XVII: Por fin.

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Siento que la mayoría de los que están a mi alrededor suspiran y agradecen mi decisión, pero Liam no se siente igual que los demás. Creo que tiene ganas de que me vaya, no sé.

-No pienses que lo único que quiero es que te marches, es que no sé que hacer si viene Zayn y estás aquí.-Me lee la mente y trago saliva.

Dijo que vendría la semana que viene, pero al no contactar con los chicos, tengo miedo de que venga de un momento para otro de imprevisto. Además, no sé cómo actuará delante de ellos, ni que hará cuando vea a Dunia enfrente suya, ya que la odia a más no poder.

Echo hacia un lado esos pensamientos en mi mente y me levanto de la silla. Escucho unos pasos detrás de mí, pero no me giro para ver quién es porque sé perfectamente que es Louis. Entro en mi habitación y me siento en la cama, aún de espaldas a él. Oigo el sonido de la puerta cerrarse y mis nervios comienzan a aparecer. Mi respiración comienza a acelerarse a medida que pasan los segundos y lo único que pienso es que puede decirme. La cama se hunde un poco y le miro. Aunque tenga esas magulladuras, se ve guapísimo. Me coge de la mano, la cual tengo fría y me la calienta un poco.

-Ahora que sabes algo de mí... ¿No tienes miedo?-Murmura mientras acaricia la palma de mi mano y me concentro en los movimientos que hace con su pulgar.

-¿Miedo de ti? Creo que eso es lo último por lo que pasaría Louis. Sé que te conozco de poco, pero sé que no eres lo suficiente idiota como para destruir una relación. Has cambiado, ya no sé que fue de ese chico el cual un día le destrozaron la vida para siempre; pero si conozco a un idiota que me quiso enamorar llamando mi atención con cualquier tontería y yo como una niña pequeña tenía ganas de darte una torta.-Bromeo y él sonríe mientras mantiene el contacto visual entre nosotros.

-Puedo volver a ser el de antes... No me conoces claramente, lo que te he contado ha sido algo de lo que puedo ser capaz. No sabes en la de peleas que me he metido, ni siquiera sabes el daño que le he podido hacer a la gente que más quiero. Mis padres ni siquiera saben que hablo con mis hermanas por el móvil con miedo a que perdamos el contacto entre nosotros porque se interpongan. Me querían destruir la vida y todo por culpa de mi prima.-Mira de nuevo a nuestras manos y le cojo del mentón.

-Ahora mismo se estará arrepintiendo de todo esto Louis, ten eso por seguro. De todas formas cuando la conozca, me encargaré de ella...

-No Samanta por favor, deja las cosas como están. No quiero más peleas en mi familia.-Asiento y retiro mi mano de la suya. Me doy la vuelta y él al estar con las piernas cruzadas, me permite dejar caer mi cabeza entre sus piernas.

-Lo hago porque eres tú, si fuera otra persona te juro que no dejaría esto escapar.-Le digo señalándole con el dedo y él se ríe.

-En el fondo eres muy pequeña para estas cosas, no sabrías pelear.-Pone sus manos en mi cintura y sube lentamente hasta llegar a mi punto débil. Empieza a hacerme cosquillas y me retuerzo, ya que no paro de reírme.

-Louis para.-Dijo entre carcajadas y eso hace que siga con mucha más intensidad.

-¿Ves? No puedes ni siquiera pararme.-Pongo mis manos en sus muñecas, pero no consigo apartarlas.-Te estás poniendo bastante colorada, pareces un tomate.-Me deja y respiro un poco.

-Idiota.-Digo cuando estoy más calmada y le doy en el brazo flojito.

-¿Puedo decirte algo?-Coge un par de mechones de mi pelo y juguetea con ellos. Sus dedos por un momento pasan delicadamente de la raíz hasta las puntas y eso hace que una sensación de relajación me inunde por completo.

-Puedes decirme lo que sea sin necesidad de preguntar Louis.-Miro hacia él y no me mira, sino que sigue concentrado en mi pelo.

-Bueno... Ya que sabes todo y no te vas a ir de aquí por el momento, he pensado que... Si tú...-Se queda callado y aunque ya sepa la pregunta miro hacia él y entrelazo nuestras manos, dándole un poco de seguridad para que siga con la pregunta.

I'm YoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora