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Un martes por la tarde.

Nuestro pelirrojo se encontraba sentado en la grande cama mientras veía una revista de moda.

Hace tres días se le vino a la mente el cambiar su color de cabello. Aún tenía miedo acerca de eso.

De verdad que el rojo le había encantado, ni que decir por su novio; pero enserio creía que sería bueno cambiar el tono.

Volvió a repetir las páginas de la revista para darse ideas del nuevo color, había muchos bonitos y ya comenzaba a ser difícil el tener que escoger uno.

¿Se valían todos? No, ya sería exagerar.

Su batalla mental termino por ceder al rubio, su piel blanca resultaría más y daría brillo. Rubio es perfecto.

Escucho la puerta principal ser abierta, guardó la revista en el cajón de la mesa de noche y se dirigió para recibir a su castaño favorito.

Logró ver como su chino favorito se quitaba los zapatos para después quitarse la chaqueta y colgarla junto a su mochila.

-¡Jackson!

Literalmente tomó vuelo para abrazarlo como un koala, suerte del castaño que se dio cuenta y lo atrapó en el aire; pegándole más a su cuerpo.

El pelirrojo comenzó por darle múltiples besos en el rostro mientras repetía cuanto lo extraño, el chino sonrió en grande mientras sus manos se metían debajo de la camisa del otro, dando caricias en forma circular en la espalda baja.

-También te extrañé mucho rojito, ya quería volver y que el entrenamiento terminara rápido

Se miraron con amor para besarse de forma dulce, mostrándose sus sentimientos.

Mark rodeó el cuello de Jackson con sus brazos para profundizar el beso, las manos del castaño se pasearon suavemente por los muslos del pelirrojo.

El cuerpo entero de Tuan tembló por las caricias que le estaban otorgando, más por la falta del aire. Al separarse para poder respirar se escuchó un jadeo por parte de ambos por la fricción de sus cuerpos.

Para mala suerte de los dos la intimidad se interrumpió por sus trabajos y los compromisos con sus amigos, no es como si estuvieran locos por hacerlo siempre pero en algunos momentos sus cuerpos se llamaban.

-J-jackson... déjame moverme más

Tuan se movió y causo más fricción, pudo sentir a la perfección la dureza de Wang justo en su trasero por cada movimiento.

Gimió de forma ahogada al sentir las venosas manos de su novio amasando su trasero y su boca cerca de su sensible oreja, susurrando tan cerca provocándole escalofríos.

-Nhg~ si tocas ahí... y-yo no creo aguantar

Sintió su erección doler por lo apretado de sus boxers, Wang no tardo en cargarlo hasta la habitación, cerró la puerta con su pie y recostó rápido al pelirrojo para besarlo con pasión.

Sus lenguas hicieron el primer contacto, la mano de Jackson continuó sus caricias en el muslo de Mark.

Embistió en falso para solo escuchar a su bonito novio gemir mientras pedía más. Los ojitos brillantes de Tuan  comenzaron a llenarse de lágrimas por el placer de toda la situación, realmente extrañaba esa sensación de ser llenado por su novio.

El chino comenzó por quitar lentamente la camisa del otro, su boca se acercó a uno de sus pezones para soplar un poco, Tuan jadeo necesitado de más contacto; los labios de Wang comenzaron por dar múltiples besos en la sensible zona mientras que sus dedos se encargaban de apretar el otro.

Las manos de Mark solo apretaban las sábanas, sentía sus pezones duros entre los labios del contrario, enserio que con tan solo esos toques estaba más que excitado.

-¡Ah, haz eso de nuevo!

La mano de Jackson bajo y se posó entre las piernas de su rojito, pasando dos de sus dedos entre las nalgas del mismo. Dándole descargas eléctricas acompañadas de gemidos.

[...]

-¡Ahí, ahí, justo ah-~!

Las penetraciones eran rápidas y constantes, su postura era la mejor que pudieron escoger. Mark se autopenetraba con el miembro de su novio, dándose placer a niveles superiores. Jackson no se quedaba atrás en ese aspecto, ver como su rojito bajaba y subía, sus ojos cristalinos, su piel perlada por el sudor, su rostro deformado por la sensación y su estado tan sensible... todo era perfecto.

-V-voy a llegar, Cachorrito m-más rápido

Las manos del chino hicieron presión en el trasero del americano para dar más profundo y rápido, los minutos pasaron para que ambos llegaran a su preciado orgasmo.

Se dieron besitos para calmarse un poco.

Vaya, cuanta intensidad habían usado.







¡S-solo Quería Tomar Un Café! [Markson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora