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Director, le juro que no tengo nada que ver con esto, se lo prometo, sabe que no quiero que mis padres se enf-...– El director miró a Robert y éste se estremeció, le hizo una señal de que podía irse, y este último se fue, no sin antes disculparse con Frank por dejarlo solo en eso, pero Frank sabía que si había otro problema y Robert estaba involucrado, lo expulsarian y no podría terminar su año (y sus padres se enfadarian muchísimo, por supuesto)

Raymond no le tenía miedo al director, principalmente porque casi nunca se metía en problemas, y sospechaba que el director le tenía como el favorito, al no ser problemático.

Toro, también puedes irte. Los hermanos Way, Iero y ese grupito se quedarán.– Apuntaba a medida que decía los apellidos, y luego indicó al grupo de aquellos chicos que habían empezado todo mirándolos con desprecio.

Pero... Director, Michael no tiene nada que ver aquí. Y Gerard tampoco...– El director negó mientras Raymond hablaba.–Gerard sí tiene que ver, y Michael...– Miró al chico rubio, y este solo lo miró suplicante.

Si se lleva a Michael entonces también tiene que llevarme a dirección.–

Bien, bien, váyanse. Iero, Way, chicos, vamos a mi oficina.– Michael suspiró de alivio, mientras agradecía a Raymond, y veían como se los llevaban a la oficina del director, mientras la enfermera se acercaba a Frank y, a la vez que caminaban, lo ayudaba con su nariz, que sangraba sin parar.

¿Crees que los expulsen?– El rubio habló, para luego mirar a el mayor. Este solo alzó los hombros. –Esperemos que no...– Y se fueron a sus clases, antes de que llegarán más tarde.

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Entonces... Empecemos por lo que hizo que se pelearán. ¿Por qué o quién fue el que empezó?– Mientras el director se sentaba, hablaba, y Gerard y Frank se sentaban frente a él, mientras que algunos se quedaban parados y otros sentados en unas sillas que habían a su lado. Frank quiso hablar, pero tenía un hilo en la garganta, y pensó que sería mejor que no lo hiciera.

Uhm... Verá, director. Yo y Frank somos... – Lo miró de reojo y este prestó atención a lo que diría, con una pequeña sonrisa en sus labios.–Somos novios. Llegamos a la escuela, y simplemente nos besamos como cualquier otra pareja haría pero al parecer a alguien no le gustó eso.– Hablaba mientras se acomodaba las mangas de su camiseta, al estar nervioso. Hizo énfasis en la palabra "alguien" queriendo mirar al grupo, sin embargo no lo hizo.

Señor Reacht. ¿Le molesta que Way y Iero sean pareja?– El director miró al chico que había golpeado a Frank, se miraron a los ojos, sin embargo no hubo respuesta.

No le molesta que seamos pareja. Es una excusa para que crean que no es un bully de mierda.– Se aproximó a decir Frank, mientras la enfermera hacía que lo mirara para ponerle un paño debajo de la nariz, así, según ella, pararía el sangrado. Sus manos temblaban, no era muy experta. –Le molesta verme feliz, director. Y usted lo sabe. Ha sido mi bully número 1 desde que llegué a la escuela por ninguna puta razón!–

El director miró a el castaño, lo miró de mala forma al oír el vocabulario que ocupaba. Sin embargo no le dijo nada, lo entendía de cierta forma.

Bien, Way, Iero, ya se pueden ir a sus clases. El Sr. Reacht y los demás se quedan.– El pelirrojo y el castaño se sorprendieron, pero se apresuraron a levantarse e irse. Frank no dejó ir la oportunidad de burlarse de Reacht y le sacó el dedo del medio mientras se iba.

Director, esto no es jus-...– Apenas el chico y los demás volteaban a ver al director, este los miró de forma disgustada y los calló.

Están expulsados. Todos ustedes, fuera de mi oficina. – Todos se quedaron estupefactos, no reaccionaban. –¿Qué esperan? FUERA!– Y cómo era de esperarse, se fueron.

¡Gee! | FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora