Mi intención nunca fue herirte

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Mi intención nunca fue herirte y mi propia frase me golpeó la cara: "justo cuando dices que no quieres lastimar a alguien, es en el momento en la que la lastimas". Yo deseaba decírtelo antes, pero no dependía de mí, no era mío para compartirlo aunque te juro que estuve tentada a decírtelo en cada ocasión. El dolor en tu voz partió mi alma en millones de pedazos, porque yo sentí ese mismo dolor cuando entendí que no ibas hacer parte de ese momento del cual habíamos hablado y para el cual ya tenías invitación que estaba entrelazada con la mía y el enlace se perdió entre los candados de tu firme decisión. Lo lamento, aunque me digas que no tengo nada que lamentar (lo que es la verdad más acertada), sin embargo lamento tu dolor por varias razones, empezando por el simple hecho de que te quiero terriblemente y terminando porque no puedo cambiar tu decisión, cuando lo deseo. Te prometo que te llevaré conmigo en cada kilómetro recorrido, me imaginaré que estás ahí a mi lado, abrazaré el recuerdo más puro de tu esencia y besaré la ausencia de tu piel ardiente. 

Un sueño a través de letrasWhere stories live. Discover now