Mi Vecino || Joerick

37

Joel

Antes que nada:Sin querer borré el capítulo 35, si pueden ir a dejar su voto nuevamente (y/o comentar) lo agradecería mucho ♥

—Terminé, voy al baño —Dice el chico ojiverde delante de mí, asiento con la cabeza mientras Richard se dispone a agarrar el plato.

El teléfono de Erick vibra por lo cual mi mirada va a él, puede ser algo importante por lo cual simplemente me dispongo a ver el mensaje que aparece en la pantalla de bloqueo.

Mamá:
Ya compré los boletos para el viaje.

Siento una punzada en el pecho y todo, pero absolutamente todo comienza a cobrar sentido.

Me levanto de la mesa sin más y me alejo del lugar lo más rápido posible, chocando con algunas personas en la calle.

Todas las veces, absolutamente todas aquellas en las cuales le pregunté si le sucedía algo podría habérmelo dicho.

¿Pensaba irse... sin ni siquiera despedirse?

Aquello forma un nudo en mi garganta, y las lágrimas se aproximan a salir mientras estoy por llegar al parque.

Veo una banca, solitaria, y me siento allí, recordando absolutamente todos los momentos que pasé con él hasta ahora.

Simplemente no lo entiendo.

Tantas veces le di mi confianza, le conté todas las mierdas que me sucedían ¿y él ni siquiera pudo contarme aquello?

Mantengo mi mirada fija en el suelo mientras algunas lágrimas salen por mis ojos y recorren mi mejilla, pero las quito enseguida con mi mano.

Estoy cansado de que me mientan y me oculten cosas.

—Joel... —Escucho su voz, todo parece pasar en cámara lenta mientras giro mi cara y lo encuentro.

Sus ojos verdes están cristalizados, mientras algunas lágrimas ya recorren sus mejillas.

No me gusta verlo llorar, y sonará egoísta pero... ¿era necesario ocultármelo?

—¿Por qué? —Cuestiono con la voz quebrada, Erick se encamina hacia mí y se sienta en la banca.

—Mamá, ella perdió su trabajo y... —Intenta continuar pero no lo permito.

—Eso no, ¿por qué no me lo contaste? —Pregunto, Erick se mantiene en silencio y río con ironía—. ¿No tienes idea de por qué lo hiciste?

—Lo siento, ¿sí? —Responde.

—Las cosas no se solucionan solamente con disculpas —Digo, Erick parece debatirse mentalmente hasta que por fin explota.

—¡Las cosas no se van a solucionar de todos modos! —Expresa, con lágrimas cayendo por sus ojos—. ¿Te crees que fue fácil para mí? Claro que no lo fue, un día estaba todo bien y al otro me entero que mamá perdió su trabajo y nos debemos de mudar a otro país. Todo es una maldita mierda.

—No fue fácil para tí —Digo, esta vez más serio—. ¿pensabas irte sin despedirte?

—No, yo... —Se mantiene en silencio dejando ver claramente lo que pasa.