Mi Vecino || Joerick

23

Joel

—¿Tienes idea de por qué me molesta tanto ello? —Susurro sintiéndome vulnerable al lado suyo, Erick niega y río con amargura—. Porque me molesta ver al chico que me gusta besar a otro, y no poder decirle nada por ello.

Erick se mantiene en un silencio que lentamente me mata por dentro.

Miro sus ojos verdes y noto que se encuentran cristalizados, pienso si separarme pero decido actuar por impulso.

Acerco mi boca a la suya y uno nuestros labios mientras cierro mis ojos, el ojiverde al comienzo se mantiene en estado de shock, pero luego no duda en aceptar.

En ese momento, todos los pensamientos negativos que tenía, desaparecen sin más.

Coloco mis manos en mi cintura antes de levantarlo, el ojiverde no duda en poner ambas piernas alrededor de mi cadera y continuar el beso.

Siento infinitas emociones en este instante, pero todas son buenas.

Él me gusta.

—Tú me gustas —Dice al terminar el beso pero mantener su espalda recostada en la puerta del dormitorio, abro los ojos por la sorpresa y él ríe—. ¿En serio pensabas que me gustaba Christopher?

—Eso dijiste tú —Le recuerdo, Erick ríe con nerviosismo.

—Era para que no sepas me gustabas, no te acosaba por nada, es porque estoy enamorado de tí... —Lo último lo susurra, pero al notar que lo dijo demasiado alto sus mejillas se vuelven carmesí.

—También me gustas, ojitos —Digo, Erick vuelve a mirarme y sonríe—. Me gustas demasiado.

Antes de poder decir algo más, volvemos a besarnos, solo que esta vez agarrando un poco más de velocidad.

Los besos tiernos comienzan a desaparecer y la necesidad de tenernos el uno para el otro crece.

Le gusto, nunca me sentí más feliz en mi vida como en este momento.

Sonará cliché, pero en este momento tengo mariposas en el estómago.

Siento los dientes de Erick morderme levemente mis labio inferior y me alejo un poco, riendo con nerviosismo. El ojiverde me mira enrojecido.

—Lo siento, me dejé llevar —Dice, río y comienzo a dejar muchos besos cortos en todo su rostro.

—Me gustas, me gustas, me gustas —Repito, para luego volver a mirarlo—. Sabía que tenías un lado pervertido.

Erick rodea los ojos y vuelvo a reír.

—Te pediré ser mi novio, pero no ahora —Digo, Erick alza el ceño.

—¿Por qué? —Pregunta, sin darse cuenta del entusiasmo que había en su rostro.

—Porque quiero que sea especial, como tú —Digo, Erick ríe y acerca sus labios nuevamente a los míos.

—Me gustas tú, no Christopher —Avisa, recuerdo el beso y alejo un poco mi rostro—. Y con respecto a su tema, ya lo solucioné.

Gruño un poco y Erick ríe.

—¿Te parece poca información? —Cuestiona, asiento y él ríe—. Pues... fue un error, Christopher me besó porque estaba confundido.

—¿Le gustas? —Pregunto, Erick no demora en negar.

—No, tuvo una decepción amorosa, y cuando eso sucede siempre estamos vulnerables —Dice, asiento liberando un suspiro frustrado.

—En serio pensé que te gustaba él —Admito, Erick niega y ríe.