-No puedes escapar de ésto para siempre,por mucho que lo queramos.- me dijo Sira acostándose a mi lado. Lo sé porque sentí su mano entrelazarse en mi panza.
Yo no quería hablar,o más bien,no tenia nada que decir. Sólo podía mirar a un punto fijo,el armario. No quería ni podía asimilar nada.
Los recuerdos de mi anterior vida venían a mí como casi estrellándose. No quería volver a eso nunca más.
-Med.- me susurró depositando un beso en mi frente.
-Está bien Sira.- pude pronunciar con la voz entrecortada.-No es algo que quiera hablar ahora,lo siento.- Musité mientras me sentaba en la cama y lo miraba.
-Bueno..- se paró.- Si necesitas algo,puedes llamarme.- me miró desde la puerta y sólo asentí con la cabeza para luego verlo desaparecer.
Me sentía un poco desagradecida,pero en éste momento quería estar sola.
Luego de que Horus percatara algo que no le gustó y saliera furioso por la puerta que prácticamente nos obligó a abrir,nosotros también habíamos notado una energía pesada en el ambiente,como si de nada bueno se tratara.
No voy a mentir y decir que ésto no es algo que no supiera que pasaría,dos años fueron demasiado para que nos encontraran,pero..no estaba preparada para ésto otra vez.
No quiero afrontar mis demonios del pasado,quiero seguir aquí en ésta casa con Sira,siendo felices.
Me costó notar que estaba llorando,de hecho lo hice por el sabor salado que inundaba mi boca,y de un segundo a otro ya no pude parar de hacerlo.
La preguntas se incrustaban otra vez en mi cabeza.
La incertidumbre me carcomía cada parte de mi ser.
Sólo pude caminar hacia donde se encontraba Sira para verlo sentado en el sofá un poco..intranquilo.
Casi instantáneamente notó mi presencia, una presencia agobiada.
-¿Qué pasa si nos encuentran?- ya no contuve el llanto,no era algo que me interesara.
-Amor- Se paró de su asiento y vino casi corriendo hasta ami,cuando tomó mi cara,que entre sus manos quedaba pequeña.- Escuchame.- Casi me obligó a mirarlo. -Si nos encuentran los enfrentaremos.- secó con su pulgar una lágrima que caía por mi mejilla.
-No,pero es que- Sollocé como si tuviera cinco años.- No quiero perderte otra vez,yo..no puedo.-lo abracé por la cintura con todas mis fuerzas mientras que hundía mi cabeza en su pecho.
-Med.- me sentí más calmada cuando sentí la presión de su abrazo,y como me envolvía. Sosteniéndome ya que mis rodillas flaqueaban.- No me perderás,ni aunque quieras,te lo prometo ¿me oyes?- continuó.- Es una promesa.
-¿Me lo prometes?- le dije separándome un poco de él para mirarlo a los ojos.
-Pues,ya lo hice.- sonó casi obvio.
-No.- sus ojos me miraron extrañados. -Por la garrita.- Sonrió al ver mi dedo meñique extendido hacia arriba.-
-Medley,tú sí que no cambias más.- Reímos al unísono y unió su dedo meñique en el mío.-Ven,vamos a comer algo.-
-¿A dónde?- pregunté.
-No lo sé ¿Quieres ir a la ciudad?- se dirigió hacia la habitación.
-Bueno.- Le grité. Dudé unos segundos,pero luego me pareció bien que nos despejáramos un poco. A veces era necesario rodearse de gente. -Espérame que me visto.-
-No tardes.- Continuó y se metió al baño.
Al cabo de unos 15 minutos ya me había vestido,me había puesto unos jeans negros ajustados y mis botas con pompones marrones. Arriba un sweater de lana muy abrigado que luego complementaría con una campera aún más abrigada.
Debo admitir que 5 de esos 15 minutos los utilicé para mirarme al espejo.
En éstos dos años me había consumido muchísimo,estaba más delgada de lo que debería y mis huesos se dejaban ver con profundidad.
No sé que ocurría pero mi imagen era algo,por no decir bastante deplorable.
Al salir el aire de la noche estaba más frío que un congelador,o casi igual.
Nos adentramos en la camioneta que fue reconfortante ya que nos protegía del frío y el viento que nos azotaba.
La carretera era casi hipnótica y sobretodo cuando se complementaba con la música que sonaba: I always wanna die- 1975
El cielo era bellísimo,la cantidad de estrellas que se veía era impresionante,era un cielo limpio,hermoso,pulcro.
-¿Qué piensas?- preguntó Sira mirándome y luego volviendo su vista hacia el frente de la carretera.
-En lo bello que está el cielo.- Sonrió. -¿De qué ríes?- sonreí también.
-Tú eres como el cielo.-su comentario me tomó algo desprevenida.-Aunque le ganas.-
-Ya basta- Sonreí evitando el sonrojo de mis mejillas.
-Eres muy tierna cuando te sonrojas ¿lo sabías?-
-Sira no es gracioso.- mentí,sí lo era,mi cara lo demostraba.
-También te sonrojas en otros momentos.-
-Okey!- grité al sonido de una gran carcajada mientras él hacía lo mismo. Cómo venganza no tuve mejor idea que hacerle cosquillas,sabía que las odiaba.
-Medley-elevó la voz mientras ahogaba una sonrisa y se retorcía en su asiento.
-¿Ahora no te parece gracioso,verdad?- saboreé el dulce sabor de la venganza.
-Medley,en serio,estoy manejando.-intentó sonar lo más serio que pude pero me detuve.
-Ya verás cuando lleguemos a casa.- me miró y me estremecí al ver sus ojos vengativos.
-Veremos.- Lo reté y le dediqué una sonrisa.
A lo lejos de la carretera se podía observar cómo si fuera un animal..una vaca?
-¿Qué es eso?- pregunté.
-Creo que es una vaca.- Descendió la velocidad poco a poco,aunque no fue muy necesario ya que el supuesto animal se movió del medio.
Aumentó la velocidad y de repente nos encontrábamos solos en la carretera.
Un fuerte impacto colisionó sobre nosotros,se me removieron todas las tripas y sentí que el cerebro se saldría por mi cabeza.
Sira tenía puesto el cinturón de seguridad,pero por desgracia,yo no lo había hecho.
De repente,salí disparada por el vidrio de adelante,como acto reflejo cubrí mi cabeza con mis brazos,pero fue inútil,el vidrio se rompió en miles de pedazos y no sé en que momento caí sobre el duro y fuerte asfalto negro.
1,2,5,8 dejé de contar en mi cabeza las veces que rodé violentamente en el pavimento.
Mi visión se volvía cada vez más y más borrosa al mismo tiempo que mi garganta quería expulsar algo,como si fuera una tos estrepitosa y sin poder retenerlo más tosí con todas mis fuerzas,me llevé la mano a la boca para poder darme cuenta de que estaba escupiendo sangre.
El olor nauseabundo de la sangre inundó mis fosas nasales,pero no era de mi boca,sentía el calor húmedo en cada parte de mi cuerpo,debido a que los cristales,estaban casi en todo mi cuerpo.
Oí un grito lejano,no podía entenderlo muy bien. Pero a medida que lo repetían,lo podía escuchar más claramente.
-Med- mis ojos luchaban por abrirse. Y sentí mi cabeza apoyarse en algo más blando y reconfortante,supuse que eran las piernas de Sira. -Med,no te duermas,quédate conmigo.- sacudió un poco mi cabeza.
Mi visión cada vez se oscurecía un poco más,como cuando presionas durante un largo tiempo tus ojos. Mi alma se retorcía de ganas de quedarse despierta,en la conciencia,pero mi cuerpo,que parecía tener más poder,quería dormirse.
Abrí la boca para hablar pero fue en vano.
-Sh,no hables.- susurró. -Estarás bien,tranquila.- su mirada era preocupada.- Tranquila.- Volvió a repetir casi como queriendo tranquilizarse a él mismo. -¡Ayuda!- Oí su grito desgarrador.
Mis párpados pesaban,pesaban demasiado. No podía aguantarlo,quería cerrarlos.
-No,no.- Me tocó la mejilla no tan suave para provocar que me despertara,pero sé dentro mío que no lo logró.- Med,despierta,no,Med.-
Ya no lo oía. O si,pero,lejano,como si tuviera audífonos y alguien quisiera hablarme pero no podía escucharlo.
De repente,la poca luz que quedaba en mi visión,desapareció.
Y me sumí en una oscuridad tranquilizante.
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𝕯 𝖊 𝖒 𝖔 𝖓' 𝖘
Fantasy-Recuérdame-fue el susurro fugaz que escuchó antes de sumirse en una neblina de acontecimientos pasados. Algo nunca antes visto en la historia de la humanidad y no tan humanidad. ¿Acaso el amor podía desafiar todo? ¿Acaso el amor trasciende vidas y...