📚 Twenty-one

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[Noche]

[Residencia de Takatsuki Sen]

– Por diooos~ –murmuró quitándose el abrigo.– Que agotador es una firma de libros –rió, sacándose los zapatos.– ¿Cómo haces para hacer esto cada vez que sacas un libro? –rió, mirándola.

Eto rió, mientras se quitaba sus zapatos.

– Es divertido.

– Sí, pero...El chico albino, ¿Él no era...?

– Lo es –dio unos saltos hacia dentro de la casa y giró, mirándola.– No le des importancia, es todo parte nuestro plan.

– ¿Plan?

– Sí, de Kishou y mío.

– Oh...

– Ven aquí –extendió su mano a ella.– Quiero darme un baño.

– ¿Eh? Y... ¿Quieres que te lo prepare? –preguntó confusa.

– No, tonta –rió.– Quiero que te bañes conmigo.

– ¡¿Ah?! –exclamó sonrojada.

– Oh, vamos. No será la primera vez que te veo si ropa, o que tú me ves sin ropa –rió.

– Eto...

Nerviosa y súper sonrojada, tomó la mano de la mayor.

– E-Está bien –sonrió.

– Esa es mi chica –la besó.– ¡Vamos!

Eto comenzó a correr hacia el baño. Tn rió, mientras la seguía.

Una vez la bañera estuvo llena de agua caliente y espuma, ambas se metieron en ella.

– Ahh~ Esto es tan relajante –sonrió, mientras se hundía.

– L-Lo es, pero... –tartamudeó, cubriendo sus pechos con sus brazos.

– ¿Qué sucede? –se incorporó.– No te hagas la vergonzosa ahora –rió.

La peliverde tomó a la menor de las muñecas y bajó sus manos, dejando expuestos sus pechos; la universitaria se sonrojó, lo que provocó una risa en su novia.

– Tonta –la besó.

– M-Me pones nerviosa.

– Eres una niña –se burló.

– Déjame –rió.– Ahm. ¿Puedo...cepillar tu cabello?

– ¡Claro!

La escritora se levantó, tomó el peine que estaba sobre el lavamanos y se lo entregó a su novia, para luego volver a sentarse, dándole la espalda. La castaña sonrió sonrojada, mojó el cabello de su novia y comenzó a cepillarlo y a lavarlo con el shampoo.

[Días después]

[Seinan Gakuin University]

Tn salió de la universidad, conversando y riendo con una amiga.

– Ese profesor es un dolor de cabeza.

– ¿Verdad?

Ambas rieron.

– Oh. ¿Esa no es...Takatsuki Sen? –preguntó con sorpresa.

– ¿Ah? –miró hacia donde su amiga señalaba.

En efecto, en los portones de la universidad se encontraba la joven escritora, vestida con un vestido recto sin mangas negro y una blusa de mangas cortas blanca, llevaba lentes y su cabello sujeto en un moño sobre su cabeza, tan arriba que parecía una corona.

Sweet Escape 📚 Eto YoshimuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora