Relatos Cortos

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Cierro los ojos y aún logro verte, visualizarte, detallarte y no siempre vestida de gala, con tu mejor sonrisa, con tus gritos de euforia; también en tus momentos grises, de crisis, de tristeza, dolor y frustración, incluso en tus momento de silencios que hablan más de ti que todo lo demás. Sin embargo no te hace justicia, sigues robándome el aliento cada vez que te veo, mientras desvío mi mirada intentando ignorarte de la mejor manera posible y fallando terriblemente en el intento.

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 Ese grito del cielo que me arropa hasta los huesos y me recuerda que te fuiste dejándome en silencio.

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De la imposibilidad nació mi manera absurda de quererte, de sentirte, de extrañarte, de necesitarte, de añorarte y de perderte.

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Tu penetrante mirada se desvaneció entre la neblina de mi sueño en el nombre de mi realidad que me pide que te deje de recordar...Como si aquello fuera posible, cuando tu mirada me robó el aliento desde el primer momento.

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 Dicen que no le pertenecemos a nadie, yo digo que sí: Le pertenecemos a quien decidimos entregarle una parte de nosotros y dejaremos de pertenecerle el día que déjenos ir esa parte que otorgamos sin restricción alguna.

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Cuando estés disponible para ser para mí aquí estaré, sin embargo no puedo darte garantía de que en su momento to esté disponible para ser de ti.

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Me permití quererte como a nadie y terminé perdiéndote como nunca.

Un sueño a través de letrasWhere stories live. Discover now