Comienzo del viaje.

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  Ajan Kloss era un planeta que se destacaba por su extensa vegetación. Uno tan abundante que podía llegar a ser asfixiante.

 Pero tambien era un lugar muy intenso en la Fuerza. No llegaba a ser un nexus pero era posible allí sentirla y usarla en un nivel de afinidad muy extenso.

  En eso pensaban Leia, Ahsoka y Martín mientras veían a Rey en un estado de meditación flotante. Estaba tratando de contactar a los Jedi del pasado, los que habían muerto.

Rey: Vengan a mi. - dijo mientras alrededor de ella flotaban rocas en una forma parecida a la de un nudo - Vengan... - susurró intentando atraerlos con la Fuerza.

  Pero fue un absoluto fracaso. No había nada.

  Soltando un suspiro, la chica salió de la meditación y bajó las rocas con cuidado. Después fue caminando hacia los 3 usuarios de la Fuerza que eran sus Maestros.

Rey: No funciona. No vienen a mi. - le dijo a Martín, que era el único que había tenido un contacto con los fantasmas.

Martín: Es complicado, - comenzó - pero tienes que saber que ellos pueden venir solo si quieren. Así pasa conmigo. - y pone una mano en su hombro en un signo paternal.

Rey: Eso no ayuda. - dijo sonriendo.

Ahsoka: No lo dijo con esa intención. - dijo la togruta sonriéndole maliciosamente a Martín.

Leia: ¿Por qué no recorres el circuito? - le propuso la hija de Anakin dándole su sable de luz, ahora reparado.

Rey: Buena idea. - dijo con aceptación y tomó el arma.

Leia: Recuerda, nada es imposible. - le dijo la mujer vestida con un vestido estilo chaqueta de color azul morado.

  La chica asintió. Fue a una parte alejada, donde había un pequeño acantilado y una soga gruesa como puente. No era indicado para cualquiera, pero tal vez si para una Jedi fuerte en entrenamiento.

  Un droide de entrenamiento se activó y empezó a lanzar unos disparos (atenuados para que solo causaran pellizcos en la chica) mientras Rey usaba un casco que le nublaba la visión. La mujer empezó a andar por la cuerda mientras daba pequeños saltos y desviaba algunos disparos con su sable. 

  Terminó con la cuerda y se sacó el casco mientras corría y en el trayecto que tenía en su mente desviaba los disparos del droide que la seguía cual perro faldero.

  Sentía la Fuerza fluir tras sus músculos, sus piernas, las plantas y los árboles. Como le dijo Ahsoka "todo es un uno. Todo es la Fuerza".

  Pero cuando estaba en la fase final del recorrido, algo en ella cambió. Sentía su cabeza nublada, fría y sin aire. Su visión estaba en otra parte. Los disparos del droide la hacían volver a la realidad, pero solo por el momento. El ir y venir la molestaba y comenzó a dejar que la impaciencia la dominara.

  Movió el sable de acuerdo a como se movía el droide, pero este hizo un amague y disparó. Luego intentó darle un golpe fino, pero la maquina retrocedió y disparó cuando Rey tenía la guardia baja.

  Con frustración ella lanzó su sable, pero falló y en cambió derribó un árbol. El sable estuvo girando hasta que Rey giró su mano y lo trajo de vuelta. Atrajo el droide con la Fuerza y lo rompió a la mitad.

  Pero eso no ayudó con los sentimientos que rondaban en su mente. Rey de repente vio cosas. Una máscara con un brillo rojo en sus ojos, un lugar viejo con huesos grandes en forma de colmillos de sarlac y un círculo rojo, un cristal rojo y casi al punto de ruptura, y una risa sádica mientras Martín y ella estaban sentados en un trono con unos ojos blancos y la expresión facial de vacío y muerte.

El aprendiz con destino (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora