XXIII: Piscina climatizada.

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Me quedo quieta al ver las intenciones de a Louis cuando me doy cuenta a que se refiere cuando me preguntó antes si estaba lista. Me doy cuenta en estos momentos de que no ha traído bañador, sino unos bóxers ya que se ve claramente la tira de Calvin Klein por encima de sus jeans.

Miro hacia otro lado colorada y él se ríe. Me coge de la cintura y su nariz roza mi mejilla.

-Tranquila, esto será como si estuviéramos en la cama, no te avergüences por favor.- Le miro a los ojos y asiento.

Pongo mis manos en su nuca y le doy un beso. Cuando nos separamos, el relame sus labios, sabiendo que eso me provoca y baja sus jeans.

-SI QUIERES, VE AL CUARTO DE BAÑO, QUE ESTÁ JUSTO AHÍ.-Me señala desde la otra punta de la piscina y le sigo con la mirada donde posa exactamente su dedo. Asiento y me dirijo hacia él.

***

Me siento inútil en parte al estar con una toalla que me llega por los muslos e intentando que me tape mi cuerpo. Camino de forma muy lenta hasta llegar de nuevo en la piscina y veo que Louis me espera dentro del agua, con los brazos fuera, agarrándose del bordillo. Me sonríe y yo como una estúpida sonrío. En parte sigo pensando que esto es una completa gilipollez, pero bueno, ya no hay marcha atrás.

Suelto mis manos del agarre de la toalla y cae al suelo, provocando que Louis abra los ojos como platos.

-Cierra la boca que entran moscas Tomlinson.-Digo y me suelto el cabello.Me voy a unos escasos metros más alejada de él y me tiro al agua. Unos brazos fuertes me sujetan de la cintura y salimos a la superficie.

-No sé por qué te avergüenzas de tu cuerpo, eres perfecta.-Le echo agua y me río de nuevo.

-Creo que deberé de hacer algo cada vez que digas cosas cursis o me mientas.-El niega con la cabeza sonriendo y me besa.

Al estar piel con piel, nuestras caderas se unen y me agarro de sus hombros para seguir a flote, ya que él se ha agarrado al bordillo. El agua al estar caliente, hace que el ambiente en nosotros dos aumente, deseando más el uno del otro. Se separa de mí y me coge de la mano, a lo que yo le sigo.

Desde estas vistas su pelo echado hacia atrás a causa del agua y su sonrisa que me muestra cuando me mira de perfil es simplemente... perfecto.

Llegamos a una de las esquinas de la piscina y antes de que diga algo, me coge de la cintura y su rostro se acerca a mí. Nuestros alientos chocan y termina cortando el poco espacio que queda entre nosotros.

***

Mi respiración es la que se nota más ahora y él se echa hacia un lado para que me relaje por mi cuenta. Me acaricia el pelo lentamente y deja besos en mi frente hasta que al fin me quedo ya tranquila.

-Sé que te va a molestar un poco esto pero... Necesito que te des un buen baño y te pongas el vestido que te encontrarás en la cama de la habitación. Te espero dentro de tres horas en el pasillo, no me vayas a dejar fuera.-Me guiña el ojo y me da un beso corto en los labios. Se levanta, coge sus bóxers y sus pantalones que le llegan un dedo por debajo de las rodillas y se los pone rápido y sale de allí, dejándome completamente sola, aunque al menos me va a dejar algo de privacidad.

***

Salgo del cuarto de baño con una toalla en la cabeza y otra más grande cubriéndome gran parte de mi cuerpo.

Mira que odio las sorpresas, me sacan de quicio, pues el idiota de Louis me tenía que hacer una, mira por donde. Pero bueno... ¿Qué le voy a hacer por una sorpresa? Creo que estoy exagerando demasiado las cosas.

Abro la caja blanca que hay en mi cama y le quito el papel seda blanco que cubre el vestido. Lo alzo con mis manos y sonrío al imaginármelo puesto.

Es un vestido rojo casi oscuro ajustado, con corte en la cintura y termina en forma de vuelo. Al lado hay una caja de zapatos y ya ni me quiero imaginar cómo serán. Me dirijo de nuevo al baño que hay en la habitación y me seco el pelo.

Quince minutos después, estoy aguantando la respiración por enésima vez para poder abrocharme la cremallera del vestido en un intento de que suba de una vez. Cuando escucho un click para dar a entender de que ya está abrochado, me tiro a la cama con una sonrisa.

Miro el reloj de pared. Es casi la hora. Miro hacia todos lados en busca de mi neceser y lo encuentro en un armarito que hay en el cuarto de baño. Lo saco y miro una gran multitud de productos que tengo para maquillarme.

Saco una sombra color café, la BB cream, rímmel, colorete rosa para dar algo de color a mis mejillas y un pintalabios del color del vestido. Me miro en el espejo con una sonrisa y empiezo a maquillarme.

Me miro bien arreglada antes de que venga Louis en el espejo de cuerpo entero. Me repaso los labios por última vez y suenan unos pequeños golpes en la puerta, por lo que me apresuro como puedo hasta llegar al pomo de esta y abrirla.

-Hola.-Digo un poco jadeando a causa del pequeño maratón que acabo de hacer.

-Wow, te ves preciosa.-Sonrío y me pongo un poco más colorada de lo que ya estaba antes de que llegara.-Huy, te he traído esto, como sé que no te gusta tanto lo cursi...-Me tiende una rosa y mi sonrisa no puede ser más grande porque no queda espacio en mi cara.

Ahora que me fijo bien, Louis está perfecto como va ahora vestido.

Se ha puesto un traje de chaqueta azul marino, a juego con sus ojos azules y su pelo hacia atrás. Su sonrisa me muestra sus dientes y ese brillo en los ojos del que nunca me cansaré permanecen ahí.

-Gracias, tu también estás muy... sexy.-Me ofrece su brazo y paso mi mano por ella, agarrándome. Me da un beso en la mejilla y caminamos por el pasillo.

-¿A si que te parezco sexy con este esmoquin?-Asiento conteniéndome las risas y él sonríe.-Lo llevaría todos los días si tu quieres.-Abro los ojos y empiezo a reírme.

-No hace falta que vayas tan vestido para que te veas sexy.-Arquea una ceja y me muerdo el labio inferior.

-Bueno, pues dejemos lo sexy porque te debo de informar de una cosa.-Dice dándome la vuelta y agarrando mis manos y yo le miro confusa.

-¿Qué ocurre Louis?

I'm YoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora