Sweet Escape 📚 Eto Yoshimura

📚 Seventeen

[Residencia de Takatsuki Sen]

Por la madrugada, Eto regresó a casa, y se llevó a Tn con ella. Una vez llegaron, la peliverde se metió en el cuarto, se quitó sus vendas y cambió su ropa, para luego dirigirse a la cocina a prepararse un café. La menor entró a la cocina, quería hablar con ella de una vez.

– ¿Vas a seguir ignorándome? –preguntó.– No me has dirigido la palabra desde que salimos del Kokuria.

– ...

La mayor hizo caso omiso, mientras preparaba su café.

– Eto...Eto... ¡Eto! –llamó, desesperada.

– ... –la miró seria.– ¿Qué?

La joven se heló ante la mirada, nunca había visto a su novia tan seria; tragó saliva.

– ¿No piensas hablarme? ¿Tan enojada estás conmigo? Mira, lo siento ¿Si? Sé que me comporté como una tonta y-

Eto la interrumpió, tomando su rostro con una mano. Tn la miró con algo de sorpresa.

– Haz algo de silencio –ordenó.– Sabes...me gusta tu boca –le acarició el labio inferior con su dedo.–, se vería bien si te coso los labios, ¿No crees?

– ...

Sonrió y la soltó, luego tomó la taza de café y salió de la cocina. La castaña sólo la observó, mientras aquella se sentaba en el sofá.

– ... ¿Vas a dejarme? –preguntó, casi susurrando.

La mayor no contestó, sólo bebió de su café. La joven tragó saliva.

– Ah...Me iré a dormir –caminó a las escaleras.– ¿Vienes?

– ... –la miró.– Duermes sola.

– ... –bajó la mirada.– E-Está bien...

Tn giró y comenzó a subir las escaleras, sentía un nudo formarse en su garganta ya. Eto suspiró y dio otro sorbo a su café.

[4:25 am]

Tn estaba sentada en medio de la cama, observando la luna a través de la ventana mientras abrazaba sus rodillas; se sentía realmente mal emocionalmente, sabía que había tratado mal a Eto antes de ser capturada, y ahora ella estaba molesta, tal vez hasta la dejaría, y este último pensamiento la aterraba. Tragó saliva y se levantó, salió de cuarto y cruzó el pasillo hasta el de la peliverde; tomó aire y abrió con cuidado la puerta, miró dentro y vio a la mayor dormir tranquilamente. Sonrió y entró, cerró la puerta con cautela y caminó a la cama, metiéndose en ella con sumo cuidado, para no despertarla.

– Eto... –murmuró y acarició su rostro.– Lo siento tanto... –se disculpó, mientras sus ojos se cristalizaban.– Fui una tonta y te traté tan mal...y debes estar furiosa conmigo...Nunca quise lastimarte, de verdad...Espero que no me dejes...Yo te amo...y quiero ser tu chica favorita...para siempre... –habló en voz baja, susurrando.

Eto abrió los ojos, haciendo sobresaltar a la castaña.

– Estabas despierta... –dijo con sorpresa.

– ¿Qué crees?

– ...Lo siento –bajó la mirada.– Volveré a mi cuarto en segui-

No terminó la frase, pues la peliverde la abrazó; ella quedó estática unos segundos, pero rápidamente la abrazó también, con fuerza, mientras sus lágrimas comenzaban a correr.

– ...E-Eto...yo...

– Tonta –rió y la miró, sin soltarla.– ¿De verdad crees que voy a dejarte?