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Gerard estaba sentado en la camilla de la enfermería, Michael lo miraba desde la puerta, cruzado de brazos y esperando palabras de su parte.

El pelirrojo suspiró y se acomodó en la camilla, en cambio el rubio se acercó a su hermano y se sentó a su lado, mirándolo a los ojos.

Quizás sí necesito los doctores esos.– Mikey se sorprendió al escuchar esas palabras salir de la boca de su hermano, miró al frente, donde estaban cosas de la enfermera, que quien sabe dónde estaba en ese momento.

No lo sé, hace poco te desmayaste, luego podemos ver ese tema. ¿Sí? – Miró a su hermano mayor y este miraba a un punto fijo, no lo estaba escuchando.

¿Gee? ¿Me escuchas?– Paso una mano en frente del rostro de Gerard, lo que hizo que lo mirara sin comprender que pasaba.

Michael... No puedo escucharte, solo... Es un pitido que quiero que pare ya.– Mencionó mirando al rubio, haciendo que este quedara desconcertado. No sabía que podía tener razón en las suposiciones de que su hermano mayor se estaba quedando sordo.

Entonces...– Se levantó de la camilla, tomando de su cabeza y suspirando, dándose cuenta, aunque recién se lo había dicho, de que Gerard no lo estaba escuchando, no podría responder sus preguntas.

Agh... Gee, te lo dije.– Comentó frustrado mientras agarraba de sus cabellos y buscaba en su mente alguna solución para ello, en vano, puesto que no hay solución para un sordo.

Gerard pasaba su mirada por la silueta de su hermano, no sabía de qué estaba hablando, o siquiera si estaba hablandole a él, o a sí mismo.

Sentía un poco de miedo, siempre había pensado, desde que comenzó a escuchar débilmente, que era solo porque podía concentrarse mucho en algo y eso hacía que se fuera del mundo y que nada más importara. Pero no era así, él se estaba quedando sordo, cada mes, cada semana, cada día, cada hora y cada minuto, un poco más que antes.

Se preguntó qué había pasado para que algo como eso le estuviera pasando a sus oídos, pensó en muchas cosas, pero no llegó a la respuesta, no sabía que había ocasionado eso. Podrían haber sido un millón de cosas, la música a todo volumen en sus oídos, o en 2° grado, cuando era pequeño y su padre le gritaba en el oído. Todas eran posibles.

Comenzó a morder una de sus uñas, asimilando la situación y haciendo que lágrimas se aproximaran a sus mejillas. Michael seguía hablando, consigo mismo o con él, aunque eso era estúpido de pensar, porque no podía escucharlo.

Podía sentir la vibración del piso, por la fuertes pisadas de Michael, y eso le recordaba a cuando él era un bebé y Gerard se quedaba a cuidarlo y darle de comer, aunque sólo fuera otra cría, y entonces su madre caminaba por el largo pasillo que daba al baño y comenzaba a vomitar en este, sus pisadas eran fuertes, como las que Michael estaba dando.

Quería pedirle que parará, que se quedara quieto, o que dejara de pisar tan fuerte el piso, gritarle que eso le recordaba muchas cosas que no eran buenas, que eran traumas, pero no lo hizo.
Porque pensó que, al ser ya sordo completamente, su voz saldría rara, alta, o muy grave, o muy aguda o algo así. Porque no podía escucharse. Así que prefirió no hablar y seguir llorando en silencio.

El pitido que podía "escuchar" en sus oídos lo estaba volviendo loco, quería que parará de una vez, no sabía que eso podría pasarle a un sordo, que un pitido apareciera de la nada y que era lo único que podía escuchar. Pensó en cuantas veces buscó los síntomas de alguien que estaba comenzando a ser sordo, y también buscó en su mente algo sobre un pitido en sus oídos, pero no encontró nada. Pensar era inútil en ese momento.

No sabía cuándo, pero podía sentir como Michael lo estaba rodeando con sus brazos y lo apretaba fuertemente, podía sentir como su pecho bajaba y subía a una velocidad que pensó que Michael jamás podría alcanzar, porque eso pasaba cuando él lloraba.

Dejó de morder su uña y lo abrazó también, cerrando sus ojos y simplemente intentando tranquilizar a su hermano menor, que aunque no podía escuchar, podía sentir que se estaba quebrando y sollozando cada vez un poco más.

¡Gee! | FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora