Invitación.

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La música de la cajita era mi único  consuelo para este momento tan desagradable y difícil para mí. Había perdido a mis amigos por una cadena de mentiras que había llevado hasta no poder ser ocultadas por más tiempo, no querrían saber más de mí después de ello. Suspiré hondo, y me levanté del suelo dónde había estado llorando durante horas, deje la cajita en ningún lado e ignore los constantes quejidos de mis mascotas que me habían escuchado llorar durante mucho tiempo.

Me asomé por mi ventana para ver a toda Villa Troll y las luces de casi todos los capullos de encontraban apagadas, dando la idea de que la mayoría de los trolls de la Villa ya se habían dormido. A mí realmente me dolía la cara de tanto llorar y no quería amanecer con ojos hinchados, no tenía nada de sueño, no iba a ser del mismo porcentaje de trolls que ya estaban dormidos y decidí dar una caminata, esperaba aunque sea conciliar el sueño. Me mire por última vez al espejo para peinarme de una mejor forma mi largo cabello aqua ya que estaba hecho un desastre, me enjuague el rostro para aunque sea disimular lo mucho que había llorado, y salí evitando las miradas de cualquier vecino metiche.

La luna estaba brillando a lo alto del cielo y el viento estaba helado pero refrescante, las luciérnagas iluminaban con alegría la oscura noche y las flores en los arbustos eran resaltados por el brillo lunar. Realmente era relajante dar caminatas, así despejabas tu mente por completo y olvidaba aunque sea por unos minutos lo horrible que es la vida real.

Sabía exactamente a dónde ir, a mi santuario, esas hermosas cataratas dónde solía llevar a cabo mis meditaciones y en una que otra ocasión sesiones de yoga, antes de que las cancelara definitivamente por razones que no tengo que explicar de nuevo. El trayecto fue más corto de lo que pensé o más bien tenía prisa de llegar porque tenía el presentimiento de que alguien me seguía.  Pero llegué y sentí una especie de tranquilidad escuchando la linda sinfonía de el agua cayendo en los rápidos, los sonidos de la madre naturaleza si que eran una obra de arte.

Me senté en el césped húmedo sin llevar una esterilla como dictaba mi costumbre, coloqué mis piernas en una posición de mariposa y cerré los ojos para meditar como si estuviese dando una de mis famosas sesiones de yoga. Recordé mis propios consejos contra el estrés y los pensamientos negativos —Inhalen las angustias, y sueltenlas, solo dejenlas ir.— Me dije a mi mismo como si se lo estuviese dando a todo un grupo inexistente.

Tome una gran inhalación y solté el aire acumulado con profundidad, había olvidado porque me gustaba hacer esto, era una buena forma de reprimir pensamientos negativos y tóxicos de tu aura, en Villa Troll no podías tener nada de eso, nada. Y yo soy Arroyín, el troll más "positivo y tranquilizador" de la Villa, no podía darme el lujo de cambiar esa reputación, era genial que te reconocieran por destacar en algo diferente a los demás.

—Deja ir cada mala vibra y desequilibrio emocional.— Me volví a repetir, dándome indicaciones a mi mismo en una clase de yoga individual, solo para mí, si que me hacía bien estar a solas. —Reprime cada emoción negativa y recupera tu cordura.— Me ordené en total relajación sin dejar la pose de meditación, estaba en mi lugar feliz. De verdad necesitaba recordarme que no podía mostrar ninguna emoción negativa, sentimientos de odio y frustración florecían en mi pecho por todo lo que me había pasado estos días pero no, yo era alguien tranquilo y no podía permitirme actuar de una forma insensata.

Relajado por las actividades volví a hablar. —Estoy calmado, en paz y en control.— Me dije convencido de que mi meditación había funcionado perfectamente como siempre acostumbraba. —Lo has hecho bien, amigo. Namasté.— Junte las palmas en adoración a mi mismo y abrí lentamente los ojos, viendo a mi al rededor y poniendo atención al ambiente. Me sentía mejor en muchos aspectos pero no significaba que me sentía a la perfección, aún sentía culpa y dolor por todo lo sucedido.

Mala Fama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora