Un sueño a través de letras

Sé que ya te fuiste

Sé que ya te fuiste, tan solo regresa por un minuto y llévame en tu maleta. Agarra cada una de las cosas que dejaste en mi puerta cuando te fuiste por tener las manos llenas, son tuyas ya no me pertenecen y me estorban, me pesan, no me dejan avanzar. Tan solo vuelve a limpiar el desastre que dejaste en mi mente, sé que no había orden pero tampoco había tanto caos, tanta angustia, tanta decepción y frustración. Trae de nuevo el ruido, porque antes de ti, no había tanto silencio, de ese que hace eco en mi pecho y se convierte en una bomba contra el reloj; sube el volumen de mi canción favorita, esa que terminaste por aprenderte y que yo terminé por dejar de escuchar. Ahoga los gritos de mi alma, esos que solo una vez te detuviste a escuchar y fue tanto que terminaste por huir, tienden a calmarse con un roce de tus dedos sobre mi piel. Silencia el latir desenfrenado de mi corazón con tus besos y por favor no te lleves la dulzura de mis labios, tan solo saborea por última vez aquel algodón de azúcar que llegaste a tener a tu merced. Baila encima de cada una de las lágrimas que me guardé y de las pocas que derramé en tu nombre, hasta hacerlas desaparecer para que te puedas ir sin que logre verte partir ya que estaré impresionada y muy ocupada con el nuevo orden, ese que tendrá como firma tu esencia y aquel amor que dijiste –no demostraste- tener por mí. Y un último favor, regálame un minuto con tu egoísmo, permíteme despedirme, abrazarlo hasta trasmitirle todo lo que le he extrañado y añorado, besarlo en la frente y susurrarle que siempre fue mi favorito, que no me olvide...igual que lo hiciste tú.