05

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Joel

El recuerdo de Erick diciéndome que le gusta mis rulos se repite en mi mente.

El chico no se da cuenta de lo que causan sus palabras en mí.

Es raro decirlo, siempre vivió cerca de mi casa pero nunca hablamos tanto como esta noche, y a decir verdad eso de cierta forma me emociona mucho.

Me emociona que por fin haya agarrado la valentía suficiente para hablarme. Yo lo hubiera hecho antes con él, pero cada vez que lo intentaba el chico se apartaba.

Siento que tal vez haya pensado que me molestaba tenerlo cerca, cuando en realidad es todo lo contrario.

Al entrar a mi habitación, Erick observa todo en silencio como si nunca lo hubiera hecho. Contengo las ganas de decirle que sé que me mira por la otra ventana porque no quiero que se asuste.

Luego, se fija por la ventana su habitación, la cual se ve claramente ya que las cortinas se encuentran corridas.

—Vaya que se ve casi todo desde aquí —Dice, hablando de su habitación, asiento.

Erick observa mi cama y asiento permitiéndole sentarse en ella.

Luego de hacerlo, se mantiene en silencio, y unos segundos después sus mejillas enrojecen.

—¿Qué? —Cuestiono, preocupado, él habla al instante.

—Ese espejo —Lo señala—. Apunta directamente a mi habitación, y si me recuesto puedo verla perfectamente.

Me mantengo en silencio unos segundos sintiendo un calor en mis mejillas, aunque me giro para que no se de cuenta, fingiendo que estoy interesado en el cuatro que también hay en mi habitación.

—¿En serio? Nunca me di cuenta —Respondo cuando me calmo, Erick suspira.

—Está bien... —Su mirada se fija en la sábana y susurra algo más para él que para mí, aunque logro escucharlo—. Aquí duermes.

—Sí... —Digo, él me observa y veo sus mejillas arder—. Como toda persona que tiene una cama en su habitación...

—Lo sé —Responde, y luego ríe nervioso—. Perdón, a veces digo todo lo que pienso.

—Me gusta.

—¿Disculpa?

—Me gusta que digas todo lo que piensas. Sigue haciéndolo, por favor —Pido, él asiente algo confundido.

En mi vida me he llevado tantas decepciones, de personas que se mantenían todos sus pensamientos negativos para ellos, y que decían ser mis amigos, que el hecho de que Erick diga la gran parte de las cosas que piensa me hace sentir bien.

Porque... él es verdaderamente auténtico conmigo.

—Em... —Dice seguramente al notar que me le he quedado observando ya que aparta la mirada—. ¿Eso es un álbum de fotos?

Asiento viendo como el chico vuelve su mirada hacia mí esperando mi aprobación para agarrarlo, al instante lo hace y lo abre, comenzando a sonreír a penas aparece una imagen de mía aproximadamente a los tres años.

Me siento a su lado en la cama, e intento mantener la mirada fija en el álbum, aunque se me comienza a hacer difícil, ya que cada tanto me fijo en Erick y noto esos hoyuelos en sus mejillas, esa sonrisa, esos ojos... y me pierdo.

Mi Vecino || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora