¡Gee! | Frerard

R

Admiraba al chico de lejos, estaba concentrado, muy concentrado en pintar y dar muchos retoques a su dibujo, uno de muchos.

–¡Frank, qué asco!– Exclamó Raymond dando una mueca y grito que hizo que Michael a lo lejos se sobresaltara, éste también admiraba los dibujos de su hermano.

Michael miró hacia Raymond, el cual se sintió avergonzado y se comenzó a poner rojo.

–Perdona, esta medio loco.– Le pidió disculpas Robert, antes que Raymond, dándole una sonrisa coqueta a Michael, el cual siguió con su mirada de 'pokerface' y volteo su mirada sin más.

–¿Qué asco de qué?– Miró Frank a su amigo, frunciendo el ceño.

–Estabas babeando, por si no te diste cuenta, pequeño asqueroso.– Le respondió Robert, igual que segundos atrás, antes que Raymond. El afro le golpeó la espalda a su amigo, enfadado de que hablara antes que él.

En cambio Frank volteo su mirada hacia donde se suponía estaba Gerard, limpiando su boca disimuladamente, aunque no fue tan así, puesto que Michael estaba frente a él, lo suficiente para extenderle un dibujo con la firma de Gerard en una esquina.

–Toma.– Le dijo sin más, lo que dejó a el chico desconcertado, agarro el dibujo y Michael se fue con su hermano mayor, el cual le dio una sonrisa antes de irse hacia quien sabe donde.

Frank miró el dibujo, sabiendo que sus amigos no le iban a preguntar por este, ya que estaban muy concentrados en babear por Michael Way, lo guardó en su mochila y la agarro para irse. Ahí fue cuando sus amigos cayeron en la realidad y lo agarraron de un brazo.

–Espera, Frank. Nos reunimos aquí para que nos dijeras la verdadera razón del porque sigues a Gerard. ¡Dinos!– Frank mordió su labio y se zafó del agarre, comenzando a correr como si su vida dependiera de ello.

Para sus amigos estaba muy claro lo que sucedía, pero querían más que asegurarse, querían escuchar que las palabras salieran de la propia boca de su amigo.

Porque Frank Iero jamás se había enamorado tanto de una persona, jamás.

°⛂°

–¡Ya llegué!– Gritó en cuanto pasó por la puerta de su casa, sin embargo no escucho respuesta, lo que lo desconcertó. Su madre, Linda, siempre estaba en casa, su padre era el que trabaja todo el día.

Fue hasta la cocina y no había nada, ni siquiera las típicas notas que dicen 'Debes de lavar tu ropa y cocinarte. Salí con unas amigas. Te amo xoxo', no, nada de eso.

Fue hasta su cuarto y no vio más que desorden, reviso cada esquina de la casa y nada.

Se comenzó a poner nervioso, así que llamó desde su celular hasta el celular de su madre.

'¿Bueno?'

–Hola, mamá.– Sonrió en cuanto escucho la voz de madre.

'Oh, cariño! Lamento no haberte avisado, tuve que salir de emergencia.'

–Ya veo, me diste un buen susto, mamá.– Dio un suspiro de alivio.

'No regresaré pronto. ¿Tienes alguna tarea o trabajo, cariño? Por favor, haz todo lo que tengas que hacer. No quiero que repruebes.'

Frank se sobresalto al instante, la actividad de Artes la tenían que entregar la próxima clase, lo cual era el próximo miércoles. Pudo haberlo dejado para el domingo, pero a él le gustaba hacer las tareas a su tiempo.

–Oh, sí, sí. Haré todo mamá.– Frank asintió, aún sabiendo que su madre no lo veía.

'Bien, bien, espero que así sea. Te amo, ¿sí? No te desveles, por favor.'

–No mamá.– Puso los ojos en blanco al escuchar eso y dio una risita.

Poco rato después Frank ya no estaba conversando con su madre, sin embargo estaba escuchando música a todo volumen.

Decidió ver mejor el dibujo que Michael le había pasado, al parecer, en nombre de Gerard.

Eran dos hojas corcheteadas en una de las esquinas, un dibujo era de Frank, otro era de Gerard. Era como si los dibujos hubieran estado unidos en algún momento, puesto que Frank miraba hacia la derecha con una pequeña sonrisa y Gerard hacia la izquierda, también con una pequeña sonrisa en sus labios.

Frank pensó: >Cuánto talento.<

Sin embargo, no pudo evitar también la última vez que había hablado con él, las últimas palabras y cuando él no se había girado cuando lo llamaron.

>No me escuchó.<