Besaré Cada Una De Tus Lágrimas

Epílogo.

En toda mi vida siempre he estado acostumbrado a tener todo lo que quiero. Crecí en una familia bastante tradicional con padres bastante exigentes, complacientes pero a pesar de todo amorosos, crecí arropado por un amor fuerte y estable. Con el tiempo creí fervientemente que el amor debería ser experimentado por todos, más sin embargo tristemente no era así. Me dí cuenta de que las personas eran crueles y muchas disfrutaban del dolor ajeno, que buscaban cualquier excusa o defecto en ti que les diera la justificación perfecta para atacarte y volverte una micropartícula; así que por ello construí un escudo, me permitía ser sociable hasta donde mis modales llegaran, ser caballeroso hasta donde mis valores llegaran y estar con alguien hasta que está decía la palabra de alarma "Te amo".

Ese escudo me hizo irresistible ya que la mayoría de las personas quieren aquello que saben no pueden tener, en mi caso algunas mujeres que podían llegar a mí sabían que podrían tal vez pasar una noche conmigo, más no tendrían algo más allá y aún así venían como polillas atraídas por la luz para luego con el tiempo actuar con enojó y furia al no ser correspondidas culpándome de sus corazones rotos. Suena cruel pero si lo vemos desde otro punto de vista nos damos cuenta de que al ser humano le gusta el drama, y no puede ignorar probar algo que saben que al final les hará daño solo por sentir la adrenalina lo cual también es un indicio de que nos gustan las emociones fuertes.

Yo nunca había experimentado nada de eso y casi se podría decir que era una especie que los muggles llaman "Ateos" sólo que en mi caso no era una religión, sino un complicado sentimiento al que todos llamaban "Amor". Ese sentimiento que podía ver en otros más sin embargo para mí parecía estar prohibido, yo a diferencia de mis padres creía que el matrimonio solo era una alianza que juntaba a dos personas con una cantidad de cosas a fines que les ayudarían a entenderse y soportarse mientras a cambios cada quien recibía lo que quería, y en algunos de los casos eran personas que ni siquiera se entendían lo cual los llevaba en algún momento a lo que le llaman "Divorcio".

Si, si yo sé lo que dirán. Pero el Draco que hemos conocido, el que se enamoró de Hermione e hizo de todo para conquistarla derrochaba amor hasta por los poros, es imposible que no creyera en el amor.

Cada quién tiene su propia definición para el amor, un sentimiento, un pensamiento, una obsesión, una poción, un hechizo, un amarre... ¡Yo que sé!. Hasta hoy todavía es un misterio, pero mí... Para Draco Malfoy el amor es una persona.

Amaba a mis padres por lo cual sabía que era capaz de amar aun no creyendo en el amor, podía querer a sus amigos, podía ayudar a las personas... El amor era más que un sentimiento... El amor son las personas y solo la persona correcta te hace creer en el de verdad.

No pude evitarlo, era hermosa. Su voz, su cabello loco, su sonrisa, su inocencia, su inteligencia... Nada de eso estaba siendo valorado, la gente suele subestimar lo que no entiende, aquello que es diferente. Por eso ella me cautivo, yo no buscaba algo corriente de eso ya había mucho por allí. Yo buscaba algo como ella, algo que rompiera las reglas aún mientras las cumpliera... Algo excepcional.

Eso era Hermione Granger para mí, a medida que iba ganándome su confianza sentía como ella y solo ella debilitaba mi barrera. Y fue allí cuando me di cuenta que aunque la amaba y la quería para mí, que fuera solo mía...

Entendí que ella era libre, que no era un objeto ni mucho menos cualquier persona... Ella era libre, yo podría amarla, protegerla y darle mi apellido pero jamás podría ponerle cadenas.

Era mi flor de jardín, aquella que amaba regar, amar, olfatear, cuidar, contemplar pero que jamás arrancaría.

Mí amor era Hermione Granger.

Mientras la observo desde la mesa veo como mece a nuestro hijo mientras le tararea algo, puedo ver su mirada llena de amor.

Mí amor es Scorpius Hyperion Malfoy Granger.