📚 Twelve

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[Una semana después]

En la semana que pasó, Tn y su padre no se dirigieron la palabra, de hecho ella trataba de pasar el menor tiempo posible en casa, pues cuando estaban ambos el ambiente era tenso e incómodo; al contrario, la madre tomó la noticia con más tranquilidad, lo aceptó como algo normal, y la relación de la mujer con su hija no se desintegró como con el hombre, sino que se reforzó.

[Seinan Gakuin University]

Tn salió de la universidad y caminó con tranquilidad por el campus, para volver a casa; levantó la mirada y vio, en los portones de la misma, a una peliverde de lentes sonriéndole; atraía algunas miradas, pues todos conocían a Takatsuki Sen. Se sorprendió.

– ¿Eto...?

– ¡Tn! –rió.

La universitaria sonrió y corrió hacia la peliverde, abalanzándose sobre ella y abrazándola. Eto rió, mientras correspondía a su abrazo.

– ¿Qué haces aquí? –preguntó, alejándose un poco para mirarla.

– Dije que te buscaría para que me acompañes, ¿No?

– Sí, pero creí que me buscarías en casa.

– Nah. Sabes que tu padre no me ve bien.

– Cierto... –murmuró.– Bueno, vamos –sonrió.

Ambas comenzaron a caminar.

– ¿A dónde irás por información esta vez?

– ¿Recuerdas la tienda de máscaras a donde te envíe?

– Sip.

– Ahí.

– Oh...Genial –sonrió.– Uta-san es divertido.

– ¿Uta-san? –la miró.– ¿Ya se hicieron amigos?

– Sí –rió.– La primera vez fue algo...incómodo, estaba nerviosa; pero nos hemos amigado bastante –rió.

– Eso es bueno –sonrió.–, pero no olvides que trabajas para Aogiri.

– No te preocupes, no traicionaré a Aogiri –abrazó uno de los brazos de la mayor.– Es la organización que maneja mi novia, no podría hacerlo –rió.

Eto rió y besó la mejilla de la joven.

[Noche]

Su "cita" fue muy divertida, y al caer la noche se dirigieron a casa de la mayor. La peliverde buscó su laptop y libretas para comenzar a escribir, mientras la castaña hacía café.

– Te quedas a dormir, ¿Cierto? –dijo mientras encendía la laptop.

– ¿Qué? –sirvió el café y tomó las tazas para ir con ella.– ¿Quieres que me quede? –preguntó, dejando ambas sobre la mesa.

– Sip –sonrió.

– Mi padre no estará de acuerdo...ya sabes cómo es...De hecho, ya ni siquiera escucha a mi madre.

– Pff. Déjalo.

Eto se acercó a la castaña, la tomó de la cintura y la acorraló contra la mesa, mientras la menor se sonrojaba.

– E-Eto...

– Deberías dejar a tus padres...y venir a vivir conmigo –acarició su rostro.– Estaríamos mejor juntas –sonrió.

– ...Ah...Yo...

La peliverde sonrió de lado y tomó la mejilla de la chica con una mano, para luego besarla. Tn se sonrojó más, pero correspondió. El beso fue volviéndose apasionado a medida que pasaban los segundos, pero debieron separarse en cuanto el aire comenzó a faltarles.

Sweet Escape 📚 Eto YoshimuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora