Llegó en plena madrugada

19 1 0
                                    

Llegó en plena madrugada a acostarse a mi lado, me miró a los ojos sin pestañear y me aseguró que fue envidiado en reemplazo del insomnio para hacerme compañía. Fue más atrevido que mi último compañero, no me pidió permiso para hacerme el amor con dominancia, sin opción a queja o reclamo, susurrando palabras y frases que terminaron tatuadas en mi mente, haciendo estregados en mi interior. Las lágrimas recorriendo ese camino ya desgastado que va desde mis ojos y terminan en un pozo abarrotado en mi cuello que se desborda hasta la almohada que se queja y me pregunta: ¿Hasta cuándo?... también es sutil, me vuelve a vestir después de desflorarme el alma y desordenar las fragmentos que con tanto empeño había clasificado por fecha y sentimiento, para asentí satisfecho he irse dejándome un beso ardiente cerca del oído, antes de morderme el hombro izquierdo al mismo tiempo que se aferra a mis costillas. Así sin palabras solo con hechos, así con esa particularidad que me deja frustrada a falta de un orgasmo, urgida de un abrazo y necesitada de tanto ruido... Es lo que pasa cuando de madrugada llega hacerme compañía el silencio en vez de tu llamada. 

Un sueño a través de letrasWhere stories live. Discover now