Recordé porque callé tanto y no quise compartir mis sentimientos: sabía que igual no se iba a quedar, no de la manera en la que yo deseaba. Tampoco importó cuando presionó y le solté que me había enamorado con locura y sin arrepentimiento. Conservo las charlas profundas donde la entonación, la respiración, los silencios y las lágrimas que tuvieron el permiso de ser derramadas valieron por mil vidas y un insomnio más. Y tuvo razón, tenía que perdonarle un montón de cosas, solo que lo hice mucho antes de su solitud, entendí que aunque fui con cautela, aterrada de hacerle daño igual lo hice, dejándole huellas con la esencia de mi dolor, mi tristeza y mi amor. Tengo que mencionar las peleas, esos momentos de roces en donde no lográbamos entendernos y mucho menos escucharnos, eran palabras exclamadas en medio de la rabia y el agite para al final solo quedarnos en silencio mientras yo me preguntaba: ¿Qué carajos nos pasa? Y de su parte: ¿De qué nos sirve? Aunque le encanta llevarme al límite, consciente que voy a saltar sin aviso y que lo seguiré haciendo hasta que llegue alguien, me detenga y me muestre algo diferente, entonces será cuando te deje atrás y pasará aquello que tanto anticipas que tanto temes y con intención o sin ella, me perderás.
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Un sueño a través de letras
RomanceTengo está loca idea de hacer perdurable, a través de letras, mi historia con ella. Como queriendo que no se pierda entre la neblina del olvido, entre el pasar del tiempo y su enorme despiste; tan solo quiero que no solo viva el recuerdo en mi memor...