VI: Un malentendido

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-Nada.- Le quito el papel de las manos y me lo guardo en el bolsillo.

-¿Se puede saber quién es Lucas?.-Me habla con un tono amenazante y cruzo los brazos.

-Si confías en mí, te aseguro que no es nadie, tan sólo alguien al que le debo un favor.-Respondo y él se lleva las manos a la cabeza.

-¡¿Un favor?! ¡¿Qué clase de favor?!-Me grita muy enojado y retrocedo unos pasos.

-Te estás alterando sin saber aun nada de lo ocurrido.-Mi paciencia disminuye a medida que paso aquí el tiempo en la misma habitación que él.

-¡No necesito saber nada para fijarme en que eres una puta!.- Me suelta y me quedo mirándolo, sin ninguna expresión en mi rostro.

-Vete de aquí, ya.- Señalo a la puerta y me mira con cara de culpable.

-Samanta...Yo...- Se acerca a mí, pero retrocedo un paso.

-No te disculpes, he escuchado perfectamente lo que has dicho y lo que necesito ahora es que me dejes en paz. Lárgate.-Abro la puerta y me mira por última vez antes de salir de mi habitación.

Cierro la puerta y me siento en la cama. Sabía las consecuencias, lo que podía pasar. Pero fui una tonta y caí con él, al igual que el primero.

No tengo ganas de estar aquí encerrada en esta habitación sin nada que hacer, así que voy a dar una vuelta para despejarme de todo esto.

Cojo mi móvil y suena Maps de Maroon 5. Descuelgo el teléfono enseguida con una sonrisa, ya que ese tono de llamada se lo puse a Dunia.

-¡Hola!.- Grita y empiezo a reír.- ¿Dónde estás metida? No sé nada de ti desde hace casi tres días.

-Pues ahora mismo estoy en Londres, una larga historia.

-¿Sigues con ese cabrón?

Le llama así desde que empecé a salir con él y no me dejaba ir a fiestas con ella, ya que le habían contado sus amigos que siempre me emborrachaba. Así que como no se divertía en las fiestas sin mí, dejó de ir también.

Algún que otro día le decía a Zayn que me quedaba en mi casa con mi madre y me iba con Dunia a tomar unas copas, porque nunca he querido que un chico me obligue a hacer o no una cosa, pero estaba tan enamorada de él, que no me di cuenta de lo que hacía.

-No. Ahora estoy aquí en Londres viviendo con cuatro chicos y no sé en estos momentos si estoy con uno...

-Wow chica, nada más ni nada menos que con cuatro tíos. Creo que iré pronto allí a verte. Además, los días aquí son muy aburridos, necesito algo de acción... tu me entiendes.- Soltamos unas risas y me tumbo en la cama.

-El único chico que merece la pena de los cuatro está ocupado y los demás son unos gilipollas.

-¿Es ese tu chico?

-Por desgracia, no. Mi chico creo que es el más mentiroso de los que hay en este apartamento y no sé que es lo que haré con él. Uf, tenía que haberte llamado antes y no haber querido esperar a más tarde.- Suspiro y miro al techo. La palabra ''puta'' saliendo de los labios de Liam retumban mi mente y necesito que Dunia me distraiga con cualquier cosa.

-No sé que te habrá hecho ese capullo, pero sé que en cuanto llegue allí y te vea, te aseguro que no vuelve a follar más.

-¡Dunia!.- Grito entre risas y no puedo parar de reír.

Llaman a la puerta y me quedo mirándola.

-Me tengo que ir, luego o mañana hablamos.

-¿Ya? Bueno, mañana hablamos y planeamos mi viaje a Londres.- Dice esta última palabra con acento inglés muy exagerado y vuelvo a reír.

I'm YoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora