Capítulo 2

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💙

(2 semanas después)

"Besaré cada una de tus lágrimas"

La frase más bonita que le habían dicho en un buen tiempo. Draco no era una persona muy expresiva, pero se le daba bien el romance cuando se lo proponía y lo que más le gustaba de él era que tenía ese trato especial únicamente con ella.

Ambos estaban sentados cerca de el lago negro.

Draco estaba recostado contra un arbol y ella lo estaba contra su pecho con una manta por arriba de sus piernas, pues ya había comenzado la temporada de frío.

Él se encontraba divertido y a la vez encantado por algo que había notado en ella.

—Te peinaste —destacó mientras reía por lo bajo.

Hermione se sonrojó.

"Tonta... Tonta, patética"

—He, bueno. Algo así, pero si no...

Aún estaba trabajando en sus inseguridades, cosa que realmente no le era tan sencillo.

—Te vez hermosa, aunque sinceramente me gusta más cuando no te peinas —admitió maravillado.

Definitivamente era una chica bastante insegura y él se había propuesto a cambiar eso. Y era algo que solo podía lograr demostrándole lo atractiva que la encontrarán aún a pesar de lo que ella podría creer.

—Bueno., lo hice para ti, pensé que te gustaría —admitió sonriendo con timidez.

—Y no te equivocas, con el cabello así... Puedo hacer esto —comentó y le plantó un beso en el cuello haciéndola reir a carcajadas, pues ese era uno de sus puntos débiles.

Hermione lo detuvo y se arrodilló entre las piernas de él aún riendo cansadamente.

"Me gusta esta alegría que siento cuando estás cerca"

—¿Que te gustaría hacer en las vacaciones de navidad? —indagó su novio.

•¿No lo sé? Lo más probable es que me quede en el castillo —comenta con un poco de melancolía.

—¿No te gustaría venir conmigo? —propuso acariciandole las manos.

—¿No crees que es muy rápido? Tal vez deberíamos ir más despacio —replicó bajando la cabeza.

—Llevo enamorado de ti tres años, ¿no crees que he esperado mucho? No quiero presionarte, pero siempre buscaré cualquier excusa para tenerte cerca.

Hermione sonrió.

—Bueno pues... Lo pensaré.

Ambos entre risas, abrazos y leves empujones entraron al castillo de nuevo. Cuando se propusieron entrar al gran comedor, la chica se detuvo abruptamente.

—Qué ocurre? —cuestionó Draco.

—Creo que es mejor que entres primero —insistió nerviosa.

—¿Y eso por qué?

—Eres Draco sangre pura Malfoy y yo Hermione sangre sucia Granger, cuando eramos amigos no importaba, pero ahora somos novios... ¿No es un poco raro?

—¿No te parece genial? Nuestra diferencia de sangre nos hace una pareja única, no me averguenzo de ti Granger yo sólo quiero entrar de la mano con mi novia —aclaró—. El que tenga un problema que me lo haga saber, ¿o a caso tú te avergüenzas?

Hermione abrió mucho los ojos.

—¡Pero claro que no! Lo decía por ti.

—Entonces vamos a dejar a unos cuantos boquiabiertos.

"No me averguenzo de ti Granger"

Se tomaron de la mano y entraron en el gran comedor y este aunque no estaba repleto por completo. Ya que difícilmente lo estaba a la hora del desayuno si habían suficientes alumnos como para que ella se sintiera desnuda.

En cambio Draco caminaba con su típica mirada fría y su andar de superioridad.

Los amigos de la ella se quedaron sorprendidos al igual que los de él, bueno no todos... Theo, Pansy y Blaise ya sabían lo que su amigo sentía por la chica, y no podrían estar más felices y orgullosos de que por fin se haya dado la oportunidad de ser sincero con ella.

Pero sobretodo porque ella le haya correspondido.

Por otra parte Harry se encontraba petrificado y es que aunque no la juzgaba en absoluto, ya que su amiga siempre había sabido hacer bien todo. Simplemente esperaría el momento para hablar con ella y en caso de que fuera muy en serio la apoyaría sin duda y amenazaría de muerte a la serpiente si se atrevía a lastimarla.

De Ron no se podía esperar menos que incredulidad y celos, no podía creer lo que veía; Hermione la chica que siempre había estado con él en todo y que hasta hacía unos días había admitido en su cara lo que sentía por él, andaba con ese huron rastrero...

¿Quién se creía que era?

La pareja se sentó al final de la mesa de Slytherin y se prometieron ignorar a los demás y hacer como si estuvieran solo ellos, ya en algún momento se acostumbrarían a verlos juntos.

—Debemos terminar el trabajo de Herbología aún nos falta una página —le recordó Hermione tomando un sorbo de su jugo.

—Lo harémos en la noche en la sala de menesteres —dijo él observándola.

—¿No creen que deberían ir más lento? No sé... Un café primero ¿tal vez? —intervino Zabinni apareciendo de la nada al lado de su amigo.

Hermione se sonrojó y el moreno soltó una carcajada.

—No hablabamos de eso...

—Pensamos que querías llegar virgen al matrimonio Draco —aportó Pansy tomando asiento junto a Hermione.

—Si Draco es virgen, Voldemort tiene nariz —dijo Theo divertido tomando asiento por igual.

—¿Que hacen aquí? —inquirió molesto por los comentarios tan imprudentes de sus amigos.

—Solo veníamos de buena voluntad a felicitarlos —replicó la pelinegra.

—¿Por qué? —insistió Draco.

—¡Por ganarse un auto cero kilometros! —comentó con sorna—, Obviamente por su relación —ironizó el moreno poniendo los ojos en blanco.

—Te voy a golpear —amenazó a su amigo el sarcástico.

—Gracias chicos —habló Hermione tratando de ser más indulgente.

—No te sientas comprometida a tratar bien a este trío de idiotas, son un grano en el culo —le advirtió Draco bebiendo de su jugo.

—El grano en el culo que más amas —agregó a Theo riendo y todos lo miraron con una ceja alzada.

—Que delicados —espetó sacándoles la lengua.

Y así pasaron la hora del desayuno riendo y callandose entre sí. Mientras los otros estudiantes y profesores los miraban confundidos.

Definitivamente una Gryffindor entre Slytherins no era algo que se veía todos los días, y menos llevándose bien.

Besaré Cada Una De Tus LágrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora