Rachel
Miraba desde el sillón a Jack con pura decepción, el no sabía dónde esconder la cara. No paraba de mover la pierna y luego de un rato terminó pidiendo que habláramos.
Pateó algunas hojas cuando salimos del campamento, vi que en su mano ya no estaba el anillo de matrimonio.
— Las cosas se están complicando con Jeim, ella siempre ha sido complicada pero creo que esta vez es muy serio. Yo ya decidí quedarme y seguir con esto, ella apenas supo que estaba Evelen me dijo que eligiera entre ella y esta causa. Le dije que me quedaría, ya entiendes lo que significó para ella, pero es que ella no entiende lo que significa para mí, en esa cárcel murió tanta gente que conocí y querían cambiar.
— ¿Realmente crees que un sangre azul completo pueda ser alguien bueno?
— Has vivido en una burbuja Rachel, no somos lo que parece, los fuego azul nos han encrucijado y despreciado, somos más impulsivos que lo normal pero el hecho de que nos hayan marginado y atacado nos hizo monstruos.
— Cuando me encerraste, no eras tú mismo.
— Sí, lo acepto estaba cegado por el odio y desprecio, me cambiaste por Miller y estaba en una transición tan dolorosa, mi padre lavó mi cerebro y eso no es una buena compañía para un sangre azul completo. Lo siento de verdad Rachel.
— Yo también lo siento— le dije.
— Ya lo has dicho muchas veces.
— Nunca me cansaré de decirlo.
Medité sobre todo el daño que le había causado a él, en sus peores momentos lo abandoné, pero era algo inevitable, había amado a Miller desde hace mucho antes.
— Bueno quiero que de verdad te unas a esto.
— Es una venganza, no pienso unirme.
— Rachel, es una forma de poder hacer ver el mal trato que recibimos, ese deseo puede salvarnos la vida.
— Ustedes no conocen a Evelen ella lo quiere para sus propios fines egoístas.
— A mí tampoco me cae bien esa peli teñida pero me parece que en serio está interesada en esa causa, ella dio su testimonio sobre los malos tratos que recibió por parte de los fuego azul.
— Ella no es una persona buena, es mala incluso con su hermana que la quiere.
Me di la vuelta para atrapar una rama y vi que Evelen estaba justo a mis espaldas, partí la rama en dos y ella tenía una expresión de molestia.
— No me conoces realmente Rachel— estaba con los manos en las caderas— ¿Has visto a Christian?
— Evelen creo que es hora que sepas la verdad.
Jack le mostró unas fotografías donde logré ver a un chico hablar con Mark y recibir un sobre, este lo abría y sacaba un libro que me parecía haber visto antes.
— No sé cómo no pude leer eso en su mente.
— Es difícil leer una mente de un fuego azul y más cuando tiene capacidad de leer la mente también. Te dejó que leyeras lo que él quería, lo otro lo ocultó.
— Haré que pague por esto.
Mostró sus colmillos y sus ojos se colocaron completamente negros, siempre me asustaba cuando se ponía de aquella manera.
— No puedes alterar las cosas, al menos no ahora.
— Tú no decides lo que hago.
Pegó una patada al tronco de un árbol y este cayó. La tierra se sacudió, corría demasiado rápido, estaba llena de rabia y temía por los del campamento Heims.
— Ve tras ella.
— No tengo en qué irme— le dije.
El me lanzó las llaves y las atrapé.
— Es el rojo de allá— señaló el parqueadero vacío apenas con 5 carros.
Fui directo al carro y conduje a toda velocidad hacia Heims. Sentía la ira de Evelen por todo mi cuerpo, tenía la temperatura elevada y la cabeza me palpitaba.
— ¡Maldita niña!— exclame con la manos sobre el volante.
El olor a quemado percibí apenas llegué al bosque, eso me preocupó aún más. Saqué una navaja del bolsillo y dejé caer mi sangre a los pies del árbol, y pude entrar al campamento. Para mi sorpresa se trataba de una gran asado que había ido mal y la carne quemada estaba en cestas de basura. Sentí un alivio. Vi a Evelen sonreir junto a Crhistian con gran hipocresía, levantó la copa de vino y me invitó a acercarme.
— Estaba hablando con este chico y le digo que es tu cumpleaños y vamos a hacer una fiesta en tu honor y que debería venir.
Con la mirada me invitaba a mentir.
— Sí es cierto.
— Evelen creo que es necesario que hablemos antes.
— ¡Hablamos allá!
Logré ver la mano detrás de su espalda con las uñas crecidas y botando fuego azul. Agarré su mano y percibí lo caliente que estaba ella me miró con las mejillas ruborizadas y apartó la mano completamente en normalidad.
— Crhistian necesito espacio.
— Sí claro, bombón.
— Esperame en la cabaña— le guiñó un ojo.
Me agarró fuertemente del brazo y me llevó a un lugar alejado de la gente y de las cabañas, había sido el mismo lugar donde vi a Miller besarse con Candy, sentí náuseas de solo acordarme.
— ¿Por qué no acatas mis órdenes?
— No lo deseo, además está en mi naturaleza.
— Lo sé fuego azul, si te soy sincera es eso lo que me atrae de ti.
Estaba atónita y algo incomoda con aquella declaración, sabía que a ella le gustaban también las mujeres pero nunca se me pasó por la cabeza que hubiese atracción hacia mí, pues siempre me había detestado y estaba algo obsesionada con Miller, aunque notaba que era cada vez menos su obsesión y tal vez se trató solo de un capricho, además era solo una niña.
Se acercó lo suficiente a mí como para sentir su aliento cargado a flores azules del campamento Heims, estaba drogada obviamente. Antes de que pudiera apartarla de mí, sus labios impactaron contra los míos y quedé petrificada sin mover un músculo de mi cuerpo. Ella trató de introducir su lengua en mi boca pero falló y luego se apartó.
— ¿Por qué no respondes?
Estaba algo ansiosa y empezó a sacar un pequeño polvo azulado de sus bolsillos.
— No hagas eso delante de mí— le dije con ojos feroces.
Ella soplo el polvo e impacto en mi cara, primero sentí un leve mareo y luego no paraba de reír. Ella estaba contenta con esto. Me agarró por la cintura y volvió a besarme. Esta vez mis labios estaban algo adormecidos y fáciles de someter a semejante intensidad, se abrieron sin que pudiera tener control. Me sentía un poco mareada. Ella estaba acelerando aquél beso e iba bajando hasta mi cuello, cuando sentí que el mundo se me venía encima y me separé para vomitar. Y fue ahí cuando vi a Miller con una expresión de enojo, dándose la vuelta. Vomité frente a él y él sostuvo mi cabello.
Cuando estuve mejor intenté hablar con él sobre lo que había visto pero me dijo que tenía algo urgente que hacer y no lo terminaría por ahora, así que no lo molestara.
— Eres una tonta.
La empujé haciendo que cayera sobre el barro y se ensuciara por completo su ropa negra. Estaba siendo la misma chica de siempre, la insoportable y destructiva. Soltó una carcajada como siempre era inmune al dolor ajeno.
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Cenizas Azules (Libro #2 De Fuego Azul)
FantasíaDespués del fuego vienen las cenizas... Miller y Rachel terminaron juntos, ¿pero realmente son felices?, su amor se ha visto a prueba varias veces y no ha desfallecido pero en particular una nueva inquilina en la mansión de Rachel pondrá en aprietos...