Cuando miré de cerca la dirección señalada, pude ver una línea de humo que se extendía hacia el cielo.

[Hay alguien cerca. Pero puede ser una trampa. Tengamos cuidado.]

Tal y como dijo Seiya, existía la posibilidad de que aquellos que destruyeron este pueblo todavía esten acechando por ahí. Continuamos en silencio hacia la dirección del humo.

Cuando nos acercamos, el humo se extinguió lentamente. Si no recuerdo mal, esta área se parecía al lugar del taller de herramientas enanas, donde venimos a comprar las antorchas antes.

[¡Hey...! ¡Mira eso...!]

Elle hizo una voz temblorosa. En lugar de las casas quemadas, nuestra mirada se dirigierón hacia el monstruo que estaba de pie junto a las ruinas.

Ese era un enorme monstruo tortuga. El caparazón era como un techo. Debajo de él, el monstruo parecía tener una piel de color terrenal. La tortuga me recordó a la Madre Dragón cuando se transformó, y estaba a punto de atacar al dueño de la tienda enana con sus afilados colmillos.

[Esto ... ¡Esto es malo! ¡Ese viejo enano va a ser asesinado!]

[¡Tenemos que salvarlo!]

Mash y yo saltamos instintivamente. Nos interpusimos entre el dueño del enano y la tortuga gigante.

[Señor, ¿estás bien?]

Cuando Mash miró hacia atrás, el dueño enano sonrió de una manera extraña.

[Sí, estoy bien. No te preocupes. Este monstruo no me atacará. Porque fui yo quien lo llamó aquí.]

[¿Ah?]

[Adamantaim. Convoco a este monstruo de un mundo diferente.]

Antes de darme cuenta, Seiya sacó la espada de platino de su vaina. La punta de la espada no estaba dirigida al monstruo tortuga cercano, sino al propio enano.

[...¿Quién eres tú?]

El enano estaba sonriendo extrañamente cuando nos dijo su nombre.

[Soy uno de los Cuatro Reyes Generales del Ejército del Rey Demonio... Me presento como Kill Capul.]

[¡Cuatro... Cuatro Reyes Generales...!]

Murmuré...

[¡Oh, Dios...!]

Elle dio un paso hacía atrás. Kill Capul acarició la garganta de Adamantaim.

[Señor Héroe. Desde que dejaste este pueblo, te he estado siguiendo a miles de kilómetros de distancia a través de una bola de cristal. Mi, mi. Posees un tremendo poder demasiado increíble para un simple ser humano. También eres inteligente y meticuloso. Sin embargo, para nosotros, no eres más que una pequeña amenaza.]

[¿Y esa es la razón por la que convocaste a ese monstruo tortuga? ¿Solo para derrotar a Seiya?]

[No, no. Tuve un propósito diferente. Por eso llamé a esta criatura, Adamantaim.]

Kono Yuusha ga Ore TUEEE Kuse ni Shinchou SugiruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora