– Confío mucho en ti, Tn –sonrió.– Es por eso que te he dicho mi nombre real y te he revelado mi verdadera identidad –extendió su mano a ella.– Realmente me encantaría que trabajes conmigo, de verdad.
– ...Señorita...Eto... –murmuró.
Tn tragó saliva, nerviosa. Eto sonrió de lado, con malicia.
– Está bien –asintió, tomando su mano.– Trabajaré con usted, señorita Eto...haré lo que usted me ordene.
– Gracias –sonrió.
Eto se acercó a la castaña y la abrazó. Tn se sobresaltó ante el contacto, y su corazón empezó a latir rápidamente.
– Eto... –murmuró, correspondiendo.
Tras varios segundos, ambas se separaron para mirarse.
– Mañana te presentaré en Aogiri.
– ...Está bien.
– Esta noche me gustaría que te quedes.
– ¿A...beber un café?
– A dormir.
– ...Señorita Eto, yo-
– Insisto. Me gustaría hablar más contigo, y responder a tus preguntas.
– ...Está bien –sonrió.– Llamaré a mi madre para avisar.
– Adelante. Y si duda, dile que hable conmigo.
– Está bien.
Tn sacó su teléfono celular de su mochila y soltó un jadeo de sorpresa ante las llamadas perdidas que tenía de su madre; tragó saliva con ciertos nervios y la llamó.
– Ah... ¿Mamá?
– ¡TN! –gritó.– ¡Al fin contestas hija! –suspiró con alivio.– ¿Dónde estás? ¿Qué te pasó? ¿Por qué aún no llegas a casa?
– Lo siento, lo siento. Camino a casa me crucé con la señorita Takatsuki y...me vine a su casa, me invitó a cenar.
– Hija, por dios...Me tenías con el corazón en la boca, debes avisarme si te vas a ir a cenar a otro lado.
– Lo sé, lo siento.
– ¿A qué hora vuelves? ¿Debo ir a buscarte o te traen?
– De hecho...la señorita Takatsuki también me invitó a dormir, así que...
– ... ¿A dormir?
– Sí.
– Hm. No lo sé, Tn...
– Dame –dijo Eto, extendiendo su mano.
La castaña asintió y le entregó el teléfono.
– Señora Yamazaki, buenas noches.
– Ah. Señorita Takatsuki, buenas noches.
– Lamento lo ocurrido con Tn, fue mi culpa. Y, respecto a mi invitación, realmente me gustaría que se quedara a dormir, me gustaría que me ayudase en algunas cosas de mi nuevo libro y conversar un poco con ella.
– Está bien, lo comprendo, pero de todos modos esa niña debió avisarme.
– Estoy de acuerdo, pero fue mi culpa –rió.
– Entonces...Quieres que ella se quede... ¿A dormir?
– Así es. Su hija es realmente inteligente, y me parece alguien bastante interesante. Quisiera conversar un poco más con ella, sobre todo sobre mi nuevo libro, creo que podría serme de ayuda.
– Comprendo...
– No se preocupe, señora Yamazaki. Cuidaré de su hija, y la enviaré a casa temprano en la mañana.
– ...Señorita Takatsuki, no estoy segura...
Eto continuó hablando con aquella mujer por un poco de tiempo más, luego cortó la llamada y le devolvió el teléfono a la castaña.
– ¿Qué pasó?
– Dijo que sí –sonrió.
– Oh. Gracias, señorita Takat...digo, señorita Eto.
La peliverde rió.
– Puedes llamarme simplemente 'Eto', Tn. Ya nos conocemos lo suficiente como para dejar las formalidades.
– ...Está bien –sonrió.– Gracias por la confianza...Eto.
– Por supuesto –sonrió de lado.– Ahora sí –se sentó en el sofá.–, puedes hacerme las preguntas que quieras.
– ...Está bien –se sentó junto a ella.– Primero quiero saber... ¿Por qué yo?
– Porque veo potencial en ti. Serás una buena trabajadora para Aogiri.
– No sé pelear –admitió.
– Conseguiré a alguien que te entrene, no te preocupes –sonrió.
– Uhm. De acuerdo. Y... ¿Qué se supone que haré en Aogiri?
– Primero te entrenaremos para que sepas pelear, luego te daremos un lugar y te diremos qué hacer.
– Está bien. Sólo...que no se enteren mis padres, se volverían locos si lo saben.
– No te preocupes, tus padres no sabrán de nada –sonrió.– ¿Tienes una máscara?
– ¿Máscara? –pensó un momento.– Oh, claro, los ghouls usan máscaras para ocultarse.
– Como se nota que has vivido lejos del mundo ghoul.
– Mis padres me mantuvieron lejos. Quisieron criarme como humana.
– Y lo lograron –rió.
– Eso creo... –rió levemente.
– Bien –se levantó.–, te daré el contacto de alguien que puede hacerte una máscara –dijo mientras se acercaba a un mueble.
– Bien, genial –sonrió.
Eto abrió un cajón, buscó algo en él y sacó algo de allí; lo cerró y regresó al sofá, sentándose junto a la joven.
– Ten –le entregó una tarjeta.
Tn tomó aquella tarjeta y la observó, era de una tienda de máscaras llamada HySy Studio.
– Ve ahí, te harán una buena máscara.
– Genial, lo haré –la miró.– Gracias –sonrió.
– No es nada –sonrió.
Tn se levantó, tomó su mochila y sacó su billetera, para guardar la tarjeta en ella; volvió a guardarla y cerrar la mochila, y regresó al sofá, sentándose junto a la escritora.
– Sigo sin comprender...
– ¿Hm?
– ¿Qué es...lo que viste en mí?
– Ya te lo dije, veo potencial.
– "Potencial"... –repitió, pensativa.
– Así es.
La castaña bajó la mirada, pensativa.
– ...Eto...
– Me gustas, Tn –confesó.
– ... –la miró, con los ojos abiertos como platos ante la sorpresa.– ¿Có-Cómo...dices...? –tartamudeó, sonrojándose. La confesión la tomó muy desprevenida.
– Hay algo en ti que llama mucho mi atención, algo que me atrae... –se acercó a ella.– Algo que me gusta mucho en ti...
– E-Eto... –tartamudeó, poniéndose aún más roja.
La peliverde se acercó un poco más, lo que provocó que la joven castaña se hiciese hacia atrás para alejarse un poco. La mayor rió, tomó a la chica por lo hombros y se abalanzó sobre ella; ambas cayeron al sofá, y la ojiverde besó a la menor. La universitaria abrió los ojos con sorpresa, mientras sus mejillas se sonrojaban aún más.
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Sweet Escape 📚 Eto Yoshimura
Fiksi PenggemarTn es un joven universitaria, una chica común. Hasta que conoce a Eto, de quien se enamora, amor que su padre desaprueba completamente. «Si pudiera escapar Lo haría, pero primero que todo déjame decirte Debo disculparme por haber actuado ...