Cenizas Azules (Libro #2 De Fuego Azul)

Capítulo 22

Rachel

El caos se erguia, tenía un mal presentimiento de todo lo que estaba sucediendo. Miller se negaba a hablar conmigo y cuando estaba a punto de marcharme de su cabaña, vi a su hermana vestida por completo de negro.

— Siendo rechazada por mi hermano, estamos en la misma situación.

— Sí, él quiere lo mejor para ti, alejarte de todo, no quiere perderte.

— Las cosas están calmadas desde hace 18 años y sigue actuando distante, el día de su boda, fue el único día que pude compartir con él luego de tanto tiempo, no quiero regresar a Australia quiero quedarme.

La agarré por la mano y volví a tocar la puerta de la cabaña. Comprendía lo que vivía aquella chica y no iba a permitir que la siguiera alejando de él, al menos no a ella.

— Rachel no quiero hablar con...

Se quedó atónito de ver a su hermana.

— Te dije que no volvieras por acá.

La hizo entrar a su cabaña y yo aproveché para entrar, estaba igual que hace 18 años y tenía ese particular olor a bambú.

— Las cosas están en calma sigo sin entender porque me alejas.

— Hay una cacería desde que ocurrió esa guerra, contra los sangre azul que hicieron parte del campamento Mortem, estoy tratando de evitar que mueras a manos de los fuego azul radicales.

Recordé todo lo que había escuchado por parte de los hijos de los de campamento Mortem, luego de todo era verdad todo aquello. Nunca pensé que el lugar de armonía entre mis iguales se convirtiera en una guerra constante del poder.

— Los del campamento Mortem saben mucho sobre la luna azul y el deseo, has corrido un gran riesgo llegando aquí.

Agarró sus manos con la más dulce ternura, era de ese hombre que me había enamorado, quien hacia todo por proteger lo que amaba.

— Quiero estar contigo Miller.

Ella estaba llorando y sollozando, él la abrazó y se quedaron así por un tiempo, a mí se me escapaba una lágrima de los ojos. Estaba perdiendo al hombre que amaba, esperaba que luego de la guerra pudiéramos estar juntos al fin. La gran pregunta ¿Él estaría dispuesto a esperar?

Cuando se separaron yo miré a Miller con dolor, él le pidió a su hermana que fuera hasta la cocina por algo de comida si tenía hambre, ella corrió hasta la cocina, parecía algo hambrienta, me preguntaba cuanto tiempo había estado viajando sin comer.

— Rachel no quiero hablar sobre lo sucedido, acepto tus preferencias pero no el hecho de que me lo hayas ocultado.

— Miller créeme, ella me besó sin mi consentimiento.

— No parecía.

— Estaba drogada, ella me drogó.

— Rachel has estado desaparecida por días ni siquiera contestas mis mensajes, antes la odiabas y ahora no te despegas de ella.

— Miller quiero decirte todo lo que pasa, ella me tiene...

El dolor apareció de nuevo y caí en el suelo, viendo gotas de sangre caer sobre el piso de madera. Él preocupado me alzó en sus brazos  y me llevó a la cama.

— Ella me tiene prisionera...

El dolor empeoró y la vista se me nubló por completo.

Al recuperar la consciencia, intenté moverme pero estaba retenida por algo, abrí los ojos y me di cuenta de que llevaba cuerdas sujetándome.