1 Comienzo-prólogo

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Prólogo :

White (tu) tiene el pello corto y rizoso castaño, con las puntas blancas. Sus ojos son grises y en uno de ellos tiene una cicatriz de nacimiento compuesta por grietas blancas, por eso se tapa el ojo con el flequillo o maquillaje. Mide 1.52.

De híbrido tiene los pies y los tobillos blancos, al igual que las manos y las muñecas, y unas alas algo más largas que sus brazos, con las que puede elevarse a máximo diez metros de altura.

Comienzo:

-Narra White-

Me hallaba en la base rebelde junto con la general Leia Organa, que me estaba encomendando una misión.

- Y por último, ten sumo cuidado con.... Mi.. Hijo... - dijo con dolor en sus últimas palabras.

Su hijo, Ben Solo, ahora era el líder supremo de el imperio, y se hacía llamar Kylo Ren. Siempre he tenido miedo a tener que enfrentarme a el aunque sea indirectamente, no me creo tan valiente como el resto. Y cómo no temerle, el mató a su propio padre.

Puse mi mano en su hombro y le prometí que me cuidaría, entonces un recuerdo llegó a mi mente.

-flashback -

Es mi segundo mes con la rebelión, tengo casi diez años y Leia me ha llevado a ver cómo Luke entrena a su hijo, aunque pronto viviría en aquel lugar.

Soy un poco tímida, y no me atreví a acercarme, sino que observé desde detrás de una piedra gigante. Su pelo negro rizoso asomaba entre lo que podía ver desde la roca.

Intenté subir más para poder verle del todo, impulsándome con mis alas, pero cuando logré verle me topé con sus ojos oscuros clavados en mi, y perdí el equilibrio. No me choqué contra el suelo gracias a mis alas.

- Ben, no te desconcentres. Ella estará bien. - escuché decir al maestro Skywalker.

-Si, maestro... - contestó descontento.

-fin del flashback-

Esa fue la única vez que llegué a verle, y aunque por aquel entonces no era malvado, seguía teniendo miedo a acercarme a el.

-General, ¿quién me acompañará? - pregunté, sacándome a mi misma de mis pensamientos.

- El piloto Poe Dameron, y dos novatas. Luna y Winter Heffle. - contestó cariñosamente.

Asentí y me reuní con los que serían mis compañeros en esta misión. En general me cayeron bien, aunque me da la impresión de que Poe tiene un carácter algo impulsivo.

Al fin nos dirigimos al destructor imperial, donde yo y Luna bajamos y nos infiltramos hasta llegar a un panel de control, donde derribamos a dos scout troopers y accedí a los sistemas mientras Luna vigilaba la puerta.

De repente, Luna se me acercó sin decir nada por la espalda y de un golpe caí al suelo. Desperté atada de pies y manos, no creo que haya pasado mucho rato o ya me habrían visto.

No podía pedir socorro, puesto que me escucharían los stormtroopers o alguien incluso peor, así que me quedé allí, sola.

Después de un dia allí tirada creí que me iba a desmayar, cuando escuché los pasos de dos stormtroopers, pero iban acompañando a alguien.

Oh no

Me salieron unas cuantas lágrimas, y sollocé sonoramente. Ya no importa, me matarán iguamente...

Observé como Kylo Ren se detenía cuando sus pies estuvieron a la altura de mi cabeza, y me dirigió su fría mirada a través de su casco.

- Señor, la matamos? - dijo uno de sus escoltas, el levantó la mano hacia el lado donde estaba él, en señal de negación.

Empuñó su sable y cortó las cuerdas que me apresaban con él. Yo ya no tenía fuerzas para moverme, pero aún así él me elevó usando la fuerza y me arrastró hasta una celda, donde me tiró y se marchó.

El lugar estaba helado, y por un momento pensé que iba a morir de hipotermia, pero siempre exagero mucho las cosas así que no hice caso a mis pensamientos y me tumbé en la rígida cama, esperando tan solo que alguien viniera y me matara, o que me dejasen morir de inanición.

Pero de repente oí la puerta de al lado deslizarse, por lo que deducí que era una habitación, y me intenté esconder pero la cama ni siquiera tenía una manta con la que taparme en la noche así que solo pude permanecer en la sombra ante la figura de la persona que me causa más terror. ¿Mi celda tenía que estar al lado de su habitación, enserio?

Escuché su voz a través del imponente casco que ocultaba su rostro, pero no se dirigía a mi, sino a uno de los stormtroopers que pasaban por allí.

- Dile al general Hux que todo está en orden y que nadie pase por este pasillo durante un rato. AHORA - su orden hacia el soldado me hizo pensar en cosas terribles.

El pobre stormtrooper se fue corriendo a avisar a Hux temiendo por su vida. Entonces Ren se quitó el guante para ponerlo en el escáner, y así abrir la puerta de mi celda.

Volvió a ponerse el guante nada más ver que la seguridad le dejaba pasar, y se acercó a mi a paso lento y amenazador, provocando que la piel se me erizase.

- H-B3-18, ¿no es así? - preguntó mientras se quitaba el casco, dejando al descubierto aquellos cabellos rizados negros y sus imponentes ojos oscuros. Yo asentí prudentemente.

Dejé de intentar aplastarme contra la pared, al comprender que puede que no viniera a matarme o torturarme.

- Me gusta que me teman, pero tampoco es cuestión de que intentes esconderte cuando vengo a hablar contigo tranquilamente. Ya estoy sin casco, ¿era eso? - articuló fríamente.

- ¿H-has estado revisando mi número de serie? - asomé un poco la cabeza de entre las sombras, ignorando lo que me dijo.

- No todos los días capturas a una rebelde que tenga alas y aparezca desmayada en una sala de control. - dijo el en tono irónico, a lo que yo bajé la cabeza.

- Solo se hizo otro híbrido del mismo animal que tu, ¿No? - continuó diciendo - a él le mataron, porque era demasiado fuerte.-

- A mi me quisieron ejecutar porque tenía sentimientos. No quise matar a una civil que me pusieron delante, como hacían el resto de híbridos sin pensarlo. Me tomaron por defectuosa. - le narré tristemente, él dejo su casco en el suelo y se siguió aproximando a mi, poniéndome más atención.

- Me temes más que el resto de rebeldes. O lo muestras más. Un fallo en la genética que te programaron te hizo muy emocional. - explicó mientras yo me levantaba. Miré hacia arriba para encontrarme con sus ojos mientras él, después de una breve pausa, prosiguió - Eres única por ello. Sabes, después de ti no se crearon más híbridos. Por eso quiero que te unas a la primera orden, yo no intentaré matarte como aquellos incompetentes. -

- Necesito... Tiempo para pensarlo. - Agaché la cabeza y él la levantó con el pulgar en mi barbilla.

-Quiero tu respuesta mañana. Y una última cosa... Despliega tus alas. - obedecí y noté como su frío guante acariciaba me ala izquierda.

- ¿Puedes volar con ellas? - preguntó tan serio como antes.

- Solo un poco... - mis alas temblaron involuntariamente por el frío, y aunque Ren no pudiera sentir el tacto, podía sentir el movimiento, así que me dirigió una breve mirada a los ojos y luego se desabrochó la capa. Me cubrió con ella para luego coger su casco y se retiró de aquí.

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Games [kylo ren y tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora