Un sueño a través de letras

Deja de mirarme así

Deja de mirarme así, de esa manera profunda y seductora, envolviéndome para caer hipnotizada una vez más y sin poder resistirme.

Deja de mirarme así, como si quisieras quedarte viéndome por el resto de tu vida y con esa medio sonrisa en tus labios rojos.

Deja de mirarme así, con esos ojos azabaches brillantes que me hablan de como batalla tu egoísmo contra tu moral, mientras me tocas o te muerdes el dedo.

Deja de mirarme así que solo me provoca saltarte encima sin importarme nada ni nadie.

Deja de mirarme así porque me vuelvo tímida en un primer instante y mi ingenuidad empieza a imaginarse una vida que no se cumplirá.

Deja de mirarme así, dejándome sin habla y sin poder sostenerte la mirada por mucho tiempo, debido a que siento como voy cayendo de nuevo en el abismo de tu vida que aunque me ha dejado heridas sigo teniendo necesidad y adicción de pertenecer a ella.

Deja de mirarme así ¡Carajos!

Deja de mirarme así ¡Maldita sea!

Deja de mirarme así como si estuvieras inmensamente e irremediablemente enamorada de mí, como si estuvieras dispuesta hacer cualquier cosa por verme feliz y sonriente, como si pudiera pedirte cualquier cosa sabiendo que me lo darás o lo hará realidad sin dudar por un segundo; cuando la realidad es otra.

Deja de mirarme como si pudieras ver la mejor película romántica de la historia donde eres la protagonista proyectada desde la iluminación, de ese color que no has logrado descifrar, de mis ojos mientras les da de frente los rayos del sol o cuando tan solo te observo en esencia pura; porque la verdad es que la rechazaste, porque la crueldad del guion es que solo tenemos una escena cada tanto, porque lo triste es que esa parte de ti que dejaste aquí, para hacerme compañía, me susurra que todo lo anterior es verdad solo que es efímero y desde el inicio fue mi decisión, responsabilidad y consecuencia aceptar dichos términos.