Furuta sirvió la carne en un plato, era la comida del mes para su querida prisionera. Sacó un estuche y lo abrió, tomando una jeringa y un frasco de vidrio, que contenía la droga supresora de RC; lo abrió y absorbió el líquido con la jeringa, para luego inyectar este en la carne. Sonrió y tomó el plato, dirigiéndose al cuarto de la chica. Abrió la puerta y sonrió, mirándola.
Tn estaba en la cama, acostada de lado y viendo a la pared, pues no había una ventana por donde mirar hacia afuera. Cuando oyó la puerta abrirse, cerró los ojos y frunció el ceño.
– Sé que no estás dormida, mírame.
Ella tomó aire y se incorporó con cuidado, mirándolo. Él sonrió.
– Te traje de comer –enseñó el plato.– Parece que está hambrienta, ¿No? Tus ojos lo dicen todo –rió.– Te ves linda con el kakugan activado –bromeó.
– Tú... –suspiró.– Olvídalo...Me rindo.
– ¿Ohh~? ¿Eso significa que ya decidiste qué hacer?
La chica asintió, con la mirada baja.
– Muy bien, dime. ¿Qué es lo que elegiste al final, querida?
– Yo... –lo miró.– Me casaré contigo...Souta.
El pelinegro sonrió, victorioso.
– ¿Puedes...sacarme...esto? –pidió, levantando sus manos esposadas.
– Oh. No, querida. Aún no.
– Pero...
– Sé lo que intentas, así que no puedo hacerlo –rió.
– Souta...eres más alto y fuerte...que yo. Además...estoy demasiado...débil por la...droga supresora...así que si yo...tratara de hacerte algo...tú podrías matarme...tranquilamente.
– ...Buen punto –rió.– Bien, te quitaré las esposas. Pero te lo advierto, si haces algo, olvidaré lo del matrimonio y procederé con la ejecución. Puedo encarcelar a tu padres y a tu amiguito con sólo hacer una llamada. Mi Oggai los encarcelarán en lo que dura un parpadeo.
– ...No haré nada...No me conviene hacerlo.
– Bien dicho.
Furuta sacó las llaves de las esposas, se acercó a la chica y le quitó estas, dejándolas caer. Tn sobó sus muñecas, le dolían mucho al tener aquellas cosas metálicas por tanto tiempo.
– Bien. Hora de cenar –le entregó el plato.
– Tiene droga también... ¿Verdad?
– No me arriesgaría a dejar de drogarte –rió.
– ...Por dios –suspiró.
Ella comenzó a comer, mientras él la observaba.
– Anunciaré nuestro matrimonio pronto, será emocionante –rió.
– ...Quiero...que dejes ir...a Eto.
– Nop.
– Hazlo como...regalo de bodas.
El pelinegro rió.
– Tendrás regalos mejores, créeme. No pienses en ella, además...no está en mis manos lo que ocurra con ella, eso es decisión de Corona.
La chica bajó la mirada.
– Y aunque la dejara ir... –ella lo miró.– Está muy mal, demasiado. Moriría de todos modos.
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Sweet Escape 📚 Eto Yoshimura
FanfictionTn es un joven universitaria, una chica común. Hasta que conoce a Eto, de quien se enamora, amor que su padre desaprueba completamente. «Si pudiera escapar Lo haría, pero primero que todo déjame decirte Debo disculparme por haber actuado ...