III: Una broma pesada

187 15 0
                                    

Me despierto a las siete y media. Lo extraño para mi es que a esta hora los rayos de sol traspasan mi ventana. Bostezo y miro una tarjeta que hay en mi mesa.

''Me he ido a clases. Los demás no sé que estarán haciendo ahora, ya que no los he visto despiertos, pero si necesitas algo llámame. No creo que quieras pedirle ayuda a Niall o a Louis. Espero que tengas un buen día, Liam.''

Me levanto de la cama frotando mis ojos y cuando abro la puerta me asusto.

-¿Qué estás haciendo?.- Le pregunto a Niall cuando me recupero del susto.

-Quería entrar en tu habitación antes de que te despertaras, pero creo que ha sido demasiado tarde.- Se muerde su piercing y paso por delante de él.- ¿Por qué eres tan estrecha?.- Pregunta detrás de mí y me paro en seco.

Convierto mis manos en puños y me giro sobre mi propio eje furiosa.

-Para empezar, no soy ninguna chica como con las que normalmente estás. Tampoco seré la típica chica a la que tengas para un polvo. Odio que me trates así y si paso de ti es... ¡Porque me caes mal!- Le grito las últimas palabras y se queda mirando al suelo, absorto en sus pensamientos.

Respira profundamente y luego me mira a mí. Intento retroceder, pero empieza a venir hacia mí demasiado rápido y no me da tiempo a entrar a la cocina, ya que me acorrala contra la pared.

-Con que esas tenemos ¿Eh?.- Sujeta mis manos con una de sus manos mientras que con la otra me sujeta la cintura. Me quedo quieta hasta que un recuerdo viene a mí. Parpadeo e intento soltarme de su agarre.-Deberías mantenerte quieta, será mejor para ti.-Separa mis piernas y se queda entre medio de ellas.

-No te tengo miedo.- Me mira un par de segundos bastante serio y luego suelta una carcajada.

-No sé como no me temes, deberías de hacerlo.- Me coge y me pone encima de su hombro.

-¡Suéltame!.-Grito y empiezo a darle puñetazos y patadas como puedo.

-¿Crees que me duele? He estado en boxeo mucho tiempo Samanta, así que lo que estás haciendo ahora para mí es como si me estuvieran dando con una almohada.

Le ignoro y empiezo a gritar y a seguir pegándole por si llega a funcionar. Pasamos por el pasillo y abre una puerta. Me tira a la cama y sale de nuevo fuera de la habitación, encerrándome en ella.

¿Desde cuando las puertas tienen seguro por fuera?

Giro el pomo, pero no puedo abrir, así que empiezo a dar golpes en la puerta. Su risa comienza a escucharse cada vez más cerca y me siento en la cama, cabreada.

Entra junto con Louis y con unas cuerdas. Hago como si no estuvieran aquí y el moreno cierra la puerta tras él.

-Te encantará tu estancia aquí.- Tensa las cuerdas y las deja encima de la mesa.

Niall se da la vuelta y se acerca lentamente hacia mí. Me levanto y miro hacia todos lados en busca de algo que me ayude, pero no hay nada que le pueda hacer daño. Maldito Horan.

Unas manos tocan mi cintura y me doy la vuelta del susto. Louis está mirándome y sus pupilas están demasiado dilatadas. Es la primera vez que veo sus ojos tan oscuros y eso me asusta. En su rostro se forma una sonrisa de lado y frunzo el ceño.

Me doy cuenta de por qué hace eso justo cuando Niall pasa sus brazos por debajo de mis hombros y Louis coge mis piernas, elevándome entre los dos.

-¡¿Pero estáis locos?!- Grito y se ríen.

Louis se pone encima de mí, posicionándome en forma de X en la cama mientras que Niall va a por las cuerdas.

-Sólo necesitamos algo, y ese algo eres tú.- Dice el moreno en mi oído y mi piel se eriza cuando empieza a depositar besos en él.

I'm YoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora