Mala Fama.

Confusión.

No había visto a Aspen en un lapso de 12 horas continuas, no sabía quien estaba evitando a quien, pero prefería no saberlo, me había quedado en casa en vez de salir recién levantado como dicta mi costumbre, mis mascotas me habían extrañado después de no haberles hecho compañía todo un día así que me quedé, además de que no tenía mucha motivación para salir. Tenía mi cabello recogido en una cebolla alta ya que mi cabello me estorbaba y tenía mi bata favorita que arrastraba su final. Ya eran las 9 am y moría de hambre, pero mi refrigerador estaba vacío y no quería salir.

"Entonces prefieres morir de hambre que afrontar a tu amigo" algún día callaría a la voz femenina en mi cabeza. "Aunque sea sal sin ver a Aspen pero no te puedes tirar a morir" sorprendentemente esta vez era un buen consejo, me puse de pie y me lave la cara, le dejé comida suficiente a mis bebés y me despedí de ellos, claro después de vestirme adecuadamente para salir.

Salí y todo parecía muy normal, toda Villa Troll vivía su vida con constante tranquilidad con sus rutinas de siempre, Milton estaba con sus mascotas, Chiquilina se ejercitaba, Diamantino vendía brillasoda y las gemelas posiblemente estarían trabajando. Me acerqué al penúltimo en su puesto de jugo de moras, no lo había visto en unos días.

-Hola Diamantino.- Le saludé al mencionado que no había notado mi presencia hasta que hablé, sus ojos brillaron de felicidad y eso me hizo sonreír después de tantas horas de angustia.

-¡Arroyín!- Gritó Diamantino y si no fuera por la barra que estaba atravesada me hubiera abrazado, por primera vez agradecí que algo se interpusiera entre un amigo y yo, pero aún así, se me acuerdo de golpe para darme un zape en la cabeza, tremendo saludo. -¡Tonto, hasta que te apareces!- Aún me estaba sobando por el golpe repentino y lo voltee a mirar. -Faltaste a las clases pasadas con los Congeladores, no has dado ni una sola clase de yoga señorito, y te peleaste con Ramón.- Me dió otros golpes esta vez en el hombro. -Espero tengas buenas explicaciones, quiero el chisme completo.-

"Que interesante, cuentale que te plantaron en tu clase de yoga, lo que dijiste sobre tus amigos, y que faltaste a su clase por pura vagancia." Estúpida voz, trague saliva antes de hablar.

-Bueno, no fui porque no me sentía bien, me sentía mal por el juego de el día anterior, ya sabes, mucha comida, muchas emociones.- Explique rápidamente, ojalá tuviera esa rapidez para decir la verdad. -Me di una pausa de mis clases y sobre mi pelea con Ramón...- De eso no podía mentir nada y menos buscar una excusa, tenía que decirle de alguna manera la tontería que había dicho. -¿No sabes que pasó? ¿No te dijo?-

Diamantino pareció pensarlo un poco. -Si nos dijo.- Bufé, obviamente, Ramón no hubiera desaprovechado la oportunidad de hacerme quedar mal, me sentí tonto. -Pero no le creo.- Eso último hizo que mis orejas se alzaran.

-¿No le crees?- Dije con un brillo en mis ojos. -¿Por qué?-

-Arroyín, eres el más honesto que conozco.- Dijo el troll de brillantina tomando mi hombro más amistosamente que antes. -Tendrás muchas fallas pero nunca mientes, además, tu nunca te referirias a nosotros como "basura".- Rió por la palabra pero yo solo pude guardar mi temor y vergüenza con una sonrisa incómoda.

-No, claro, nunca lo haría.- Un enorme peso de culpa se cargó en mi espalda.

-Lo que si me sorprende es que mucha gente le siguió el juego, o sea, se que a Ramón no le agradas pero ¿Decirle a media villa tal mentira? Eso sí es caer muy bajo.- Seguramente con media villa se refería a los trolls que si escucharon la discusión en la que me referí a todos como un desecho.

-Lo sé, apesta.- No quería seguir en la plática, enserio me dolía, el pobre troll simplemente estaba enfrente de mi diciendo que me creía ciegamente sin saber que esas "mentiras" en realidad eran cosas ciertas. -Pero no te preocupes por eso, ya sabes, como es Ramón, todo lo exagera jaja.- Reí simulando que nada había sucedido y Diamantino hizo lo mismo.