Un sueño a través de letras

Cuéntales

Cuéntales como se sintió ser mi prioridad y tener el mundo entero en la punta de tus dedos.

Cuéntales el tamaño de mi sonrisa y la intensidad de la luz de mis ojos cuando te encontrabas a mi lado.

Cuéntales como velé tu sueño las 15 veces que compartimos una cama, como, además, te consentí sin medida cuando no formaba parte de mi rol.

Cuéntales de nuestras conservaciones intensas, con palabras y sin ellas, de esas que no volverás a tener con nadie más y como quedaste debiéndome un par.

Cuéntales la manera tan amplia, sincera y sin pudor como te amé cada minuto del día, la noche y que se incrementaba en la madrugada.

Cuéntales todo lo que aprendiste estando a mi lado, cada cosa que te gustó hasta que la volviste tuya.

Cuéntales cómo fueron las noches de llamadas hasta el amanecer, las cuales fueron la base de nuestra precaria historia y fue lo primero en desaparecer.

Cuéntales, no se te vaya a olvidar, las millones de sensaciones que atravesaron tu cuerpo la primera vez que me dejaste justo cuando más te necesitaba.

Cuéntales el porque me dejas una y otra vez, cada una más dolorosa que la otra, en donde antes o después me dices que me amas y que me extrañas.

Cuéntales tú versión que la mía recorrerá el mundo en tres partes y millones de personas decidirán de quien fue la responsabilidad de que tanta realidad e intensidad se convirtiera en tanto dolor, aunque tú y yo sabemos que la responsabilidad es compartida.

Cuéntales mentiras que la verdad es demasiado maldita para dirigir.