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Erick

Toda mi vida pensé que nunca tendría la oportunidad de besarlo, pero ahora que se dio confirmé lo que suponía que sería.

Perfecto.

Salgo de la casa de Joel con el corazón acelerado y sintiendo un millón de emociones distintas.

Al entrar a mi hogar simplemente me dejo caer en la puerta, sonriendo abiertamente.

Le gusto a la persona que más llama mi atención en este mundo.

Contengo las ganas de decirle todo a Christopher y me levanto para así colocarme en el sillón de casa.

«Me gustas demasiado»

Aquellas palabras de Joel se reproducen una y otra vez.

Si otra persona probablemente me lo dijera, no sentiría lo mismo.

Él me puede hacer ver estrellas en un día lleno de nubes.

Él puede cambiar mi estado de ánimo con tan solo un gesto.

Y sí, sonará tonto, tengo tan solo dieciséis años pero siento que él es el amor de mi vida, y que nadie, pero absolutamente nadie, podrá llegar a comparar lo que siento por Joel.

Pero es que... lo que me provoca Joel es más grande que todo lo que estoy seguro que me deparará el futuro.

Me mantengo en el sillón unos minutos más hasta que me decido por comenzar a limpiar, mamá llegará pronto y sinceramente no quiero que me regañen.

Las horas pasan y cuando por fin tengo la casa limpia la puerta de mi hogar se abre dejando ver a mi madre.

—Milagro —Dice al verme con la escoba.

La veo dirigirse hacia la escalera para ir directo a su habitación y desaparecer así de mi vista. Suspiro y me dirijo a mi habitación.

Al entrar, miro por la ventana y noto que las cortinas de mi querido vecino se encuentran abiertas, dejando apreciar la vista.

El chico rizado se encuentra haciendo tarea en el suelo, contengo las ganas de llamarle y me le quedo viendo en silencio.

¿Cómo es posible de que sea tan bonito?

Pasan unos cuantos minutos hasta que él mira hacia acá, sonríe al instante y me guiña un ojo.

—Hola, bebé —Saluda al acercarse a la ventana.

—Hola, Joey —Respondo sintiendo mis mejillas arder.

—Estaba pensando y... ¿te gustaría salir conmigo esta noche? —Cuestiona, asiento y después comienzo a dudar.

—No sé si mamá me dejará —Respondo.

Desventajas de ser menor parte 1.

—Yo hablaré con mamá y ella le hará cambiar de opinión —Asegura, asiento.

—¿A dónde vamos? —Joel no demora en contestar.

—Al cine, bonito —Responde sonriendo.

Mi Vecino || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora